sábado, 4 mayo 2024 - 23:27

¿Milei puede llegar a presidente?. Sus medidas exigen represión, pero generarán rebelión

Milei busca aparecer respondiendo a problemas de la realidad, aunque suele esconder sus propuestas. Ante la inflación reflota muletillas como su Plan Motosierra, pero como la cosa apremia, intenta ser concreto. Propone eliminar el Banco Central y dolarizar, pero miente al decir que así “los salarios van a subir como pedo de buzo”. Su “motosierra” contra los trabajadores y el pueblo chocaría contra una enorme rebelión social.

En modo candidato, Milei propone dolarizar la economía, ilusionando con que cobraríamos salarios y jubilaciones en dólares, pero también “con todos los precios expresados en dólares y mercado libre”, como le contó a los garcas de la Sociedad Rural que lo aplaudieron.

Para quien siente hartazgo ante el saqueo inflacionario, podría tentarle el anhelo o la ilusión de que eso pase. Milei asegura que así cortaría la inflación en unos meses, aunque no explica cómo lo haría ni a cuánto estaría ese dólar, y no aclara cuántos dólares cobraríamos. Manos libres, ¡estafa en puerta!

Dolarizar: verso nuevo sobre una receta vieja que fracasó

Según dijo Milei en A24, “si dolarizamos, el poder de compra de los salarios va a subir como pedo de buzo…”. Pero el liberfacho miente a sabiendas para ocultar sus nefastas consecuencias. Como socialistas revolucionarios somos claros: dolarizar no le sirve al país, no sirvió en los países que aplicaron la medida, como Ecuador o El Salvador, ni menos a sus trabajadores y sus pueblos. En Ecuador generó una respuesta popular con protestas masivas ante la catástrofe social que trajo la medida, y terminaron tumbando al gobierno de Mahuad.

Por eso Milei fue a vender su producto a la Sociedad Rural, uno de los principales sectores beneficiarios de sus medidas. “Si uno eliminara la brecha cambiaria (léase feroz devaluación) y eliminara las retenciones, tendrían que triplicar sus ingresos, por lo tanto estas cosas que les cuento deben serles interesantes”, afirmó. Promesas a los ricachones, responsables de un modelo agroexportador, sojero y extractivista que nos trajo a la ruina, con ajuste a los de abajo.

En clave electoral plantea dolarizar como receta ilusoria contra la inflación. Un eslogan para generar expectativas que en realidad resulta inviable, un espejismo o quimera. Hay distintas cuentas, como la que explica el periodista Alejandro Bercovich, calculando que si se dividen las reservas del Banco Central por el dinero que hay en circulación, habría que dolarizar a un tipo de cambio de $ 2.000. Es decir, cinco veces más caro de lo que está el dólar paralelo.

En esa cuenta, tomando un salario “alto”, alguien que gane $ 200 mil cobra hoy U$S 900 al valor oficial y U$S 490 al paralelo. Pero si se dolarizase a $ 2.000, pasaría a ganar 100 dólares. Mientras que el salario promedio, que es de $ 92.800 según el INDEC, pasaría de 417 dólares según el oficial o 227 dólares al valor del blue, a bajar hasta 46 dólares. Son hipótesis sobre una propuesta delirante, pero lo cierto es que con cualquier dolarización y devaluación los salarios caerían a la mitad o a un tercio de su valor actual en términos reales. Todo en cortísimo plazo, de shock.

Para quien no lo recuerde, el propio Milei aclara que su propuesta es más dura que lo padecido con Menem y Cavallo en los 90 con su ensayo defectuoso de dolarización. La convertibilidad de 1 dólar-1 peso terminó en la crisis y la rebelión del Argentinazo del 2001 ante la pobreza y desocupación a niveles nunca vistos y que no se revirtieron, instalando una pobreza estructural del 30%- 40%.

Anuncios de medidas que no pasarían sin represión

El liberfacho plantea achicar el gasto público y privatizar todo: la educación, la salud, las jubilaciones, las indemnizaciones y hasta las cárceles. Esto demandaría mano dura y atacar conquistas y libertades democráticas, por eso Milei insiste en negar el genocidio y dice que hubo una “guerra” contra las ideas socialistas.

Además de facho, es mentiroso al cerrar acuerdos con lo peor de la casta política, empresaria, explotadora, líderes evangélicos y anti derechos. Pone en sus listas a familiares de milicos condenados por genocidas como Bussi, Patti o Villarreal, quienes reivindican la teoría de los dos demonios, la represión y a las fuerzas de seguridad. Bravuconea diciendo que quienes corten las calles irán presos y pide usar la picana eléctrica -las pistolas Taser-. Emula a su ídolo Bolsonaro al afirmar: “No tengo problemas con que puedan comprarse armas en los supermercados”. A la vez, reclama la “revalorización de las fuerzas de seguridad, su mejor equipamiento y continua capacitación”.

Pero una cosa es decirlo por TV y otra hacerlo en la realidad. Así pasó con su MAPA (Movimiento Antipiquetero), con el que hizo el ridículo junto a Marra después de invitarlos a aparecer por los piquetes. Su ajuste salvaje demandaría represión, pero encontrará una verdadera rebelión popular como respuesta.

Milei no quiere la libertad, sino la esclavitud

Para que su dolarización tenga éxito va por una reforma laboral que eleve al paroxismo el régimen de contratación, sin organización sindical, volviendo más de un siglo atrás, a cuando no había derechos. Por eso propone la total “libertad de contratación y la consolidación de un mercado de trabajo libre”, es decir, precarización y contratos basura como regla. El círculo lo cierra con eliminar las indemnizaciones por despido al plantear “implementar un seguro de desempleo basado en un régimen de capitalización individual, en el que cada trabajador hará aportes mientras esté en actividad y de cuyos fondos será dueño exclusivo, disponiendo de los mismos libremente cuando quede sin empleo o cuando decida retirarse de la actividad laboral”1. Inadmisible.

También propone abrir el “libre comercio con todos los que deseen acceder a nuestros mercados”, como ya hicieron Martínez de Hoz y la dictadura, Cavallo y Menem o Macri al reventar la producción e industria nacional, con cierres de fábricas y despidos masivos. Nos inundarán más de productos industrializados, condenados al extractivismo y a producir materias primas sin valor agregado.

En definitiva, quiere libertad para avanzar contra conquistas logradas con lucha, sangre y movilización. Si intentaran esa reforma laboral, habrá tal rebelión que las toneladas de piedras en el Congreso de cuando Macri quiso meter la reforma jubilatoria sonarían a juego.

Solo la izquierda puede frenar a esta derecha

A la derecha no la frenan las medias tintas, solo la izquierda. Milei, Bullrich o Espert le han servido a la burguesía para correr más la agenda a derecha. Desde el Frente de Todos dijeron “prender velas” para que Milei crezca y le saque votos a Juntos, solo que ahora las encuestas les devuelven lo peligroso de esas especulaciones a espaldas del pueblo, cuando ven que podría superar al PJ y entrar en segunda vuelta.

Por eso sectores K como el de Yasky, Baradel o el propio Grabois insisten con el fantasma de la derecha y se tiran contra la izquierda acusándonos de hacerle “el juego a la derecha” por no bancar a su gobierno. Siguen con la trampa del “mal menor”, cuando el Frente de Todos alimentó el crecimiento de esta derecha al aplicar gran parte de esa agenda y su co-gobierno con el FMI y Massa. Son responsables de que un reaccionario como Milei crezca tanto en tan pocos años.

Como ocurrió en Brasil con Lula, estos gobiernos «populares” que gerencian el ajuste y traicionan las promesas y expectativas de quienes los votan son los que abren la puerta a personajes como Bolsonaro o Milei. Solo desde la izquierda, organizada en el Frente de Izquierda Unidad y el MST, le podemos poner freno al enfrentarlos en las calles, ante cada ataque y donde el único voto útil, en defensa propia, ante estos avances, es al FIT Unidad, frente que queremos ampliar y postular para ir por más y mejor izquierda.

1. Propuestas. Nadie te dice cómo. Yo sí. Reformas de 1°, 2° y 3° generación: https://milei2021.com.ar/

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