El domingo a la mañana la comunicadora feminista Manuela Calvo sufrió un allanamiento en su casa, por orden de la Jueza Eugenia Torres, ordenando secuestrar todos los dispositivos electrónicos por una supuesta «desobediencia a la autoridad» en el marco de la causa que le iniciaron los familiares paternos de la niña Arcoiris. Terminaron quitándole todos sus elementos de trabajo -computadoras, cámaras, discos rígidos, celular- sin la presencia de su abogada o escribano público.
Todas estas irregularidades sientan un precedente nefasto para cercenar la libertad de expresión y avasallando garantías constitucionales como el derecho a preservar las fuentes periodísticas (Artículo 43).
Esta persecución a Manuela no es nueva, ya en febrero fue censurada por querer presentar un corto donde investigaba el abuso de la pequeña Arcoiris, quien hoy está implorando a la justicia que no la revinculen con su abuelo abusador. Arcoiris está siendo víctima de la justicia patriarcal de la provincia, que le garantiza impunidad total al Sr. José «Kuky» Vergara, que ostenta el cargo de Director de Despacho de la Secretaría de Justicia. Kuky Vergara es un abusador pedófilo con mucho poder, protegido por la Justicia podrida de la Provincia con la venia del Gobierno de Ricardo Quintela.
Este proceder a sólo dos días del #NiUnaMenos es una clara afrenta al movimiento feminista y disidente que viene denunciando a la Justicia corrupta de la provincia, que ha sido completamente cooptada por el gobierno provincial y donde se la utiliza para criminalizar y perseguir luchadoras. Exigimos el cese del hostigamiento a Manuela Calvo, a Delfina Silva Zarranz -mamá de ArcoIris- y de las compañeras que recibieron cartas documentos del abogado del pederasta, Emilio Pagotto. Asimismo, exigimos la inmediata devolución de todos los elementos secuestrados en perfecto estado.
Desde Juntas y a la Izquierda hacemos llegar nuestra solidaridad y acompañamiento a Manuela y ponemos nuestra militancia para seguir luchando por #JusticiaPorArcoIris.