miércoles, 18 diciembre 2024 - 16:13

En los márgenes. La latinoamericanización argentina: un fenómeno convulsivo

Relatar la coyuntura de Argentina obliga, como no es de otra forma, relacionar su imagen con el recetario que dispuso el FMI. El pacto realizado con el organismo internacional de crédito digita todos los aspectos de la vida social. Cada cambio que se produzca, en lo concreto, deviene de esa política refrendada en el Congreso por los bloques mayoritarios del Frente de Todos y Juntos por el Cambio. La legalización de la estafa macrista, admitida por los 3 estandartes del gobierno actual –Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa– promete ser una estocada más en la metamorfosis que el imperialismo depara para nuestro país.

Como lo declaró Luis Campos -coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma-, en un programa radial, la transformación sufrida se trata de: “un proceso de latinoamericanización del mercado de trabajo”. En síntesis, el ingreso de Argentina a la realidad más cruda de Latinoamérica: la desigualdad. Como la CEPAL lo ha afirmado, este continente es el más desigual del planeta.

Sin embargo, este fenómeno social, económico, pero principalmente político genera epifenómenos de todo tipo: rispideces palaciegas y, como vimos esta semana, grandes luchas sociales, como la de los trabajadores del neumático donde puede emerger una fuerza social que produzca grandes cambios en favor de las mayorías.

Geografía de la desigualdad

La semana que pasó, además de traernos una alegría para nuestra clase, a la que ya nos referiremos, también nos azotó con un dato que refleja la cotidianeidad con la que convivimos. El INDEC[i], en su índice de pobreza, reflejó que en la primera parte del año la pobreza alcanzó al 36,5% de la población. A las más de 17 millones de personas que se ubican en esa condición social, se le suma un 8,8% de indigentes. Este último dato significa un contingente de 4,2 millones de personas que no tienen ingresos para comprar el mínimo de comida para su subsistencia.

En comparación con la última medición, estos índices reflejan un decrecimiento de la pobreza, de carácter transitorio y marginal, más si uno se atiene al deterioro de los ingresos, y un aumento de la indigencia. Los números hablan y, en este caso, reflejan una causal que es eje de esta foto social, la decadencia del capitalismo. Desde 1970 a la fecha, donde pasaron gobiernos pro patronales de todos los colores, también el terrorismo de Estado de los genocidas de las FFAA, en el país la pobreza se multiplicó por nueve: del 4,2% en 1970 pasamos a un 36% que se vuelve estructural, permanente.

Como lo destacó la propia vicepresidenta, esta situación se topó con un nuevo fenómeno, el de los trabajadores registrados que no perciben salarios que sean equivalentes a una canasta básica. Concretamente, trabajadores pobres.

Diametralmente opuesta es la situación de las patronales en esta Argentina latinoamericanizada. Como lo remarca el periodista Alejandro Bercovich[ii] en su panorama semanal, Gabriel Rubinstein -viceministro de Economía- advirtió en su defensa al proyecto de presupuesto que: “los márgenes brutos empresarios están adelantados a nivel macro”.  Fenómeno que, como también se indica en el análisis del editorialista: “vienen gritando los balances públicos de las empresas que cotizan en bolsa (…)”.

Sin embargo, esto no ocurre por impericia o imposibilidad para intervenir por parte del gobierno como lo señala Luis Bruschtein en Página 12[iii] al afirmar que: “Entre las empresas que aumentan en forma indiscriminada los precios y la conflictividad gremial de trabajadores que se defienden de esa escalada, el gobierno quedó encajonado en medio de una cada vez más fuerte disputa por el ingreso. Si uno se aboca a hacer análisis en base a lo sucedido en el plano de la realidad, lo que ocurre es lo contrario. Desde que el Frente de Todos desembarcó en el gobierno nunca se impusieron multas a las empresas por los aumentos siderales y permanentes de los precios en casi la totalidad de las mercancías de consumo masivo. El comportamiento del gobierno del binomio Fernández más la suma del tigrense, más bien, se dedicó a darle beneficios sin límites a estos sectores concentrados. Como el otorgamiento de créditos blandos, más el acceso a los dólares que ahora dicen cuidar para fugar divisas a sus casas matrices.

Aunque la fotografía sea desagradable para el propio gobierno, es el resultado de las políticas deseadas por parte de los administradores de este capitalismo argentino. Un sistema social que, entre sus consecuencias decadentes, sumerge al 50% de las infancias de esta década a vivir en condiciones de pobreza. Pero la cruda realidad mueve placas tectónicas y la clase comienza, nuevamente, a pelear conta la postergación de sus intereses y derechos. Un reflejo de lo dicho es la disposición a pelear de la Unidad Piquetera que estuvo más de tres días en la calle, a pesar de haber sufrido una represión por parte de la Policía de la Ciudad, y que continúa su lucha.

Críticas palaciegas y falsas rupturas, mientras sigue el ajuste

El ajuste espinoso que aplica el Frente de Todos para comportarse con Kristalina Georgieva, también genera pánico por la pérdida de adherentes políticos que provoca. Así es que Cristina Fernández de Kirchner, cuando se dieron a conocer los datos de pobreza e indigencia, volvió a sumarse a la discusión. Ya sin vociferar como lo hacía cuando en Hacienda se encontraba el alumno de Stiglitz, Martín Guzmán, la vicepresidenta tuiteó que: “Está más que claro que estamos ante un fenómeno de inflación por oferta y no por demanda. Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”. Y le pidió a Massa que: “es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria”. De nuevo, una coreografía de fintas políticas para lograr despegarse de un ajuste en el que todo el gobierno ya dejó instalada sus huellas. La pose es sólo eso, sino vale la siguiente pregunta: ¿Por qué CFK no dijo nada cuando Massa implementó el “dólar soja” para las patronales agrarias, a costa de endeudaros nuevamente en dólares? Y, una más: ¿Qué piensa del proyecto de presupuesto 2023 que contiene una gran cantidad de ajustes en áreas claves del Estado?

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Las maniobras son una constante de la coalición política peronista que no para de girar a la derecha. Maniobras que existen en todos los campos de intervención, tanto en el político como en el sindical. Para salvar las ropas de la burocracia sindical, simulando el accionar de Juan Grabois, el amenazador serial de rupturas dentro del bloque oficial, Pablo Moyano amagó con salirse del triunvirato de la CGT.

Pablo Moyano, Carlos Acuña y Héctor Daer

Ladeado por el presidente en una reunión que contó con la presencia de Daer y Acuña, el hijo de Hugo Moyano pensó en presentar su renuncia personal. Pero, horas después de la amenaza, su padre y sus aliados del Frente Sindical por el Modelo Nacional le dieron de baja su capricho. Las roscas interburocráticas elevaron de tono esta semana por el accionar del SUTNA ante las patronales del neumático logrando una victoria que marca un precedente en las futuras discusiones paritarias. Más cuando las direcciones burocráticas siguen entregando a los trabajadores con aumentos de miseria, como lo hicieron UPCN y ATE el viernes pasado en el Ministerio de Trabajo.

La rebelión de los “caprichosos” del neumático

“No podemos ser rehenes de caprichos y de un grupo muy chiquito que pone en riesgo 150 mil puestos de trabajo”, así se refería Sergio Massa al conflicto de los trabajadores del neumático. Esa declaración como tantas otras de De Mendiguren o Moroni, fueron la tónica del Frente de Todos ante un reclamo justo. Al servicio de Bridgestone, Fate y Pirelli, el Frente de Todos movió el amperímetro a la derecha y más allá. Su criminalización de la protesta pasó límites, al punto de iniciar una causa contra el secretario general y otros integrantes del SUTNA. A partir de acá se comprenden los discursos aún más radicalizados de Juntos por el Cambio y los liberfachos, como Espert, que llegaron a pedir balas para los trabajadores que se encontraban protestando en el Ministerio de Trabajo

la CGT, los medios masivos de comunicación y la oposición de Juntos por el Cambio y los liberfachos, buscaron demonizar un reclamo justo ante un conjunto de patronales sedientas de más flexibilización laboral.

Última asamblea de los trabajadores del neumático

Pero los trabajadores del SUTNA, rodeados de solidaridad de clase por parte de otros trabajadores y los partidos del FIT-Unidad, lograron una victoria contundente y cualitativa para la clase después de casi cinco meses de lucha. Doblegaron una unidad del conjunto del régimen burgués (gobierno, oposición, patronales, medios hegemónicos y la burocracia sindical), quien pretendía flexibilizar las condiciones de trabajo aún más en un sector que se lo conoce como “la picadora de carne”.

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Como lo reflejó Claudio Mora, integrante de la lista gris del neumático: “Lo firmado es una oferta que logra levantar nuestro salario hasta llegar al mes de junio de 2023 con un 10% por arriba de la inflación. Tenemos pendiente varios reclamos que vienen por delante, pero hemos logrado desarrollar este conflicto el método de las asambleas y la movilización”. Esta paritaria se vuelve testigo por diferentes motivos. En primer lugar, porque rompe con los techos salariales que el gobierno y las patronales promueven, siempre por debajo del índice inflacionario. En segundo término, por la emergencia y muestra de lo que un sindicato de base, donde existen asambleas y organización democrática, puede lograr ante las empresas. Y, también, una solidaridad obrera internacional como la demostraron los trabajadores del neumático en Brasil negándose a facilitar la exportación de cubiertas a nuestro país.

Un puntapié que fortalece y refuerza la moral de los trabajadores ante los embates fondomonetaristas que el Frente de Todos prepara para lo que queda de 2022 y lo que sigue del próximo año.

Lucha, luchar con rabia para triunfar

Mientras existen arsenales de académicos y políticos del régimen que propagan teorías sociológicas desmoralizantes para los trabajadores, la realidad mostró que la crueldad del capitalismo es posible de transformarse. Las correlaciones de fuerzas lejos quedaron de ser algo inamovibles o inmodificables en el tiempo y el espacio. Con el conflicto del neumático, el salto a escena de los estudiantes secundarios en CABA reclamando mejoras edilicias y de cursada, la intervención de trabajadores de la educación y la salud en diferentes provincias por reclamos paritarios y el plan de lucha de la Unidad Piquetera, demuestra que la calle es el terreno donde las conquistas y transformaciones se pueden dar. Esto no quita que haya dejado de existir una polarización social, más bien la reafirma y profundiza de manera cotidiana sus polos a izquierda y derecha.

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Como dato de color, mientras se cocinaba la victoria del neumático, se estrenaba la nueva película que tiene a Ricardo Darín como protagonista, Argentina, 1985. Con la misma podemos retroceder en la historia para repasar como el pueblo trabajador supo terminar con una dictadura y ser capaz de lograr algo histórico en el mundo, enjuiciar a los responsables políticos y materiales de ese genocidio.

Lo dicho no es un conjunto de noticias que quieran inflar un espíritu voluntarista, sino remarcar que la posibilidad de la victoria contra este sistema injusto que nos oprime a diario, no es algo improbable. Existe, mientras la clase exista y luche, la plausibilidad de terminar con esta Argentina de la desigualdad

Desde el MST en el FIT-Unidad estamos al servicio de esa tarea, dificultosa pero apasionante. Más capítulos de la lucha de clase nos sorprenderán y para estar mejor preparados la organización es vital. En ese sentido fortalecer el frente que integramos es urgente, como así cambiar su carácter y transformarlo en una herramienta de intervención cotidiana donde los trabajadores puedan encontrar un polo de atracción para sus intereses.

Con un programa anticapitalista y socialista, disponemos nuestra energía militante para: “(…) luchar, luchar con rabia para triunfar. Porque podemos triunfar, no hay ningún dios que haya fijado que no podamos hacerlo”[iv].


[i] Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos. Informe INDEC

[ii] Un referí bombero para una puja distributiva en llamas. BAENegocios

[iii] A cualquier precio. Página 12

[iv]Nahuel Moreno, fundador del trotskismo argentino. Esbozo biográfico

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