miércoles, 24 abril 2024 - 11:30

Reservas. El gobierno regaló a los grandes empresarios dos superávits comerciales

La falta de liquidez de las reservas del país, responsable entre otras cosas de la tremenda concesión a los grandes del agronegocio del conocida “dólar soja” a $ 200, tiene un antecedente inmediato en que el Banco Central permitió que fuera a parar a los bolsillos de las grandes empresas gran parte del enorme superávit comercial que tuvo el país entre diciembre de 2019 y julio de 2022. Miles de dólares que fueron a pagar las deudas privadas de grandes empresas contraídas durante el gobierno de Macri, otra gran estafa que hoy pagamos todos.

Según un informe privado que menciona el columnista Diego Genoud en su artículo Un tiro en el pie[i], el superávit fiscal que tuvo nuestro país desde la asunción de los Fernández-Fernández hasta mediados del año en curso, una cifra histórica de U$S 35.413 millones, fue dilapidado por el gobierno y no aumentaron las reservas, debido a que en su gran mayoría de esos fondos fueron cedidos a grandes empresas. “Energéticas, bancos, constructoras, alimenticias y firmas del sector de la comunicación accedieron a nada menos que a 23.710 millones de dólares”. Con estas divisas, con el dólar oficial a la mitad de los dólares financieros, saldaron enormes deudas contraídas durante el gobierno de Juntos por el Cambio. El resto se usó para pagar energía, intereses y capital de la deuda externa y remitir utilidades.

La cifra sideral de la que estamos hablando representa más de la mitad del fraudulento crédito Stand By por U$S 45.000 millones contraído por el anterior gobierno. Hasta ahora los funcionarios explicaban la escasez de reservas –en medio de una lluvia de dólares llegados por las exportaciones- en el aumento de los costos de la energía o en las importaciones necesarias para que funcione la industria en una economía “en crecimiento”. Nada se hablaba de semejante maniobra por la que las empresas hicieron una enorme diferencia para pagar sus deudas privadas, vaciando las reservas.

La falta de reservas líquidas en el Banco Central ha sido la excusa dada por Massa para ofrecer un negocio sin precedentes a los pulpos del agro power, que se han embolsado una diferencia similar a todo el “aporte solidario” tan propagandeado por el kirchnerimso durante la pandemia. Sólo que ahora, en vez de salir de los bolsillos empresarios para cubrir gastos sociales que demandaba la emergencia sanitaria y otras obras, salen directamente de nuestros de bolsillos de todos directamente a un aumento sin precedente de la rentabilidad empresaria.

Mientras el ministro de la Producción José I. de Mendiguren señala que “estamos desesperados por los dólares”, la pérdida de reservas juega un rol fundamental sobre “la brecha cambiaria, la inflación, la caída del salario real y la dificultad de financiar importaciones para aumentar la producción; también, el rumbo del ajuste fiscal y monetario que eleva la tasa de interés de los bancos muy por encima de los ingresos”, tal como señala Genoud, con la consecuencias nefastas que este traería sobre todos los ingresos populares en medio del corsé que significa cumplir con las metas impuestas por el FMI.

Un aumento extraordinario de la rentabilidad empresaria

En estos días están a la cabeza los empresarios sojeros que este lunes 26, faltando aún 5 días para que finalice el fin del régimen especial del dólar soja, ya liquidaron más de U$S 6.000 millones, bastante más que los cálculos optimistas de Massa.

El ministro, que se jacta de haber conseguido una liquidación récord -luego de una gran concesión- salió al cruce de los funcionarios de Pesce que habían decretado que las empresas beneficiadas por el “dólar soja” no podían comprar dólares financieros. En estos días el aumento de pesos en el mercado -ocasionado por la compra de los dólares de los sojeros – provocó un incremento no previsto del valor del dólar, ya que los empresarios despreciaron las altas tasas bancarias- y fueron a la divisa como reserva de valor. Un llamado del nuevo ministro y la resolución se cambió para que los empresarios puedan seguir comprando.

En los últimos tiempos las grandes empresas -frente a una inflación galopante, salarios que tienen en el sector formal de la economía un 22% de retraso, siendo mucho mayores los atrasos en el informal y el empleo eestata- han experimentado un avance en la proporción del valor agregado de la economía que se llevan, como puede observarse en el siguiente cuadro de CIFRA CTA.

Además, como señala un reciente informe del periodista Alejandro Bercovich sobre el incremento en sus ganancias[ii], el acceso a dólares baratos para pagar sus deudas ha generado un aumento de sus ya importantes márgenes. Contribuye también a ese aumento en la rentabilidad el hecho de que muchas empresas se han sobre stockeado aprovechando la brecha. En el siguiente gráfico podemos observar el caso testigo de tres empresas líderes, Molinos, Arcor y Tenium, con ganancias sobre ventas que van del 11%, al 23%, al 34%, respectivamente.

Estas son empresas de capital argentino que han realizado un entramado empresario típico de una multinacional, con sedes fiscales en otros países, donde tributan mucho menos que en el país y con las que además realizan operaciones intra empresarias con el objeto de evadir lo más posible, como está haciendo Techint con la obra de construcción del gasoducto Néstor Kirchner.


[i] Publicado en La Política Online el domingo 25/09/2022.

[ii] Programa Brotes Verdes del 13/09/2022.

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