domingo, 19 mayo 2024 - 10:47

Caseros. No al cierre de Clínica San Andrés

Desde el día 2 de febrero, los trabajadores de la Clínica Privada San Andrés, en la localidad de Caseros, municipio de Tres de Febrero, permanecen tomando la clínica en defensa de los 144 puestos de trabajo. Los dueños del centro de salud tienen claras intenciones de vaciarlo y cerrarlo, dejando a todes en la calle. 

Una clínica en desidia

La clínica San Andrés funciona desde hace años como prestadora de algunas obras sociales, aunque esencialmente del PAMI. Su dueño Atilio Surachi, fallecido recientemente, nunca pensó más que en sus ganancias a la hora de hacer funcionar la clínica. 

Fallecido este, el pasado 7 de enero, la clínica quedó en manos de su hermana Adriana y sus dos hijos Hernán y Dante Surachi, quienes no se hicieron cargo, intentando comenzar con el vaciamiento de la misma. 

Ante la intervención del Ministerio de Trabajo, audiencia de por medio, se había firmado un acuerdo donde Adriana Surachi y la contadora Liliana se harían cargo de la clínica para que siga en funcionamiento. Aunque a los dos días desaparecen tanto ellas como los directores, dejando a los trabajadores a la deriva.

Los trabajadores dicen basta 

Durante el último año, la pandemia dejó al descubierto todos los problemas que acarrea la salud, tanto la pública como la privada. Las instituciones y clínicas privadas siempre se esforzaron por maximizar sus ganancias y no por brindar un servicio de salud de calidad, a costa de precarizar a sus trabajadores. 

La clínica San Andrés, durante el último año profundizó la desidia sobre sus pacientes y sus trabajadores, sin brindar los insumos básicos, tanto como para enfrentar al Covid, como para el trabajo cotidiano. Abonando los sueldos de manera irregular, sin pagar aguinaldos, y con contratos basura o tercerizando el trabajo a través de los monotributos. 

Durante los primeros días de febrero, tras una directiva de los dueños, quienes manifestaron “no querer tener más la clínica”, comenzaron a derivar y trasladar a todos los pacientes a otras clínicas, muchos de ellos sin darle siquiera un aviso a las familias. El destrato a les pacientes por parte de directivos y dueños es una denuncia constante de la comunidad y trabajadores. 

Ante esta situación, los trabajadores se organizaron rápidamente para permanecer en la clínica, para defender sus puestos de trabajo y para evitar que terminen de vaciarla. Son 144 familias que quieren dejar en la calle.

Una delegación de Alternativa Salud/MST, integrada por compañeras y compañeros del Htal. Eva Perón de San Martín y de sanatorios privados de la zona, recorrimos el hospital junto con un grupo de enfermeras que nos contaban la capacidad e insumos que tenían para poder seguir operando.

Una guardia preparada con 5 camas, la terapia intensiva con capacidad para 12 pacientes con respiradores, salas de internación equipadas e incluso un tomógrafo, cosas que si aún siguen en la clínica es gracias a que ellos permanecieron allí impidiendo que los dueños puedan llevárselo. 

Los trabajadores sufren hace años una precarización galopante, carecen de vacaciones y aguinaldo, la patronal les impide sindicalizarse y muchas veces tuvieron que juntar dinero de sus bolsillos para poder comprarle comida a los pacientes que permanecían internades o para adquirir insumos básicos para el trabajo, como elementos de bioseguridad. 

Una salida urgente a la crisis

Hace falta una salida y una solución a los problemas que tiene la salud a lo largo y ancho del país. La pandemia dejó al descubierto todas las falencias de nuestro sistema de salud, que favorece a instituciones privadas, obras sociales y no a la comunidad y el pueblo trabajador. Cómo nos decían las enfermeras de la clínica “hay un colapso sanitario en el país y aquí tenemos una terapia preparada totalmente inutilizada”.

La clínica San Andrés debe ser estatizada, bajo control de sus trabajadores, así como todas las clínicas privadas, e integrada a un sistema único de salud pública, gratuita y laica que asegure el acceso universal a la misma, que responda a las demandas y necesidades de la comunidad y no a la ganancia de unos pocos. 

La hoja de ruta del gobierno, quien decía querer “empezar por los últimos” es tomar más deuda y seguir ajustando. En el presupuesto 2021 redujo un 9% las partidas a la salud, todo lo contrario, a su doble discurso. Es necesario dejar de pagar la deuda externa fraudulenta, nacionalizar la banca y el comercio exterior, y poner todos los recursos del Estado al servicio de la salud pública, incrementando el presupuesto, tomando más personal y comprando los insumos necesarios para dar respuesta tanto a la pandemia como a la salud en general. 

Desde Alternativa Salud y el MST, apoyamos y quedamos a entera disposición de los trabajadores de la Clínica San Andrés, los acompañaremos el próximo miércoles 17 de febrero a la última audiencia en el Ministerio de Trabajo y también los seguiremos acompañado en su lucha por sus puestos de trabajo, mejores condiciones laborales y por una salud de calidad. 

Raúl Benavidez, Alternativa Salud zona norte

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