jueves, 21 noviembre 2024 - 13:44

Venezuela. Declaración de la Liga Internacional Socialista

Los trabajadores no tuvieron candidato. Que se respete la voluntad popular. No a la represión.

Construir una alternativa revolucionaria independiente a un régimen en descomposición y una derecha empresarial y pro yanky

Reproducimos la declaración de la Liga Internacional Socialista, publicada en el sitio de la misma.

La crisis en Venezuela se profundiza y es importante comprender qué es lo que está sucediendo realmente y como apoyamos al sufrido pueblo trabajador del país. La tarea de las y los socialistas revolucionarios en todo el mundo, como siempre, es estar al lado de las masas que luchan y defienden sus derechos sociales, económicos y democráticos, y en este caso también sus derechos electorales hoy cercenados. Denunciando con firmeza al régimen autoritario, ajustador y represor de Nicolas Maduro que cuenta con la complicidad de China y Rusia, así como también las operaciones políticas de todas las derechas, ultraderechas y el imperialismo estadounidense y europeo. Unos y otros son poderes imperiales con sus propios intereses, en una contienda por quedarse con la administración y ganancia del multimillonario negocio petrolero de Venezuela, en el marco de sus disputas globales. Antes de continuar, nos gustaría dejar algunas cosas absolutamente claras para nuestros lectores:

• El régimen de Nicolás Maduro en su forma actual es un resultado degenerado hasta un punto irreconocible del proceso iniciado por las masas trabajadoras de Venezuela durante la Revolución Bolivariana, que había puesto a Chávez y al PSUV en el poder. Sin embargo, el fracaso de este proceso para derrocar al capitalismo y la insistencia de su dirección en mantenerlo dentro de los confines del régimen capitalista han llevado a la situación actual en Venezuela.

• Bajo Nicolás Maduro, la continua erosión y supresión del proceso revolucionario ha alcanzado una transformación cualitativa que ha dado lugar a un régimen corrupto y represivo que se adapta a las ambiciones imperialistas de las élites gobernantes chinas y rusas para su propia supervivencia, revierte todas las políticas progresistas que se implementaron en el pasado, persigue una agenda de ajuste y privatizaciones. En consecuencia, las condiciones de las masas venezolanas se han vuelto extremadamente miserables. Todo esto ha llevado a un fortalecimiento ininterrumpido de la derecha y la extrema derecha en el país.

• La oposición de derecha pro-Occidente tampoco presenta una alternativa para las masas que sufren. Estos lacayos del imperialismo estadounidense aspiran a seguir una agenda de privatización y saqueo imperialista, ajuste y neoliberalismo en una forma diferente con diferentes actores y accionistas.

• La hipocresía de los imperialistas occidentales y sus lacayos en la región, que derraman lágrimas de cocodrilo por el sabotaje del proceso electoral en Venezuela es despreciable. No son amigos del pueblo venezolano y no tienen ningún respeto por los derechos democráticos cuando estos derechos representan una amenaza para sus intereses y ganancias imperialistas. La historia del imperialismo occidental es una de apoyo y respaldo a regímenes draconianos, represivos y dictatoriales y grupos fascistas de una forma u otra para implementar sus diseños de opresión y explotación imperialistas en todo el mundo.

• Junto con la corrupción, la mala gestión y las políticas procapitalistas del régimen de Maduro, las sanciones criminales impuestas por Occidente son igualmente responsables de la actual crisis social y económica en Venezuela. Exigimos el levantamiento inmediato de las sanciones imperialistas contra Venezuela, Cuba y otros países.

• Sin hacernos ilusiones en la democracia burguesa, defendemos la protección y la promoción de los derechos democráticos que las masas trabajadoras han conquistado con sus luchas en el pasado. En este sentido, también creemos que la supresión de los resultados electorales y las protestas masivas, ante la ausencia de una alternativa revolucionaria fuerte, terminara fortaleciendo coyunturalmente a los elementos pro-estadounidenses de derecha y extrema derecha en el país, y cualquier ilusión de las masas en el imperialismo occidental puede verse reforzada.

• Proponemos una acción independiente de las masas trabajadoras venezolanas, en alianza con sus hermanas y hermanos de clase en toda la región y el mundo, armadas con un programa socialista revolucionario dentro y fuera de los canales parlamentarios como la única solución viable a la crisis actual.

Un proceso electoral antidemocrático

En este importante país latinoamericano, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció sin mostrar una sola acta electoral, que el candidato oficialista Maduro había ganado por el 51,2% de los votos, contra el 44,2% del candidato opositor González Urrutia, se desató una crisis de consecuencias profundas que incluyen tensión social, movilizaciones, asesinatos y represión estatal contra la población.

El anuncio de resultados altamente cuestionados y la jura intempestiva de Maduro como presidente por seis años más, generó un repudio masivo dentro del país y la suma de cada vez más rechazos en todo el mundo, a la vez que siguen pasando los días y el CNE afín al gobierno continúa sin hacer pública ningún acta electoral ni datos serios de los resultados que emitió.

Los datos expuestos oralmente y sin prueba alguna, fueron el capítulo final de todo un proceso electoral irregular y antidemocrático. Con un gobierno que desde hace años interviene partidos políticos, incluidos los de la izquierda radical, asalta sus registros legales, nombra directivas paralelas y en los meses previos proscribió candidatos de derecha, de centro y de izquierda. Y finalmente le negó el derecho de que puedan emitir su voto a millones de venezolanos que fueron empujados por la crisis social y económica a vivir en otros países. Estuvimos frente a un proceso electoral amañado y planificado para que Maduro ganara como sea. Y ahora estamos viviendo las consecuencias de esa arquitectura electoral injusta.

Dos candidaturas que no apoyamos

El régimen de Maduro lo mantuvo a él como candidato en estas elecciones, para la continuidad de un proyecto represivo que, mientras profundiza sus negociados, corrupción y privilegios, además ha sido incapaz de garantizar trabajo, alimentos y en muchos casos ni agua potable para la población. A la cual criminaliza y reprime de diferentes maneras, en un formato que cada vez más se asemeja al de Nicaragua, con millones de exiliados y represión política y social interna permanente.

A la par, la derecha opositora y empresarial afín al imperialismo estadounidense y a sus corporaciones capitalistas, fue organizando una campaña con María Corina Machado, su principal referente proscripta, pero colocada en el rol de organizadora y vocera del candidato Urrutia. No compartimos nada del plan político, ni del programa ni del proyecto de esta oposición que siempre denunciamos y enfrentamos. Quienes son la expresión actual de los reiterados intentos imperialistas por hacerse con el control directo y la expoliación de todas las riquezas venezolanas.

En esta contienda electoral los dos principales proyectos enfrentados eran antipopulares y enemigos de los derechos de la clase trabajadora y de la soberanía e independencia del país. Por esa razón nuestros compañeros de la LIS en Venezuela, la organización Marea Socialista, participaron activamente de una campaña unitaria con diferentes organizaciones obreras y populares, bajo el lema “la clase trabajadora no tiene candidato”. Y convocando a recuperar la organización y fuerza obrera y popular, frente a cualquier gobierno que emergiera ganador de estas elecciones.

Que se respete la voluntad popular, basta de represión

Con este marco de situación llegamos a las elecciones del domingo pasado y a la difusión de resultados evidentemente falsos, que vulneran la decisión de millones de venezolanos. Por esa razón, apoyamos el reclamo democrático y genuino de que se sepa toda la verdad y se respete la voluntad popular. Ante semejante crisis política, el CNE tiene la obligación de exponer todos los datos del sistema y haría falta la conformación de una auditoria pública y ciudadana, encabezada y conducida por personalidades destacadas, respetadas e independientes, junto a representantes de todos los partidos.

A la vez defendemos el derecho del pueblo venezolano a movilizarse de las formas que considere, para imponer el respeto a su voto y a que se sepan los resultados reales. No confundimos ni mezclamos los planes políticos de una oposición empresarial de derecha, con el justo sentir de hartazgo de una gran parte de la población castigada por un régimen decadente que lleva años haciéndole imposible la vida a toda familia trabajadora y a sectores populares y medios. Salir a la calle a exigir la verdad y transparencia con los resultados es un derecho democrático que apoyamos. Por lo cual rechazamos y repudiamos todas las acciones represivas del Estado a cargo de Maduro y su reciente convocatoria a las fuerzas armadas a patrullar las calles y a reprimir manifestaciones. Por este camino las muertes y asesinatos que ya existen se multiplicarán y el gobierno tendrá que pagar por todos esos crímenes.  

Un régimen reaccionario anti socialista y una oposición de derecha

Seguramente en millones de trabajadores y jóvenes de todo el mundo haya preocupación ante estos acontecimientos y frente a una campaña de grandes medios de comunicación capitalistas que hablan de un supuesto fracaso del socialismo en Venezuela. Queremos reflexionar sobre esto y compartir nuestras opiniones, partiendo de afirmar que no hay nada más alejado de la realidad, que ubicar a Maduro y su régimen como la expresión de un proyecto revolucionario genuino.

El régimen de Maduro no tiene nada que ver, ni en el plano económico, ni en el político ni en el social, con un proyecto socialista. Venezuela es un país encabezado por un gobierno y régimen de contenido y forma capitalista, centrado en altos negocios petroleros desde el Estado, en asociación con grandes corporaciones del sector energético y con el poder financiero, y con altos funcionarios políticos y militares haciendo parte de esos negociados transformándose en nuevos empresarios y millonarios. Una elite enquistada en el Estado que utiliza en su favor la historia inicial del proceso bolivariano, mientras fue desmontando y liquidando todas sus principales conquistas sociales, las cuales nunca llegaron a ser anticapitalistas, pero sí existieron durante algunos años en oposición al imperialismo yanqui. Hoy no queda vestigio alguno de la situación revolucionaria del pasado.

Este régimen económico es acompañado para sostenerse en el poder, por un modelo altamente autoritario, con persecución a opositores políticos y a referentes obreros y populares que terminan encarcelados, procesados o expulsados de sus trabajos. Un régimen que llevó a millones de venezolanos a tener que irse del país y a quienes se quedaron a no tener como alimentarse ni a tener una vida digna.

Por esa razón el descontento se expresó de manera mayoritaria en estas elecciones, donde una parte muy importante de la población optó por votar contra Maduro, más allá de la adhesión o no que tuvieran por las ideas de la oposición. Hartos de este régimen y del mal vivir, se votó mayoritariamente contra la continuidad.

Es decir que si hoy se está ante la posibilidad de que un sector de la derecha política y empresarial pueda hacerse con el control del país, se debe a la responsabilidad del propio Maduro y su régimen nocivo y reaccionario, que al aplicar brutalmente su plan anti obrero y antipopular, y encima hacerlo en su discurso en nombre de un supuesto socialismo y antiimperialismo, le abrió las puertas a la posibilidad de que la oposición pro imperialista se reorganice y fortalezca.

Conclusiones y tareas

Por todo esto desde la Liga Internacional Socialista convocamos a solidarizarnos y a apoyar a todos los trabajadores y sectores populares que en Venezuela genuinamente luchan por el derecho a que se respete la voluntad popular y para que se sepan los resultados verdaderos, denunciando y enfrentando todo tipo de represión.

Convocamos a fortalecer espacios de coordinación desde abajo, donde esos reclamos electorales y democráticos y todos los reclamos sociales obreros y populares se expresen en forma independiente de los grandes aparatos políticos opositores.

También convocamos a fortalecer dentro de Venezuela una organización realmente anticapitalista y socialista, que retomando las mejores tradiciones políticas e independentistas de ese país, acoja en su seno a trabajadores y jóvenes que frente a un régimen descompuesto y una oposición derechista, quieran avanzar en un rumbo alternativo. Para pelear por un futuro donde las y los trabajadores gobiernen y todos los bienes comunes y los resortes estratégicos del país sean conducidos por la clase trabajadora, para ponerlos de una vez por todas al servicio de las necesidades sociales de las mayorías.

Desde el impulso y construcción revolucionaria de una fuerza política con esta estrategia, impulsamos a la vez la mayor unidad política de las y los anticapitalistas y antiimperialistas y de una nueva alternativa unitaria de una verdadera izquierda revolucionaria, independiente de todos los poderes imperialistas en Venezuela.

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