Los datos emitidos en el informe[i] del INDEC muestran nuevos aumentos en la canasta básica, algo que mes tras mes se va traduciendo en una constate pérdida del poder adquisitivo de los bolsillos de las mayorías trabajadoras.
El documento publicado este 20 de octubre por el INDEC, deja ver que en el mes de septiembre se produjo otra suba en los valores de la canasta básica.
Por un lado, la canasta básica alimentaria arrojó un aumento del 3,4% respecto al mes de agosto y su variación interanual quedó en el 39,6%. Estos porcentajes indican que para que una persona no caiga por debajo de la línea de indigencia necesita tener un ingreso por encima de los $ 6.288 pesos. En el caso de una familia compuesta por cuatro personas, dos mayores de edad y dos menores, necesitaría disponer de $ 19.430 para no caer en la misma condición.
El otro elemento comprendido en este documento es el valor de la canasta básica total, que indica la línea de pobreza. Esta tuvo un aumento del 3,8% respecto al mes anterior y además es el mayor incremento de lo que va del año, superando al 3,6% que registró el mes de enero. Por otra parte, su variación interanual fue del 35,7%.
Según estos datos, los aumentos de la canasta básica total hacen que un adulto precise de $ 15.280 para no estar por debajo de la línea de pobreza y una familia, para no entrar en la misma situación, tiene que disponer de $ 47.216. Aunque no podemos olvidar que tal como lo indicó la Junta Interna de ATE semanas atrás, habría que elevar el salario mínimo a $72.000 para contemplar todos los gastos necesarios que tiene una familia. Esa es la realidad.
El gobierno da rienda suelta a los aumentos
Al aumento de la canasta básica se le suman los números que fueron publicados la semana pasada por el INDEC. Por un lado, este organismo dio a conocer la inflación del mes anterior, la cual fue del 2,8% y también informó la cantidad de puestos de trabajos que se destruyeron en el primer trimestre de este año, donde el número llegó a los 3.757.000.
Frente a este panorama, el gobierno de Alberto Fernández lejos de tomar medidas para ponerle un freno a esta situación, que incrementa la carestía de vida, decide tomar el rumbo señalado por el FMI.
Mientras que en septiembre según estos datos oficiales una familia para no ser pobre necesitó $ 47.216, el Ministerio de Trabajo hoy terminó de oficializar el nuevo monto del salario mínimo vital y móvil. El valor del mismo será de $ 21.600, pero recién llegará a esta suma en el mes de marzo del año que viene, ya que el aumento de este importe se realizará en tres tramos.
El aumento es una burla y un claro ataque a las condiciones de vida de los trabajadores, porque no cubre ni la mitad del valor de la canasta básica total. Esto demuestra que el gobierno ya no cumple ni con su propia Ley de Contrato de Trabajo, la cual en su artículo 116 determina lo siguiente: “Salario mínimo vital, es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”[ii].
¿Cómo enfrentar los aumentos?
El gobierno actúa para el mercado financiero, con las nuevas medidas del ministro de Economía. La burocracia sindical pacta y festeja cada medida a favor de las patronales. El empresariado y el FMI contentos. A pesar de estas conductas, desde el MST en el FIT-U proponemos un giro de 180 grados para terminar con estos aumentos que sumergen en la pobreza a las mayorías populares.
Frente a los incrementos de precios es necesaria la eliminación del IVA, la retrotracción de los precios y el control de estos para evitar los aumentos especulativos. Acompañado a esto, hay que romper relaciones con el FMI, para que la regla no sea que los salarios mínimos estén por debajo de la línea de pobreza. Este tipo de medidas orientadas para las mayorías son las que realmente frenan la miseria.
[i] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/canasta_10_20DA9C1F2E1E.pdf