Con récord de muertes, hospitales desbordados y una primera línea precarizada, comenzaron a regir las nuevas medidas anunciadas el pasado sábado 29 de mayo por el gobierno de Arabela Carreras. Pero lejos de fortalecer el sistema de salud, estas medidas son de una mayor apertura económica y de la vuelta a las clases presenciales.
Desde hace unas semanas atrás todo el país es testigo de la grave situación sanitaria que atraviesa nuestra provincia. Las imágenes de un paciente internado en un catre desnudaron esta dramática situación que al día de hoy sigue empeorando. Durante los últimos días varios hospitales quedaron totalmente desbordados, a tal punto que tuvieron que desmantelar consultorios de otras áreas para tener más espacios de atención para los pacientes con Covid. Tal es el caso del Hospital de Cipolletti, donde la sala de espera de la guardia se convirtió en un sector más de internación.
Los datos de las últimas semanas complican aún más el panorama. Se registró un 30% de aumento en los contagios y un nivel de ocupación de camas UTI del 95%. En cuanto a decesos, con los récord de los últimos tres días, superamos las 1.700 víctimas desde el inicio de la pandemia.
Sumado a esta realidad, la primera línea lleva meses exigiendo mejores condiciones laborales y una recomposición salarial. Fueron ellos quienes advirtieron desde un principio la situación que estamos atravesando ahora, denunciando que el gobierno no estaba trabajando en un plan de contención ante la inminente llegada de la segunda ola. El nivel de precarización en que se encuentra el personal de salud es realmente criminal, sumado al enorme estrés de tener que sostener esta grave situación. Sin embargo, la única respuesta de las autoridades fue perseguirlos y amenazarlos con descontarles el sueldo, además de desconocer a ASSPUR como el legítimo representante sindical de les trabajadores de la salud.
Pero todo esto aún no termina, tras el vencimiento de las medidas decretadas por Nación, el gobierno de Arabela Carreras anunció una mayor apertura económica, la ampliación de los horarios de circulación y la vuelta a las clases presenciales en varias localidades. Lo que implica una mayor exposición que se resume en mayores contagios y en el agravamiento de la situación sanitaria. Esto es así pese a que el gobierno intente apelar todo el tiempo a la responsabilidad individual.
Frente a esta severa situación, desde el MST en el FIT Unidad proponemos una serie de medidas de emergencia para contener esta segunda ola:
- Vuelta a fase 1 real. El confinamiento debe ser más prolongado, de manera estricta e intermitente, aplicado toda vez que la situación epidemiológica lo requiera.
- Testeos masivos. Es el método aceptado como la única forma científica y racional de poder seguir el curso de los contagios y así aplicar aislamientos selectivos y eficaces.
- Intensificar y multiplicar la vacunación. Si expropiamos el laboratorio de Garín tendremos vacunas para todes y si se anularan las patentes aumentaría la producción.
- Que los ricos y el FMI pongan la plata. Con un impuesto permanente a la riqueza podremos sostener el confinamiento y decretar un aumento de salario acorde a la canasta familiar a la primera línea y al conjunto de les trabajadores, como también garantizar un IFE de $40.000 para todo aquel que no tenga salario fijo.
- Sistema único de salud. Los esenciales están agotados, ya con escasos recursos siquiera para administrar a los pacientes en las unidades de terapia. Por eso es imprescindible avanzar en un sistema de salud único, bajo control estatal, para aprovechar la totalidad de la capacidad instalada al servicio de la pandemia y para eliminar el poliempleo y los salarios de pobreza.
Todo esto es posible. Se trata de decisiones políticas.
Jere Zalazar