jueves, 25 abril 2024 - 16:46

Regreso a la presencialidad. Pura improvisación electoralista

El lunes 2 de agosto, el gobierno de Kicillof, con mucha propaganda y en acuerdo con Trotta, ministro de Educación de la Nación, anunció que volvemos a la presencialidad «cuidada y segura». A esta altura, podemos asegurar que esto es solo un slogan, ya que los problemas estructurales en las escuelas no fueron resueltos.

Las aulas siguen sin tener las estufas o calderas en condiciones y las temperaturas muy bajas hacen que dar clases sea tortuoso. Podemos dar infinidad de ejemplos: maestras llevando sus propias estufas eléctricas en un bolso, o bien, con tanto abrigo que no nos permite movernos. Estudiantes, que en escuelas de la periferia no tienen ni medias para protegerse del frío. Tan absurdo y precario está todo que las familias, antes de mandar a sus hijes a la escuela, tienen que llamar para ver si se suspendieron las clases por falta de agua, luz o gas.

El gobierno tuvo mucho tiempo desde inicios del 2020 hasta hoy para resolver todas estas problemáticas que han quedado claramente irresueltas, en medio de una pandemia que aún no ha terminado y que exige máxima seguridad en general para poder regresar a clases presenciales. Esto nos obliga a exigir la suspensión provisoria, con el problema adicional que tampoco se tiene en cuenta desde el Estado que en la modalidad virtual se excluye de hecho a docentes y estudiantes por falta de dispositivos y WiFi.

No queremos lástima, queremos respuestas. Por eso, en varias escuelas nos enfrentamos a esta situación con la normativa en la mano y colectivamente hemos decidido, a través de actas firmadas por unanimidad, la suspensión provisoria de la presencialidad hasta que se resuelvan estos reclamos elementales.

A su vez, el gobernador Kicillof dictaminó una resolución dejándole la potestad a las autoridades para levantar las dispensas a partir del día 9 de agosto en todos los casos que tengan las dos dosis. De este modo, se expone a personas de riesgo a volver a clases sin tener en cuenta el peligro que eso implica. Por otro lado, la vuelta masiva a las aulas, aun manteniendo las burbujas, deja un tendal de suplentes sin trabajo y sin haber normalizado los actos públicos. De este modo, no hay ningún tipo de resguardo al personal. Por eso, las dispensas deberían continuar.

Este regreso compulsivo muestra que el criterio que usan desde el gobierno provincial es un criterio economicista y mercantilista de la educación, que no busca resolver los problemas pedagógicos, ni los de infraestructura. Así, la ministra Vila, para mostrar su fingida preocupación por la educación y los estudiantes, y avasallando el derecho de docentes y alumnos, propone como solución que se den clases los sábados.

Si realmente se preocuparan por la educación deberían aumentar al 10% el presupuesto educativo, invertir en infraestructura y en aumentar los magros salarios de les docentes y auxiliares. Es inadmisible e inmoral que les docentes tengamos salarios por debajo de la línea de pobreza. La mayoría de les docentes son cabeza de familia con hijes a cargo, y para poder alimentarlos y brindarles un techo tienen que matarse por conseguir dos turnos, si es que pueden conseguirlos en este contexto donde los actos públicos casi no existen.

La escuela pública ha sufrido una catástrofe y la pandemia lo único que hizo es dejar en evidencia la falta de inversión y el desinterés por lo pedagógico. Por eso es imprescindible llamar un Congreso Pedagógico Educativo Nacional donde la comunidad educativa discuta las necesidades y contenidos pedagógicos que hoy están sumidos en una crisis muy profunda. Corremos el riesgo de que la escuela no cumpla, ni siquiera, su primer y más importante rol, que es educar.

La única manera de cambiar esta lógica de ajuste es tocando intereses de los más poderosos: impuesto a la riqueza y anulación de subsidios a escuelas privadas y confesionales. En este marco, es necesario un plan de lucha. La burocracia de la celeste, parte de este gobierno y socia del ajuste en curso, solo saca comunicados cuando la paritaria ya fue cerrada con su firma y sus aplausos. En El Frente de Todos y Juntos por el Cambio se pelean por la presencialidad a cualquier costo, pero no ponen un peso para el presupuesto. Solo desde el programa desde el FIT-U y la izquierda demandamos políticas públicas para mejorar la educación.

Les trabajadores somos los únicos que sabemos que esta crisis no la generamos nosotres, pero desde el gobierno y la oposición de derecha pretenden que la paguemos igual. Sin embargo, les trabajadores nos animamos a hacer política para cambiar de verdad esta situación que se arrastra desde hace décadas. Por eso, más que nunca hay que apoyar a la izquierda que lucha y también se presenta a las elecciones.

Estas propuestas forman parte de nuestro programa en el Frente de Izquierda y los trabajadores Unidad.
Desde Alternativa Docente queremos fortalecer y hacer grande a la izquierda. Llegó la hora de revolucionarnos y de que (R)evolucionemos la izquierda. Llamamos a fortalecer a la lista 10R encabezada por Alejandro Bodart. Por una izquierda más amplia, más grande, sin dogmatismos, ni hegemonismos. Esta es la gran tarea que nos damos desde el MST en FIT-U, pensar cómo fortalecer un proyecto de y para les trabajadores.

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