Johana Ramallo fue una joven argentina que desapareció el 26 de julio de 2017 en la ciudad de La Plata, Argentina. Tenía 23 años al momento de su desaparición. Estaba en una situación vulnerable: era prostituida en la zona roja de La Plata, en el barrio “El Mondongo”, conocido por ser el epicentro de la prostitución en la ciudad.
En agosto de 2019 partes de su cuerpo fueron encontradas en la costa de Berisso, confirmando su muerte. La investigación sigue su curso, con esfuerzos para esclarecer los responsables y las circunstancias exactas de su desaparición y asesinato.
El caso de Johana recibió amplia atención mediática y generó movilizaciones sociales demandando su búsqueda y justicia.
Este no es un caso aislado: en lo que va del año 2024 fueron 158 casos de denuncias por explotación sexual. Además, entre 2019 y 2023, se asistieron a más de 5000 víctimas a través del PNR (Programa Nacional de Rescate), lo que muestra la persistencia y gravedad del problema en nuestro país.
La trata es un crimen atroz y significa para los capitalistas uno de los delitos económicamente organizados más rentables. Semejante andamiaje es imposible de sostener sin la complicidad Estatal:
* La Gendarmería y otras fuerzas armadas fronterizas le dan impunidad al tráfico de personas, mientras se impulsa una política xenófoba contra migrantes pobres;
* La Justicia clasista es durísima contra los “delitos a la propiedad” mientras deja actuar libremente a las redes de trata;
* El Poder Ejecutivo tiene un discurso para combatir a las mafias mientras permite el blanqueo masivo de dinero sucio proveniente del delito económicamente organizado;
* Los bancos lavan el dinero proveniente de este tipo de actividades ilegales y ofrecen secretismo para defender a la clase social que está detrás de la trata.
Por último, en el contexto actual de nuevos ataques al movimiento feminista, un salto en el empobrecimiento de mujeres y niñas y de intento de ponderar a las fuerzas armadas, el gobierno de Milei cultiva el escenario para que este problema empeore. De nosotras y nosotres dependerá enfrentar esta situación con la más amplia unidad en las calles, para que nunca más tengamos que contar desaparecidas.
¡Justicia por Johana! En nuestra memoria, ella y todas las “olvidadas”, ahora y siempre.
Mora Guerra Deluso