Durante este mediodía se espera una reunión entre el ministro de Economía, Sergio Massa; el secretario de Comercio, Matías Tombolini, y la secretaria de Energía, Flavia Royón con las principales distribuidoras de naftas (YPF, Shell, Axion y Puma). El objetivo es incluir dentro del programa Precios Justos a los combustibles, permitiéndole un aumento máximo del 4% por mes y de un 3,5% en marzo, cuando finalizaría el programa.
La forma de congelar uno de los precios que, como indican desde el gobierno, arrastra los costos en toda la cadena productiva, es casi nula. Con la propuesta que seguramente el gobierno anunciará entre hoy y mañana, se descontaría solo un punto en relación a los aumentos que se venían dando hasta noviembre. En lo que va del año, en promedio, los combustibles han aumentado entre un 5% y 6% por mes, alcanzando un acumulado desde enero de 62% (52% naftas y 74% gasoil).
Con la inclusión de los combustibles a Precios Justos para nada estará asegurada una rebaja de los precios, más bien hay una legalización de aumentos mensuales a los cuales las empresas podrán acudir. Sin embargo, las petroleras miran de reojo la medida, ya que aún quieren más ganancias que las aseguradas. Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA declaró al medio Surtidores: “Estas medidas terminan en desabastecimiento en las estaciones de servicio y compras de gas y demás productos a otros países que finalmente provocan fuga de divisas”. También agregó: “Debe haber un plan que establezca un precio de los argentinos y no un programa de precios cuidados, cuando ya tuvimos una experiencia de seis meses con las pizarras congeladas y la inflación siguió escalando”.
Las declaraciones de Bornoroni no sorprenden, ya que la entrega del nuevo “dólar soja” y las diferentes concesiones que el gobierno ha otorgado a diferentes sectores hacen que nadie quiera perder ni un centavo de rentabilidad. En este marco, hay que recordar que el sector petrolero fue uno de los más beneficiados durante 2020 y 2021 cuando el valor del barril del crudo llegó a estar en U$S 0. Durante ese período en Argentina no hubo inconveniente para las principales distribuidoras de naftas, ya que desde el gobierno se mantiene una estructura de subsidios millonarios para garantizar la rentabilidad patronal.
En medio de la escalada inflacionaria el gobierno lejos está de tomar una real medida que recomponga el poder de compra de los salarios. La tarea central para el Frente de Todos es cumplir con lo acordado con el Fondo, una orientación que se contrapone con una política que apunte a elevar los ingresos de las mayorías a un valor igual al de la canasta básica. Contrariamente sigue dejando correr aumentos de los sectores que vienen ganando desde hace años.