Hugo Moyano ha salido a despejar dudas respecto de la movilización anunciada para el 17 de agosto. Si bien habían aclarado que era contra la inflación y los formadores de precios y no mencionaba a Alberto Fernández, algunos medios especulaban con que podría significar una ruptura con el gobierno. Ahora, Moyano (padre) pone las cosas en su lugar. Como dijimos en la última nota, la CGT funciona como un apéndice del oficialismo y la acción que convocan así planteada es funcional al gobierno ajustador del Frente de Todos.
«La marcha va a ser en apoyo y no en contra del gobierno nacional. Este gobierno mantuvo las paritarias, por eso los trabajadores lo apoyan», exclamó Moyano. La afirmación de que los trabajadores apoyan al gobierno es una falacia y demuestra lo alejadas que se encuentran las cúpulas de la burocracia de las bases. Los trabajadores reclaman y piden día a día aumentos que le ganen a la inflación y que puedan cubrir al menos la canasta básica. La existencia misma de las paritarias no resuelve absolutamente nada si estas son siempre a la baja.
Es entonces una tarea de primer orden impulsar las luchas en curso y reclamar que las centrales rompan con el gobierno y convoquen a un paro nacional y un plan de lucha con movilizaciones conjuntas de trabajadores y los movimientos sociales que ya están saliendo a la calle.
Hay que apoyar a los compañeros del SUTNA, les docentes de La Rioja, a CICOP que exige la reapertura de paritarias urgente, a los trabajadores de la salud de Neuquén. Así como también a las movilizaciones de la Unidad Piquetera y el movimiento de desocupados en su lucha por trabajo genuino.
Moyano también habla de que hay sectores que buscan voltear al gobierno de Alberto Fernández, haciendo referencia a la oposición de Juntos por el Cambio y los liberfachos como Milei. Si bien estos sectores quieren sacar rédito electoral, lejos de desestabilizar cierran filas con el gobierno en defensa de la gobernabilidad capitalista. Buscan sostener al gobierno para que termine su mandato sin complicaciones y poder canalizar la bronca popular a las elecciones del 2023, que aún se encuentran muy lejanas.
La única salida posible es movilizar por un programa alternativo de ruptura con el FMI y tomando medidas para los trabajadores y las mayorías populares, como el que proponemos desde el MST en el Frente de Izquierda y Trabajadores Unidad.
Ver: Movilización de la CGT. Sin enfrentar al gobierno no sirve para pelear contra la inflación
Nahuel Schiavoni