Ante una denuncia de presunto abuso y la violencia sufrida en el Jardín Nº 933 de Virrey del Pino en La Matanza, unas 700 docentes del nivel inicial salimos a las calles a exigir respuestas concretas a Jefatura Distrital y a la conducción Celeste de SUTEBA Matanza. El miércoles 3, a las 10hs, nueva autoconvocatoria en Jefatura.
Este viernes 28, ante la autoconvocatoria del nivel Inicial, acompañamos la movilización de unas 700 docentes, yendo primero a la sede del SUTEBA Matanza donde hubo una permanencia y ocupación hasta obtener alguna respuesta. Y de ahí, a la Jefatura Distrital. Esa masiva irrupción de las docentes, se relaciona con la exigencia de resguardo, ante una denuncia de presunto abuso de una niña del Jardín Nº 933.
En esa situación, un grupo de la comunidad respondió atacando el jardín “Chiquititos”, el miércoles 26. Hubo piedrazos, fogata en la puerta, un auto de dirección destrozado, pintadas en las paredes y se atacó también la casa de la directora. Hubo entonces un fuerte despliegue de la policía Bonaerense e Infantería. La primera denuncia se había hecho en la UFI Nº 2 de La Matanza, sospechando de un hombre de más de 70 años que viviría contiguo al jardín. Luego se habló de más posibles casos.
Es comprensible el malestar o bronca de familias que entiendan que sus pibes pudieran haber sufrido abuso, pero la violencia no es el camino para llegar a la verdad ni la forma de exigir “explicaciones” a las autoridades del colegio. En este sentido, son las autoridades de Educación, Justicia y Desarrollo Social quienes deberían haber actuado a fondo, ya que lamentablemente no es la primera situación violenta que se vive en un jardín, al no actuar con la celeridad y dando todas las garantías que se requieren.
Las autoridades buscan cubrirse por no actuar y dejan que todo escale
Es que, pese a que el comunicado de Jefatura de Región 3 de La Matanza del 27 de abril reconoce que desde el 15 de marzo una “familia se acercó a plantear una situación de alarma respecto de la niña”, y dicen que habrían iniciado “las acciones para resguardo de la integridad de las niñas y niños, como así también del personal docente y auxiliar”, lo cierto es que ante los incidentes, no se hizo presente ninguna autoridad del municipio ni de Desarrollo Social ni de la justicia que debería estar investigando ni de especialistas en esta problemática, apenas unas inspectoras que no lograban contener a las familias y a esa situación que escalaba.
El cínico comunicado de Jefatura de Región 3 no puede detallar ninguna de esas supuestas “acciones de resguardo”. Porque lejos de intentar una actuación de contención, a través de un equipo de profesionales hacia las familias que reclamaban con angustia, se llegó al día 26 con el gobierno desplegando la Infantería con cascos, escudos, bastones y armas.
La Jefatura dice que pidió entonces una “medida de carácter preventivo en resguardo de la seguridad del edificio del Jardín 933, sobre el personal, estudiantes y comunidad”, pero el daño ya estaba hecho. El quiebre y rotura de vínculos entre familias y la escuela había avanzado. Lo dicen para cubrirse por no actuar con rapidez ni con una intervención adecuada para analizar la veracidad de lo denunciado. Por eso exigimos una investigación independiente que permita llegar a la verdad.
Como docentes exigimos resguardo y llegar a la verdad
“Los chicos no mienten”, dicen las familias y desde Alternativa Docente en la Multicolor, partimos de creer, ante denuncias sobre derechos vulnerados de nuestras infancias. Porque como docentes, no solo estamos entre quienes más interés tenemos en saber qué pasó, si no que muchas veces contribuimos con la ESI (Educación Sexual Integral) y otras estrategias, a que las situaciones de abusos se detecten.
Queremos que se esclarezca lo ocurrido y se garantice el resguardo de las infancias y un tratamiento adecuado para llegar a la verdad. Para eso, sus relatos deben ser escuchados en un ambiente adecuado, de forma correcta, imparcial y profesional.
En este contexto, es importante analizar el rol de Jefatura y las inspectoras que distan mucho de acompañar a sus docentes ni de implementar políticas de cuidado hacia las infancias y las trabajadoras. En varios abordajes de los últimos casos donde hubo denuncias de abuso que cobraron visibilidad, las docentes se sintieron en peligro ante el accionar de Jefatura.
Jefatura e Inspección: ¿Buscar la verdad o acallar a las familias y a las docentes?
Es que esta institución tomó medidas como el desplazamiento generalizado de los cargos del personal, sin consentimiento ni anticipación. Se las dejó desprotegidas, sin garantizarles acceso a cobertura de días ni asistencia integral. Se les impuso un régimen de silencio para con la comunidad, sin poder entablar un diálogo con la misma para poder aclarar la situación, construir acuerdos y pasos a seguir, lo cual lógicamente promueve que crezca el enojo y la violencia de las familias al no registrar entendimiento y respuestas de la institución ya que tampoco Jefatura da la cara con la comunidad.
Tampoco la Jefatura de la DGCyE, al igual que los medios, se encarga de difundir la inocencia de docentes y/o auxiliares cuando, como conclusión de un proceso de investigación, se confirma la misma, luego de haber aportando al linchamiento mediático y social y no contribuyendo a la reparación.
De hecho, exigen aislamiento de las docentes y, ante situaciones de esta complejidad, se las reemplaza y exigen que el resto de la institución funcione al otro día como si nada pasara, intentando minimizar la situación y taparla. Lo que agrava la duda y preocupación en las familias.
Tenemos que decir que, en la orientación y los protocolos de estos niveles institucionales de Educación, tampoco hay resguardo ni reparación ni para las personas que fueron acusadas falsamente ni para los niños y sus familias, que manifiestan preocupación y enojo.
Es lógico también que la comunidad muestre preocupación ante una denuncia hacia el personal de la institución a donde sus hijes concurren. La información necesaria a difundir, en estas situaciones, no depende de la voluntad y el compromiso de las docentes y auxiliares, sino de Jefatura (DGCyE) es decir, de gente que no habita las instituciones.
Pero el interés principal es “que no se haga mediático” para no dejar expuesta a las autoridades de Educación y no generarle un problema político a Kicillof y al intendente Espinoza o al gobierno de turno, lejos de la política de cuidado que aparece en el discurso. Elijen un abordaje cortando por lo más fino, de intentar “dar vuelta la página”, fingir o simular y seguir con una falsa normalidad.
Por eso, cuando el nivel Inicial se autoconvocó y marchamos este viernes 28 a Jefatura para entregar una nota exigiendo protocolos de resguardo y el cese del maltrato, la puerta estaba bloqueada con un hierro para… ¿protegerse de las docentes? Y había también policías en las inmediaciones.
Es más, al solicitarles que ingresara una delegación para ser escuchadas ante los graves hechos ocurridos, dijeron que no había nadie para recibirlas, pese a que la convocatoria fuera pública y se anunció que marcharíamos a Jefatura. Es decir, una decisión deliberada de no recibir a un nivel Inicial movilizado. Así solo profundizan las situaciones de crisis y desprotección.
Una prensa amarillista se erige en juez, jurado y dicta sentencia
“El jardín del horror”, volvía a ser el titular de ciertos medios de terror, a los que le rinde alentar el escándalo y el enfrentamiento entre la escuela y la comunidad. Cuando en realidad, necesitamos dar una lucha en común por esclarecer lo ocurrido e ir a fondo. Pero “vende” más mediáticamente inducir a que hubo “encubrimiento”, sin importar el daño que eso haga.
El abordaje mediático de estas situaciones -como vimos también en el Jardín 949 o en el Jardín 1000-, es de culpabilizar a la escuela, sus directivos y a la docencia, con una cobertura amarillista, condenando a priori al personal y revictimizando a las infancias. Estas empresas mediáticas difunden e incentivan un mensaje de justicia “por mano propia”, linchamiento y escrache, con el único objetivo de conseguir más rating.
Por supuesto, cuando la investigación finaliza, no se difunde con igual énfasis ni hay disculpas ni se aclara si alguna persona acusada no era culpable, como sucede en muchos casos. Es claro que no los mueve el interés del derecho a la integridad, la verdad y justicia de las infancias.
La Celeste habla de pedir “medidas y sanciones” hacia los medios, aunque es otra promesa más que se repite y nunca avanza. Pero además, en los informes de SUTEBA Provincia sobre el Jardín 933 (ver aquí) y antes del Jardín 944 (ver aquí), este tema del tratamiento mediático, no está ni mencionado.
Decimos no a los abusos, defendemos los derechos de las niñeces y educadores
Cotidianamente, en los jardines y escuelas, decenas de miles de docentes nos esforzamos todos los días por educar y organizamos un plan para garantizar políticas de cuidado, protocolos para el cuidado de puertas, aulas, de recreos, de pasillos, para anticipar cualquier situación de riesgo.
Ante una situación de denuncia o sospecha sobre alguien de la institución, hay que recepcionar, acompañar a la familia y garantizar transparencia y dialogo con la comunidad. Respecto a la persona acusada o sobre la que pudiera recaer alguna sospecha, si es parte del personal docente o auxiliar, debería ser separada preventivamente de la institución, garantizando asistencia y tarea, sin estar frente a niñes, con estabilidad en el cargo, hasta tanto el proceso determine si hubiera culpabilidad o inocencia. Garantizando su derecho a una investigación que apunte a la verdad y no a echar culpas.
En ese sentido y también para dar tranquilidad a las familias y menores víctimas de presuntos abusos, resulta necesario, ante casos de gran complejidad, que se ponga en pie una Comisión Investigadora Independiente para no depender de la justicia tradicional, interesada en cerrar el caso a como dé lugar. Y activar también todos los mecanismos necesarios para actuar en la prevención.
El derecho al resguardo, protección y debido proceso de una investigación justa e independiente es un derecho de todo el personal y fundamentalmente de las infancias, ya que es lo que garantiza el acceso a la verdad, la condena a quien haya sido realmente el responsable, en el ámbito que fuere. Y a la vez, permite la reparación del menor y su familia, así como de quien pudiera haber sido falsamente acusado.
Porque la denuncia no puede ser igual a condena, ya que en muchos casos, ante una denuncia a un docente, se confirmó que el abuso sí había existido, pero en el ámbito intrafamiliar, no en la escuela. Entonces, el gobierno debe tomar medidas para quien fue falsamente denunciado, se pueda reintegrar en el ámbito más adecuado del sistema, según la gravedad del caso.
Sabemos también que los contextos de ajuste y ataque a los derechos de la clase obrera y sectores populares, son caldo de cultivo para el crecimiento de la violencia social y que, de esto, las infancias son las principales expuestas. Porque la violencia social que el sistema genera, se cuela en las escuelas y ahí se encuentra la principal causa. Por eso, toda respuesta superficial será equivocada.
La Celeste de Matanza: ¿Miente, miente que algo queda…?
El viernes 28, antes de ir a Jefatura, se concentró en SUTEBA Matanza para que recibieran una nota y un representante bajara a hablar con la docencia, escucharla y responder a los reclamos. Además, que dieran constancias gremiales para quienes movilizamos. Ante la negativa inicial se ingresó al sindicato que quedó copado por la movilización.
Solo había administrativos, aunque descubrieron que en una oficina estaba Daniel Romero, Secretario de Organización, quien debió salir. Dio muchas excusas, pero la que más enojó fue informar que Daniela Sposato, la Sec. General, había ido a La Plata a hablar con funcionarios.
Se le reclamó que no convocaran allí a la docencia ni fueran con mandato de los jardines. Porque sacar algún flyer o hacer posteos en Facebook, no es convocar ni apelar a la docencia afectada. Luego, pese a negar que tuvieran el libro de actas y las constancias, por la insistencia y permanencia de las compañeras, finalmente la Celeste recibió la nota y entregaron las constancias gremiales, aunque menos de las reclamadas.
Al otro día y para victimarse, la Celeste mintió burdamente sobre lo ocurrido. En el video subido al Instagram, el Sec. Adjunto falsea lo ocurrido al hablar de “un grupo muy puntual de personas muy violentas que entraron a esta seccional incitadas por la Multicolor, por concejales y diputados del PO y el PTS”. Y refuerza la mentira al hablar de “un grupo muy reducido, que no tiene nada que ver con la movilización pacífica”, diciendo que habríamos “agredido a empleados y trabajadores del SUTEBA, en una actitud cobarde”.
Toda una construcción falsa, engañosa, que repite el macartismo Celeste. Porque busca desprestigiar la genuina presencia adentro y afuera del sindicato, que fue masiva y autoconvocada. Porque como integrantes de la Multicolor, solo estuvimos cuatro, con dos compañeras de la Coral y una de Docentes en Marcha, acompañando esa ocupación de una gran cantidad de docentes y dejando constancia de lo tratado en distintas grabaciones. Hubo malestar de las docentes, pero ninguna violencia ni agresión, menos a ningún trabajador.
Cualquiera puede ver que el Sec. de Organización habla, explica y hasta ofrece dar los certificados 115 b3 para cubrir la movilización, aunque se negó a acompañarla. La docencia responde, expresa su disconformidad, pero sin violencia ni agresión. Todo está grabado y desmiente a la Celeste que apela al repudiable método de “miente, miente que algo queda…”.
A su vez, como muestra el video publicado por el Concejal de PO, estaba afuera del sindicato. Y la compañera del PTS pudo llegar cuando la marcha estaba yendo a Jefatura. Eso también está registrado en sus redes, desmintiendo las arteras mentiras y el macartismo Celeste hacia compañeres con quienes integro el Frente de Izquierda Unidad, como concejal electa por el MST. La mentira entonces, tiene patas cortas.
Lamentablemente, el intento de victimizarse lo reforzó Sposato, pero todo es falso. Hablan de “construir colectivamente”, pero dividen a la Seccional, dan la espalda al nivel Inicial y todo para ocultar que fueron a hablar con funcionarios, solo con un par de directivos, cuando una masiva marcha de Inicial les golpeaba la puerta.
Basta de promesas repetidas: ¡Urgentes medidas de resguardo!
Es evidente que la conducción Celeste intenta cuidar al gobierno de Kicillof y el PJ de un problema político. Por eso insisten con que se ponga en práctica la Resolución 2672/2015 que ya suma 8 años sin cumplirse ni aplicar. Un proyecto de la Celeste que se aprobó en el gobierno de Scioli, con una posterior “Guía” que se prometió difundir masivamente; llamar a jornadas de capacitación como ahora nos vuelven a prometer; a convocar a diálogos en las escuelas, con las familias. Y nada se hizo, solo reuniones donde reflotan esas viejas promesas que quedan ahí, al apagarse las cámaras de la prensa o aminorar el conflicto.
Por eso la Celeste no convocó a hacer asambleas y a elaborar mandatos, ni a un plenario abierto local ni a movilizar a La Plata ni a un paro distrital y provincial como planteamos con la Multicolor. No nos sorprende, porque esta burocracia, en equipo con Jefatura, presionó a docentes para que no pararan por 48 hs y es su gobierno el que amenaza con ponernos injustificada y descontar.
Como continuidad de esta lucha, Inicial se vuelve a autoconvocar el miércoles 3 de mayo a las 10hs en Jefatura. Ahí estaremos desde Alternativa Docente en la Multicolor, acompañando y poniéndonos a disposición del nivel. Mientras preparamos la continuidad del fuerte paro del 25 y 26 que incluyó estas demandas, además de reclamar por más y mejor salario, presupuesto y condiciones dignas para una educación de calidad.
Y este lunes 1º de Mayo, te invitamos a que nos acompañes 15 hs al gran acto en la Plaza de Mayo con el MST y el FIT Unidad. Para que la crisis la paguen los capitalistas. Plata a educación y salarios, no al FMI. Basta de subsidiar a los colegios privados. Para apoyar, unir y nacionalizar las luchas. ¡Sumate!
