Amir Nasr-Azadani jugador de la selección de su país y del Rah-Ahan, el Tractor y el Gol-e Rayhan, de 26 años, ha sido acusado por el régimen iraní de un delito llamado ‘moharebeh’, es decir, ‘enemistad con Dios’, según ‘IranWire’; este conlleva la ejecución en la horca. Todo tras un juicio sin garantías. La de Amir sería la tercera ejecución pública en el contexto de las protestas desencadenadas por la muerte el 16 de septiembre pasado de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años fallecida tras ser detenida por la policía de la moral por infringir el estricto código de vestimenta que deben respetar las mujeres del país.
La familia del jugador ha sido amenazada por las fuerzas de seguridad de la República Islámica. Hasta ahora solo uno de los jugadores iraníes que estuvieron en el Mundial de Qatar han reaccionado ante las ejecuciones y las amenazas, el portero Alireza Beiranvand, quien pidió a través de la red social Instagram que las penas fuesen revocadas.
Por su parte la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesiones (FIFPRO), que ha pedido a las autoridades iraníes que eliminen la pena. «FIFPRO está conmocionada y asqueada» reza el comunicado y además agrega «Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo»
Desde nuestra parte exigimos la revocatoria de la condena y su liberación inmediata. También apoyamos los reclamos del conjunto del pueblo iraní por los derechos y libertades básicas contra el régimen sangriento del los Mullah.