Como continuidad de la reunión en el gremio de la Sanidad y el posterior encuentro del Consejo Económico y Social en el CCK, en el día de ayer volvieron a juntarse en el Ministerio de Economía ministros del área económica con representantes de la UIA y del triunvirato cegetista, con el anunciado objetivo de acordar medidas para enfrentar la inflación y llegar a un acuerdo de precios y salarios. Ninguna medida concreta salió de esta nueva reunión, solo un documento con consideraciones generales ¿Habrá comenzado la terapia de grupo?
Estuvieron presentes el ministro de Economía, Martín Guzmán; el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; el de Trabajo, Claudio Moroni, la jefa de Gabinete de asesores de Hacienda, Melina Mallamace, por la parte gubernamental. El titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja; el secretario Miguel Ángel Rodríguez; el director ejecutivo de la Entidad empresaria, Diego Coatz; más Héctor Daer, Carlos Acuña por el secretariado de la CGT –repitiéndose la ausencia de Pablo Moyano- y Andrés Rodríguez de UPCN, por el lado sindical.
El documento, luego de varias consideraciones generales tales como “establecer una agenda de trabajo común” para “enfrentar la inflación” y fortalecer “los ingresos reales de los trabajadores”, pasa por las dificultades abiertas “por el conflicto bélico en Ucrania” y señala que “la inflación es hoy una combinación de problemas internos y de la escalada de precios internacional”. Resalta también que “el acuerdo con el FMI fue un paso importante para despejar la inestabilidad e incertidumbre”. El escrito termina en una serie de propuestas igualmente generales, tales como generar “una mesa de trabajo”, ampliarla, mejorar la frecuencia de sus reuniones, discutir cómo garantizar “el acceso a la energía”, etc.
Ni medidas mínimas como la famosa retracción de precios al 10 de marzo, tan anunciada por el gobierno surgieron de esta reunión. No era obligatorio, ya que se trataba de una “terapia de grupo”. O si se quiere, como decía el General, “si no querés resolver algo arma una comisión”. Es que el gobierno, tanto en el ala albertista que ahora recurre a la psicología, como en el ala kirchnerista que con el secretario de Comercio Feletti, quién acaba de declarar utilizando la mística que -«milagros uno no hace»-, no tienen ningún interés de aplicarles sanción alguna a estos empresarios que se recontra enriquecen con la inflación y la baja salarial. Mucho menos al resto de los “diablos oligopólicos” que aumentaron sus productos entre un 7% y un 15% durante marzo.
En este contexto, “fortalecer los ingresos de los trabajadores” es apenas una frase de compromiso para cubrir la presencia en la mesa de los archi traidores dirigentes cegetistas, que no se inmutan cuando el gobierno anuncia un bono para los jubilados de apenas $ 6.000, cuando se espera un nuevo record de inflación para marzo de alrededor del 6%, con el que el nivel inflacionario del trimestre superará el 15%, y con la mayoría de los jubilados cobrando menos de la mitad de la canasta de pobreza. Una vergüenza.
No pueden ni quieren frenar una inflación que sigue escalando. Para abril ya se anuncian aumentos del 6% en la medicina prepaga –que ya había aumentado otro 6% en marzo-, del 9% en los colegios privados de CABA, de 53,6% en la actualización anual de alquileres; a lo que debemos sumarle el aumento constante de los alimentos, cuyo consumo se viene retrayendo cada vez más. Además, el gobierno va a llamar en este mes a audiencias públicas para consagrar el tarifazo en la electricidad y el gas que exige el FMI.
Tan grave es la escalada que, repitiendo viejas mañas, Feletti empezó a cuestionar los índices que publica el INDEC, ya que a su Secretaría le daría aumentos menores. En cualquier momento llaman de vuelta a Guillermo Moreno, un experto en dibujar índices.
El multitudinario acampe de las organizaciones sociales en la 9 de julio y las múltiples acciones en el interior del país, de las cuales participamos con los compañeros del MST Teresa Vive mostraron claramente que la gente no aguanta más frente al incremento de la pobreza y está dispuesta a pelear. Por eso, tanto desde el gobierno como desde la oposición de derecha salieron a pegar con todo contra las organizaciones que impulsaron esta medida de lucha y a defender la decisión del ministro Zabaleta de no dar un plan social más, para cumplir con el acuerdo con el FMI. Mientras, los viejos dirigentes cegetistas y las CTAs que apoyan el relato oficial y no empujan las luchas, con las organizaciones sociales oficialistas que disfrutan de sus cargos oficiales mientras sus bases se mueren de hambre, miran para otro lado.
Frenar la inflación es sinónimo de congelar los precios de la canasta básica, de aplicar la ley de abastecimiento a todos los empresarios que especulan, de aumentar salarios, jubilaciones y planes sociales al nivel de la canasta básica y actualizar los ingresos populares mensualmente, entre otras medidas de emergencia. Solo con la movilización de nuestros trabajadores y el pueblo podremos parar esta política de explotación y saqueo de los empresarios, el gobierno y la oposición de derecha, dispuestos a cumplir a raja tabla con el nefasto acuerdo con el FMI. Desde el MST en el FIT-U nos ponemos al servicio de que esa movilización sea cada vez más grande, más fuerte y coordinada.