“El próximo enero de 2023, Abu Dhabi será sede de la Supercopa Argentina, como parte del acuerdo de asociación estratégica firmado entre el Consejo de Deportes de Abu Dabi y la Asociación del Fútbol Argentino, que se extiende por cuatro años, en apoyo a los planes de asociación de Abu Dhabi con instituciones deportivas internacionales”. Así comienza el comunicado de prensa que anuncia un nuevo negocio de la gestión de Tapia con magnates de medio oriente.
El presidente de la AFA dijo: “La asociación con el Abu Dhabi Sports Council dará una mayor visibilidad global y creará nuevas oportunidades de negocios para los clubes y la liga argentina. Juntos, compartiremos la pasión por el fútbol en el Medio Oriente y trabajaremos para dejar un fuerte huella en Abu Dhabi”. Estoy género el lógico enojo de los hinchas genuinos de cualquiera de los clubes que pueden disputar la Supercopa Argentina y quieren ver a su equipo campeón ya que deberán hacer 14 mil kilómetros.
Esta decisión es parte de un acuerdo a nivel general que la AFA ya tiene con el Consejo de deportes de Abu Dhabi donde anunciaron en junio pasado una colaboración a largo plazo. Por eso Abu Dhabi será sede del campamento preparatorio de la selección argentina para el Mundial de Qatar 2022, y su programa, incluye un importante conjunto de partidos amistosos el próximo mes de noviembre, para concluir con el encuentro de la selección de EAU el 16 de noviembre, 6 días antes del comienzo del mundial, en el estadio Mohammed bin Zayed de Abu Dhabi. Este negocio, por ejemplo, priva a los hinchas de realizar una despedida a la Selección de Scaloni de cara a su participación en Qatar que tanta expectativa genera.
Mientras Tapia apuntala sus negocios en Medio Oriente, en el fútbol local hace 3 años que no hay descensos, no sé sabe cómo será el torneo que del año que viene, cuántos descensos habrá y si será con casi 30 equipos en primera y casi 40 en la B Nacional. Lo que equivale a 70 equipos en la primera y la segunda división de fútbol profesional. Algo que no existe en ningún otro país. Por fuera de lo deportivo, también Tapia y los dirigentes de AFA deben dar respuestas por los hechos de violencia, desidia y negligencia que se vienen sucediendo semana a semana en nuestro fútbol.