sábado, 20 abril 2024 - 07:14

Estados Unidos. Massa viaja para renegociar la deuda y “profundizar” las relaciones

Luego de una extensa reunión con el presidente Alberto Fernández en el día de ayer, el presidente de la Cámara de Diputados y una de las tres figuras fundamentales del acuerdo con el que se formó el Frente de Todos, Sergio Massa, viaja a Estados Unidos para “profundizar las relaciones geopolíticas”. Un eufemismo con el cual se pretende disimular la búsqueda de un alineamiento mayor con el gobierno imperialista de Biden, a cambio de alguna concesión menor.

Según los medios locales, la agenda que Massa habría discutido con Fernández para su recorrida de cinco días por Nueva York y Washington busca apuntalar la negociación con el FMI, mejorar las relaciones con Israel y seguir gestionando vacunas que promete el gobierno yanqui, entre otros temas.

Para ello sus entrevistas contemplan dos funcionarios claves de la administración Biden. Uno es Juan González, integrante del Consejo de Seguridad Nacional y el principal asesor del presidente yanqui para temas relacionados con América Latina. Se reunirá también con Julie Chung, subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental, la funcionaria de mayor rango diplomático de Estados Unidos para Latinoamérica. Las reuniones programadas incluirán además distintos funcionarios, legisladores, empresarios, miembros de la comunidad judía y al ex presidente Bill Clinton, un lobbista experto que antes tuvo excelentes relaciones con Macri.

González, con quien Massa tendría programada una cena “especial”, visitó recientemente nuestro país en abril pasado. Enviado por Biden, en esa oportunidad tuvo una reunión con el presidente Fernández y luego con el propio Massa. En su visita, a la par que demostrar las “preocupaciones” del gobierno norteamericano por las relaciones políticas y económicas con los gobiernos de China y Rusia, y de alentar la negociación con un FMI “distinto del 2002” por la pandemia y la grave crisis económica mundial, participó de una reunión con la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham), que aprovechó la visita para emitir un duro comunicado contra las políticas del gobierno de “precios máximos” y de exigencias a las empresas “para producir más”.

Sergio Massa y Juan González, asesor de Joseph Biden en América Latina

Como parte de sus actividades, Massa se reunirá con el diputado demócrata Gregory Meeks, quien encabeza la comisión de Relaciones Exteriores. Un influyente legislador que en una exposición en el Consejo de las Américas[i], señaló que la Argentina necesita un acuerdo con el FMI “a largo plazo” y que se concrete “lo más rápido posible”.

Luego de la entrevista con Chung en el Capitolio, el titular de Diputados, se reunirá con el Comité judío estadounidense y el Caucos de Congresistas Judíos de la Cámara de Representantes. Un lobby sionista con el cual seguramente se tratarán las excelentes relaciones que el gobierno tiene con el Estado terrorista y genocida de Israel, al cual se han enviado recientemente cordiales saludos en ocasión de la designación de un nuevo mandatario, pocos días después de una nueva matanza sobre la población palestina de Gaza.[ii]

En las reuniones de Massa, según indican fuentes periodísticas, también se tratará sobre el posible envío de vacunas de Estados Unidos vía el fondo COVAX, cuyos montos y fechas no están para nada claros al día de hoy, dado que el organismo regulador de este país no aprobó y no permite exportar las vacunas de AztraZeneca y varias de las vacunas de este fondo no han sido aprobadas en la Argentina. En un momento en que la pandemia en el país y en el mundo atraviesa uno de sus peores instantes en contagios y víctimas fatales, cuando el gigante imperial ha acumulado enormes cantidades de vacunas imprescindibles para parar de manera urgente el desastre humanitario, las declaraciones de los funcionarios yanquis hasta el momento son solo eso, declaraciones.

Como producto de la gira se espera una pronta visita a Estados Unidos por parte de Fernández para encontrarse con el presidente Joe Biden. Como señalan varios analistas, Massa, que cultiva muy buenas relaciones con Máximo Kirchner, muy lejos del discurso electoral que habla de priorizar la deuda con el pueblo, insistirá en la intención del gobierno argentino de pagar la deuda con el FMI y el Club de Paris, solicitando la ayuda del gobierno norteamericano para cerrar un acuerdo “sustentable”. Se especula además sobre el interés norteamericano en que, en una Latinoamérica convulsionada, nuestro gobierno se convierta en un interlocutor amigable para que la administración yanqui pueda mejorar su control sobre una región, que tradicionalmente es parte integrante de su patio trasero y sobre la que se planean proyectos imperiales de otras potencias.

La intención de acompañar la agenda sanitaria de la Casa Blanca es también la confirmación de una búsqueda de un alineamiento más estrecho con esta potencia imperial, principal responsable de la miseria de los pueblos oprimidos del mundo y de su total indefensión frente a una pandemia que se ha cobrado millones de víctimas y que amenaza con perpetuarse.

Una alineación que abusa de un doble discurso pseudo progresista, el cual mientras habla de apoyar las acciones de Biden para ratificar el Acuerdo de Paris contra el cambio climático, desarrolla una producción récord de fracking en Vaca Muerta y le hace el juego al mayor contaminador y destructor de la naturaleza del planeta: el sistema capitalista imperialista que lidera los Estados Unidos.


[i] Consejo de las Américas: organización que, fundada en 1963 por David Rockefeller bajo el nombre de Grupo Empresarial para América Latina, con el objetivo de contrarrestar la influencia de la Revolución cubana sobre Latinoamérica, reúne a más de 200 grandes empresas norteamericanas que concentran el grueso de las inversiones privadas sobre la región.

[ii] El gobierno de Israel y las organizaciones sionistas, con las que el gobierno argentino tiene buenas relaciones, han manifestado su desagrado por el apoyo argentino a una tibia declaración del Consejo de DD.HH. de la ONU, que crea una comisión para investigar los crímenes de guerra en la última escalada bélica, en la que se produjeron 269 muertes por el lado palestino contra 12 pertenecientes a Israel. Lo lamentable de la actitud del gobierno argentino no ha sido evitar condenar al Hamas como una organización terrorista (como reclama Israel), sino su negativa a condenar por genocida y terrorista de Estado, a su buen socio el gendarme Estado enclave de Israel, al cual legitima constantemente.

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