Fueron $104.217 los que necesitó una familia tipo, en junio, para ubicarse por encima de la línea de pobreza, así lo informó el INDEC con su publicación sobre la “Valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total.”[i]
La Canasta Básica Total (CBT), indicador que establece la línea de pobreza, en su variación mensual sufrió un aumento del 4,6%. Mientras que su variación interanual, en el mes de junio, llegó al 56,7%.
En cuanto a la línea de indigencia, marcada por el precio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), fue de un 4,6% el aumento que se registró en junio. Este incremento hizo que una familia haya necesitado $46.525 para no entrar en situación de indigencia. La variación interanual de este ítem se estableció en el 63,7%.
Con una inflación acumulada, hasta junio, del 36,2% y con una canasta básica que ya sobrepasó los $100.000, los salarios cada vez se alejan más de estos números y quedan sin posibilidades de satisfacer las necesidades básicas de un trabajador. Por ejemplo, como lo muestra la publicación, el valor de la CBT que delimita la pobreza, llegó a los $104.217, pero al mismo tiempo, el valor establecido por el gobierno del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) en junio y en julio fue de $45.540. El salario mínimo no puede garantizar la canasta básica y en agosto recién aumentaría unos míseros $2.310, estableciéndose en los $47.850.
El salario mínimo tendría que ser la herramienta que tiene que permitir al asalariado poder cubrir todas sus necesidades. En la última medición realizada por la Junta Interna de ATE-INDEC indican que: “Un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijxs en edad escolar necesitó, en MAYO de 2022, de $161.624.- para satisfacer sus necesidades. Este valor se compone de $55.362.- necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de $106.262.-. – para acceder a otros bienes y servicios básicos.”[ii]
En medio de la crisis que está transitando el país, son varios los discursos que se han presentado para frenar la catástrofe que se está avecinando. Pero ninguno da una solución de fondo, ni toca los intereses que hay que tocar para enfrentar lo que se viene y hacer que las mayorías trabajadoras no sean las que tengan que cargar en sus espaldas el vendaval que generan esta crisis. Ante este panorama la discusión sobre un Salario Universal ha estado encima de la mesa en todo momento, pero los proyectos presentados por sectores que pertenecen a la coalición gobernante no se acercan ni a convertirse en un paliativo. La iniciativa de sectores del FdT defiende que el monto del Salario Básico Universal sea de $14.400, un ingreso de indigencia que, por otro lado, el gobierno en voz de la ministra de Economía se niega a implementar.
Desde el MST en el FIT-U entendemos que un Salario Universal serio tiene que cubrir el costo de vida real de una familia y que sea actualizado con la inflación. Si no se tienen en cuenta estos elementos a la hora de hablar de este ingreso universal, lo único que se apoya es a una universalización de la precarización laboral y la pobreza, que comienza en los sectores más vulnerables de la sociedad.
La disputa sobre como dar vuelta esta situación, tiene que centrarse en la discusión sobre de qué manera se consiguen los recursos para que los trabajadores puedan enfrentar la carestía que tiene la vida. Las medidas del gobierno, anunciadas por Silvina Batakis, demuestran un constante acercamiento a los mercados. Se hace necesario el llamado a un paro general y un plan de lucha para enfrentar este sendero de ajuste. Acciones que, también, contengan un programa de ruptura con el FMI, el desconocimiento de la deuda externa fraudulenta e ilegítima, además de la nacionalización de la banca y el comercio exterior para usar los recursos para resolver las necesidades de las mayorías trabajadoras y los sectores populares.
[i] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/canasta_07_22E10EE2CAD1.pdf
[ii] https://drive.google.com/file/d/1QDbcco1pAIJSyZOb0JsA41ATOl63aNYx/view