El emblemático Hospital Garrahan volvió a parar y movilizarse, esta vez al Ministerio de Economía y a Plaza de Mayo, y confluyeron en esta jornada con una movilización y paro de médicos residentes y concurrentes de los hospitales de la CABA. Continúa el conflicto activo de la salud pública, con una potencialidad muy grande a futuro.
Reconocimiento en crisis
El Hospital Garrahan es único en su tipo en Argentina y de los pocos que existen en Sudamérica. Una referencia pediátrica de alta complejidad, donde se han practicado casi 3000 trasplantes (casi el 60 % de todos los que se practican en Argentina), con un ritmo de alrededor de 50 cirugías diarias, 500 extracciones de sangre, donde se atienden miles de consultas de todo el país por mes, entre cientos de actividades más que desarrollan y hacen a su alta especialización. Con alrededor de 6000 trabajadores, vio emigrar en estos últimos dos años a 200 de sus mejores profesionales, que renunciaron y abandonaron el hospital producto de las pésimas condiciones salariales y laborales. El enorme compromiso, la conciencia y capacidad del equipo de salud del nosocomio, contrasta brutalmente con las paupérrimas condiciones que se profundizan por el ajuste año a año. Este desmantelamiento permanente conspira contra el servicio de salud pública, y deteriora un patrimonio que es del conjunto del pueblo, que tiene que sufrir el vaciamiento de uno de sus derechos fundamentales, como lo es poder acceder a una salud pública de calidad y nivel.
Frente a este escenario, de un hospital con este nivel de complejidad y valor social, la política pública en materia presupuestaria es de ajuste progresivo, con salarios por debajo de la canasta básica en el 85% de los casos. En el caso de enfermería y otros servicios empeora, porque se encuentran muy próximos a la canasta de pobreza.
Por eso, el reclamo elemental de una recomposición del 80% en una sola cuota, y un piso salarial equivalente al costo de vida, de $180.000 al día de hoy, es algo básico para poder garantizar el funcionamiento mínimo del Garrahan. Pero, las paritarias firmadas a nivel nacional por UPCN, en la Ciudad por SUTECBA y con el visto bueno de ATE nacional, aceptaron una pérdida del poder adquisitivo de 20 puntos porcentuales. Una brutalidad que es rechazada por las y los trabajadores del Garrahan, encabezados por la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT), en articulación con Autoconvocados y otros sectores.
Confluencias
Esta jornada estuvo marcada por la convergencia con otro de los sectores de la salud que viene luchando hace tiempo: los residentes y concurrentes de los hospitales de la CABA. En el sistema de salud juegan un rol muy importante porque, junto con la enfermería (el eslabón más numeroso del equipo de salud), sostienen en buena medida la actividad del hospital público. Bajo condiciones de precariedad, bajos salarios, cercenamiento de licencias y más perjuicios.
Hace semanas que vienen realizando movilizaciones en reclamo de condiciones laborales y salariales, en el marco de una paritaria a la baja firmada por la Asociación de Médicos Municipales (AMM) y la Federación de Profesionales de CABA. La misma fue de un 84% en cuotas, por debajo de la inflación de 3 dígitos que se prevé para este año, e incluso reconocida por consultoras privadas oficiales.
En ese marco, la confluencia concretada en el día de hoy mostró la potencialidad que tiene una acción común de todo el equipo de salud. Que, en ambos casos, cuestiona las paritarias firmadas por conducciones burocráticas de los dos sectores. De aquí, surge una fuerte perspectiva de continuidad en la confluencia.
Desde la conducción de la APyT, integrante de la lista Otra Voz y Alternativa Salud-MST, junto al equipo de integrantes de esa corriente del hospital, la conducción de la Asociación Gremial Interdisciplinaria del Hospital Moyano (AGIHM) encabezada por Mariano Veiga; con la representación de la comisión directiva de la combativa Asociación de Licenciadas/os en Enfermería (ALE), representada por su presidenta Andrea Ramírez y la secretaria gremial Luciana Franco, junto al Centro de Estudiantes de la Escuela de Enfermería Grierson, una delegación de la CICOP y otros sectores, animaron e impulsaron este proceso de lucha y movilización del Garrahan y residentes y concurrentes. Fue parte también de la acción Cele Fierro, dirigente del MST-FIT Unidad, quien expresó toda la solidaridad y apoyo a este justo reclamo.
Tal como dejó planteado en el escenario Norma Lezana, como lo hizo saber la delegación de ALE en la asamblea interhospitalaria, es fundamental profundizar la unidad del equipo de salud, profundizarlo en las calles, en la movilización. Y en la práctica de un tipo de sindicalismo democrático, desde abajo, en el camino de quebrar la política salarial de ajuste que quieren imponer todos los gobiernos: el nacional y el gobierno de la rica capital del país.