Entre pandemia, inflación y pacto social, los trabajadores de supermercados impulsan asambleas y reclamos por aumento salarial y un bono adicional de 5.000 pesos Se alistan para ir a un paro nacional.
En los últimos días se fueron desarrollando simultáneamente asambleas y reclamos de los trabajadores esenciales de los supermercados mayoristas. Los trabajadores están exigiendo un bono adicional de 5.000 pesos durante seis meses. Denuncian que la paritaria del 2019 venció en abril de este año y que la paritaria que el Sindicato de Comercio cerró en octubre de este año no se ajusta con la inflación, ya que apenas perciben un miserable bono de 5.000 pesos. Consideran que merecen un aumento mayor, por eso reclaman que se duplique el bono a 10.000 pesos hasta marzo del 2021.
Además, están exigiendo la incorporación efectiva de los trabajadores que ingresaron por agencia, los que fueron tomados durante la pandemia y ya cumplieron los 6 meses de prueba. Otro reclamo es de los part- time, los trabajadores que alcanzan un máximo de 24 horas semanales, que también están reclamando se les aumente la jornada laboral para que por esa vía logren un incremento de sus ingresos mensuales.
Son conscientes de que un bono de 5.000 pesos es insuficiente. Además, a las cadenas de supermercados no les haría ningún daño, ya que el bono que reclaman se canjearía por mercaderías de los mismos supermercados donde trabajan. Hasta ahora las patronales se niegan a cumplir con el reclamo de los trabajadores y anunciaron que no existe ninguna negociación con el Sindicato de Comercio.
Antecedentes y posible paro en los próximos días
En lo que va de la pandemia estallaron varios conflictos en los supermercados debido a que los dueños de las cadenas prefirieron asegurar sus ganancias y no entregar elementos de protección sanitaria contra el coronavirus, hubo casos de contagios y a pesar de que son esenciales y trabajaron desde el minuto cero de la pandemia, no recibieron reconocimiento suficiente.
El bono de 5.000 pesos frente a una inflación que supera el 40% anual es una medida económica de hambre, ya que los ingresos quedaron totalmente desfasados en un contexto donde los supermercadistas remarcan los precios de manera excesiva sin ningún control de precios efectivo de parte del gobierno, hubo aumentos en los servicios y el costo de vida está por encima de los 75.000 pesos.
Los trabajadores de las cadenas Walmart, Carrefour, Changomás, Medamax, Vea, Easy, Jumbo, Día, Coto, Vital, Yaguar, Unilever, Disco, Sodimac, Caromar, Diarco, Makro y otros, anuncian que seguirán impulsando semaforeadas, se mantendrán en asamblea permanente, atienden con guardias mínimas para no cortar el servicio y no descartan ir a un paro nacional de las actividades si las patronales no acceden a cumplir con sus reclamos.
Las medidas estarían siendo impulsadas por delegados de base y agrupaciones opositoras a la conducción de Cavalieri, aunque él mismo salió a dar el visto bueno a sus delegados oficialistas para que visibilicen el reclamo y se sumen a las medidas. Evidentemente la paritaria firmada en octubre no contuvo a los trabajadores que ya se alistan para ir al paro nacional.
La tregua y el pacto social
En medio de la profunda crisis económica y sanitaria que golpea al país y en especial a la clase trabajadora, los sindicatos burocráticos acordaron paritarias por debajo de la inflación, bonos que son descontados o tomados como adelantos y en muchos casos aceptaron recortes de hasta el 25% y despidos. También se comprometieron a apoyar (y en los hechos ya están acompañando) el pacto social o acuerdo nacional que todo el gobierno con CFK, Alberto y Guzmán a la cabeza están queriendo acordar con la Asociación de Empresarios de Argentina, la Unión Industrial, la Iglesia católica e incluso con la oposición macrista.
A pesar del esfuerzo de los jerarcas de la CGT por abroquelar a los trabajadores a que no luchen, día a día estallan nuevos conflictos salariales, con serios peligros de desborde por lo que los sindicatos, muy a pesar suyo, deben acompañar los reclamos que no pueden evitar y ponerse al frente para contenerlos y que no estallen medidas contundentes.
Por nuestra parte, desde ANCLA y el MST alentamos a todos los trabajadores de los supermercados y de otros sectores a que se animen a luchar, que se sigan desarrollando las asambleas y vayan al paro nacional. Es completamente necesario que los trabajadores desarrollemos coordinadoras de todas las luchas y vayamos a la huelga general con cortes callejeros, para que las patronales que aumentaron sus ganancias a pesar de la pandemia cumplan con todas nuestras demandas.
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