A una semana del 4N, la última oportunidad para que el proyecto de ley de aborto se trate en las sesiones ordinarias del Congreso, aumenta el descontento. Alberto Fernández decía ayer en una entrevista radial con María O’donell que era su “compromiso de campaña” y que lo iba a cumplir. Pero cuando la periodista repreguntó si sería legal este año el presidente cambió de tema y, ante la insistencia, se evadió: “Estamos viendo en Diputados”…
Un sector del movimiento feminista sigue confiando en Alberto y algunas le piden por favor que ingrese su proyecto, aun sabiendo que incluye mayores trabas por presión de la Iglesia.
Pero nosotras no toleramos las demoras y maniobras del gobierno y sus socios. Defendemos a rajatabla el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto desde hace 15 años, construido colectivamente por las organizaciones en lucha y que logró media sanción.
Por la bronca que viene del activismo verde la articulación de la Campaña, funcional al gobierno, tuvo que aumentar su presión sobre el Congreso. Pero Cristina se negó a recibirlas y Massa primero accedió pero luego se excusó. Hoy íbamos a exigirle a Massa que ponga nuestro proyecto en inmediato tratamiento, pero volvió a excusarse. En cambio, los celestes antiderechos sí tienen citas pactadas con autoridades para dialogar sobre su proyecto de maternidad de “los mil días”.
Como parte de las acciones y pañuelazos que crecen en todo el país, esta tarde desde la regional CABA de la Campaña hicimos una performance para visibilizar la urgencia del tratamiento y la semana que viene haremos una gran caravana de Plaza de Mayo a Congreso. Desde Juntas y a la Izquierda y el MST creemos que debe ser con marcha para quien no tenga vehículo, con los cuidados necesarios. Sólo con lucha masiva en las calles conquistaremos nuestro derecho a decidir.
