En la mañana del 11 de junio el Concejo Deliberante de la ciudad de Paraná aprobó el proyecto de ordenanza que declara de uso público los terrenos linderos al Patito Sirirí. Estos lotes, a partir de esta ordenanza, quedan sujetos a una expropiación que tendría que pasar por la legislatura provincial.
Estos terrenos, que hace unos días fueron noticias por entrar en remate por el Poder Judicial de Entre Ríos para un posterior negocio inmobiliario, fueron declarados por mayoría del Concejo Deliberante como de uso público. Solo el bloque de ediles del PRO votó en contra. El concejal, Leandro Fernández, para aclarar el porqué de su voto negativo se centró en el discurso nacional del partido del que forma parte, argumentando que: “El no acompañamiento no es porque no nos parezca importante el lote, sino entendiendo la situación económica delicada que atraviesa el gobierno provincial y municipal”. Haciendo honor a un espacio político que en su programa de gobierno pretende regalar todos los espacios verdes a los negocios inmobiliarios.
Con esta ordenanza el remate no se realizará y estos lotes quedan a disposición de una posible expropiación, la cual tendría que ser aprobada por la legislatura provincial y así los terrenos se incorporarían al erario municipal.
Producto de la lucha de los vecinos de la ciudad, el lote “sector sur”, que comprende un espacio de 10.863,23 m2, y que posee una de las mejores vistas de la ciudad, quedó momentáneamente fuera de los planes de la especulación inmobiliaria. Hoy la posibilidad de que esta zona lindante a la plaza del Patito Sirirí sea rematada queda lejana. Aunque claro está que los especuladores inmobiliarios para ceder estos terrenos quieren una especie de indemnización.
Según los mecanismos legislativos de la provincia, en caso de llevarse a cabo la expropiación de este terreno, se debería compensar a los privados con una suma superior a los 3 millones de dólares. Este valor, exactamente U$S 3,2 millones, fue valuado por el antiguo secretario de Planeamiento y Desarrollo Territorial, Guillermo Federik. Este monto demuestra cómo el negociado de la especulación inmobiliaria tiene enquistado sus intereses tanto en el municipio como en la legislatura provincial. Y esta sobrevaluación del valor del terreno es llamativa, sobre todo, cuando se tiene en cuenta que el remate que se iba a concretar este 26 de junio comenzaba con una oferta base de los 5 millones de pesos.
Nadia Burgos, dirigente del MST en el FIT-U, declaró: “Para que verdaderamente los espacios públicos dejen de correr esta suerte y no vuelvan a caer en manos de estos negociados, hay que organizar la exigencia para que en la legislatura se concrete la expropiación, pero sin darle un solo peso a los especuladores que atentan contra el acceso a los terrenos de nuestra ciudad”.
A partir de la sanción de esta ordenanza aparece un nuevo punto de partida para la defensa de nuestros patrimonios paisajísticos contra estos proyectos que nada tienen que ver con las necesidades de las mayorías sociales. La construcción y el desarrollo inmobiliario de la ciudad solo tienen que estar al servicio de los paranaenses y no responder a la lógica de proyectos a los que solo accede un pequeño porcentaje de la ciudadanía. La movilización en defensa de nuestros espacios es lo único que garantiza el acceso al derecho de nuestra ciudad.