viernes, 22 noviembre 2024 - 17:18

ANSES, canje de bonos. Una estafa para trabajadores y jubilados

Con el verso de reordenar las cuentas, bajar la deuda pública y acumular reservas para bajar el dólar, Massa publicó dos decretos para pesificar la deuda de organismo públicos. Lo que significa sacarle U$S 4.000 millones a los jubilados y devolvérselos en pesos, un robo completo. En modo electoral los impresentables de JxC ahora critican, aunque pretenden profundizar el ataque a las jubilaciones.

La Argentina como todo el mundo sabe, atraviesa una crisis económica monumental. El empobrecimiento de la población, la altísima inflación y el estancamiento económico a punto de convertirse en recesión se combinan y retroalimentan con la falta de reservas en dólares que no asegura cumplir los compromisos asumidos con el FMI, que contempla pagos crecientes de deuda éste y los próximos años. Encima la sequía que afectó fuertemente la producción de granos, hace prever una caída en las exportaciones cercana al 30%, con la consecuente disminución del ingreso de dólares a la reserva en los próximos meses.

En las últimas semanas la disparada de los dólares blue y financiero encendieron todas las alarmas en Economía. Aunque luego de la reunión de Alberto con Biden, el FMI «flexibilizara» las metas, la falta de dólares es un hecho que dejó al gobierno expuesto a las maniobras especulativas que recalentaban la plaza cambiaria y podían ponernos al borde del precipicio a pocos meses de una elección presidencial.

Ante este oscuro panorama, Massa y su equipo jamás tomarían una medida anticapitalista. Por el contrario optaron una vez más ajustar a los de abajo. Resolvieron echar mano de los bonos en dólares que poseen los organismos públicos para utilizarlos en los mercados financieros con el objetivo de contar con mayor liquidez en divisas norteamericanas y así bajar (dentro de lo posible) las cotizaciones de los dólares denominados financieros (CCL y MEP) para llevar «tranquilidad» a los mercados paralelos obteniendo también una baja del dólar blue. Siendo más concretos lo que busca es obtener cerca de U$S 4.000 millones de dólares, principalmente de la ANSeS (del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, FGS), lo que le permitiría según sus cuentas, llegar a las elecciones sin que se les incendie todo antes. Los jubilados pagan los platos rotos.

¿En qué consiste este canje?

El verso del gobierno es que los bonos en manos de los distintos organismos actúan en forma inconexa y que con este canje a manos del Estado se podrían reordenar las cuentas, bajar la deuda pública externa y sobre todo bajar la cotización del dólar. En el colmo del cinismo llegaron a decir que la ANSeS ganaría con este canje hasta U$S 2.000 millones! Y como garantía de ello han solicitado la auditoría de la UBA diciendo que, si la misma no confirma sus dichos, el canje no se haría. Sin embargo el gremio de los docentes e investigadores de económicas de la UBA (AGD) se negó a prestarse a esta auditoría trucha.

A modo de síntesis digamos que el FGS de los jubilados dispone de bonos pagaderos en dólares. Unos U$S 2.500 millones son en títulos bajo ley extranjera y unos U$S 11.500 bajo legislación local. Estos bonos en dólares, son el ahorro por el aporte de dinero que hacen los trabajaodres y que ingresan mes a mes a la ANSeS. Este FGS fue creado hace años ante el avance de los distintos gobiernos que siempre ante las crisis echaban mano del dinero de los jubilados desfinanciando paulatinamente la Caja, y que llamativamente fue votado en contra por los legisladores de JxC que hoy se rasgan las vestiduras en defensa del mismo. Y aunque el monto total del FGS y la proporción que representa en cantidad de meses que se pueden pagar con él, ha disminuido a lo largo de estos años, aún representa una garantía de cobro en caso de contingencias, para millones de jubilados. De este fondo el Gobierno de Alberto y Massa pretenden sacar bonos en dólares y dárselos a bancos como el Santander, Galicia, Macro y otros, a un precio vil cercano al 25% de su valor, para que los manejen a su antojo en el mercado de los dólares financieros, abriendo incluso la posibilidad de fuga de divisas. Y la ANSeS recibirá a cambio bonos en pesos, una verdadera estafa por dónde se la mire, en un país donde la única manera de salvarse de la inflación y la consecuente pérdida de valor del peso, es el dólar.

Estos títulos por U$S14.000 millones, que pasarán a manos de Nación, que de manera inmediata los sacará de la lista de la deuda externa mediante una maniobra contable, para así cumplir también con los objetivos fijados por el FMI: una estafa del gobierno del FdT a la que llama desendeudamiento directo. Según Nación, la ANSES no debería perder ante la inflación, porque estarían atando los nuevos bonos en pesos a la inflación y la devaluación. Todas mentiras, como las del Duhalde que juró que el que depositó dólares recibiría dólares.

Más allá de todo el palabrerío oficialista, cuyos supuestos beneficios no lograron explicar ni Massa ni Kiciloff, el objetivo inmediato del gobierno es echar mano a los dólares de los jubilados para reforzar las reservas como le exige el FMI. E intentar contener el precio del dólar a través de volcar «dólares frescos» a través de los bancos en los mercados financieros del CCL y MEP hoy disparados, en un intento desesperado de llegar a las elecciones del octubre sin que el plan económico explote por los aires.

¿Cuál es el fondo de la cuestión?

La realidad es que desde hace años la burguesía y los gobiernos capitalistas en todas sus variantes a nivel mundial tienen como norte para paliar su crisis crónica de rentabilidad, ir por una reforma previsional global (también laboral). En los años noventa en pleno auge del neoliberalismo fueron por la privatización de las cajas jubilatorias, pero sus resultados fueron malos y en la mayoría de los países o no pudieron implementarla o fracasaron. En los últimos años con el aumento de la expectativa de vida (que subió más de 15 años promedio mundial en los últimos 60 años) los cañones están puestos en subir la edad jubilatoria, para tratar de llevar la explotación capitalista hasta el fin de la vida de los trabajadores. Francia con el intento de Macron de elevar en 2 años la edad jubilatoria es el ejemplo más rotundo de la actualidad, y enfrenta una durísima respuesta de millones de trabajadores en las calles.

En nuestro país el ajuste pasa principalmente por llevar los ingresos a niveles de miseria. Fue así con el veto de Cristina a la ley que en 2010 pretendía recomponer el 82% móvil, luego la fracasada reforma previsional de Macri en 2018 y más recientemente la baja de las jubilaciones y la liquidación de la movilidad salarial que impuso Alberto apenas asumió en 2019. Es decir, a la hora de ajustar a lo jubilados como al resto de los trabajadores y el pueblo, no existe grieta entre el FdT y JxC. Este Canje decretado por presidencia es una vuelta de tuerca más que agrega ahora el vaciamiento de la caja de los jubilados.

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