Luego del adelanto de Manifiesto Freestyle que dejó manija a más de uno, finalmente este 12 de mayo salió el segundo disco de estudio de Trueno: Bien o mal, definido según él mismo como el “nacimiento de una nueva etapa”.
Desde el barrio de los inmigrantes
Mateo Palacios es un pibe de 20 años nacido en el barrio de La Boca. Su padre, Pedro “Peligro”, un rapero de larga trayectoria lo ha guiado por el mundo de la música desde su nacimiento. Fue así que desde muy joven Trueno empezó a hacerse lugar en el freestyle, destacándose desde las pequeñas batallas en plazas hasta en competencias de prestigio nacional e internacional.
Actualmente, Trueno es uno de los mayores referentes del hip hop argentino y de todo el continente de habla hispana, y con este nuevo disco se ve con una nueva posición ideológica y estética.
La sartén por el mango
La juventud es sin duda el principal interlocutor de este álbum, con un lenguaje explícitamente político, con temas como Fuck el police, guiño a N.W.A . Trueno se planta contra la policía y la represión. Pero esta no es la primera vez que el artista se manifiesta antiyuta, recordemos que el año pasado dio un mensaje claro sobre el asesinato de Lucas González en una entrevista en C5N, donde expresó: “Pasa todos los días en los barrios, tenemos que organizarnos contra el gatillo fácil”.
Otras de las joyitas que nos regaló el cantante fue Tierra Zanta, con la colaboración de Victor Heredia y Argentina con la de Nathy Peluso. Alzando la voz por América Latina y por la memoria, la verdad y la justicia, nombrando entre sus versos a las Malvinas e incluso a Santiago Maldonado. En una entrevista a Télam, Trueno admite que quienes lo atacan por este contenido son sus enemigos favoritos, que se siente el vocero de una nueva generación; y una de las reflexiones más importantes que hace el artista es la importancia de la organización y la lucha para transformar la realidad.
Argentina está luchando
Ante una juventud que levanta las banderas del pueblo, que irrumpe, lucha por el aborto legal, contra el racismo y la pobreza, contra los gobiernos y empresarios, cada vez son más las expresiones populares que ponen voz a estos reclamos y luchas.
En tiempo de falsos anticastas y “rebeldes” de derecha, ante tanto discurso estigmatizante tanto oficialista como opositor contra quienes protestan, es positivo que más artistas se sumen su voz contra ellos. Los que tenemos la sartén por el mango somos la juventud, somos los pueblos latinoamericanos, los que borramos con la mano las líneas divisorias, los que resistimos la opresión y la explotación, la desigualdad y la represión.
El álbum en total está compuesto por 15 canciones, algunas ya conocidas como el éxito de Dance Crip y otras en las que colaboran otros artistas del momento como Duki y Bizzarap, que acumulan más de 200 millones de reproducciones. Ahora Trueno nos trae estas canciones donde también colaboran miembros de su familia, desde su padre mencionado anteriormente, como así también su madre en los coros y su tía en el bajo. A 15 horas de lanzado el disco, aún nos falta escuchar Un paso con J Balvin y Lo tengo, con un colaborador aún sin revelar. Con 20 años Trueno posiciona una canción que habla de la dictadura y de América Latina en el TOP 1 de canciones más escuchadas en Argentina.