Tan solo en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires somos casi un millón y medio los migrantes habilitados para votar en la próxima elección legislativa. Este número creció muchísimo con la sanción del primer código electoral porteño en 2018, que dispone el empadronamiento automático de toda persona migrante. Además se actualizo el padrón bonaerense, que aumentó un 24,5% respecto de la última elección.
Como socialistas e internacionalistas, rechazamos cualquier tipo de discriminación o diferenciación entre los seres humanos en base al lugar de donde provenimos. Respetamos la cultura, tradición e identidad de todos los pueblos, lo que nos hace diferentes pero no mejores que unos u otros ni merecedores de más o menos derechos. Por eso defendemos plenos derechos civiles para toda la comunidad migrante, para poder elegir y también ser elegidos en todos los cargos.
Reivindicamos el derecho a migrar por razones humanitarias o cualquier otra razón. Y rechazamos toda forma de legislación que estigmatice o persiga a la comunidad migrante, como el Decreto Nº 70 que dictó Macri en 2017, que ampliaba los mecanismos para expulsar del país a personas extranjeras. Defendemos la integración y el derecho a acceder libremente a la salud, la educación y el empleo.
Los poderosos utilizan a la comunidad migrante -sobre todo si es racializada- como chivo expiatorio para justificar el desempleo, la inseguridad, la crisis económica o el conflicto de turno. Siempre aparece algún personaje como Gómez Centurión o Pichetto listo para culparnos por los problemas sociales. Mientras alientan la mentira de que “los extranjeros le roban el trabajo a los argentinos”, ellos mismos se aprovechan del migrante como mano de obra barata e informal. Su hipocresía no tiene límites. Mas lo que les molesta no son los “extranjeros”, sino los pobres. En cambio con las multinacionales que saquean, se llevan ganancias multimillonarias y sólo dejan tierra arrasada, no tienen ningún drama.
Es falso que falten recursos y que “primero los argentinos y después vemos”. Recursos hay, el problema es que se los llevan los responsables de la catástrofe social que vivimos: los capitalistas. Por eso la mitad de la población es pobre. Nuestro proyecto político es ajustar a los empresarios, banqueros y terratenientes, cortando con la estafa de la deuda externa y volcando toda esa plata a dar trabajo, salud, educación y vivienda.
Como migrantes, militantes del MST y socialistas sentimos la lucha de cada pueblo trabajador como propia. No discriminamos a nadie por su nacionalidad. La diferencia es de clase, entre el 99% que vivimos de nuestro trabajo y el 1%, esa minoría que vive del trabajo ajeno y que acá y en todo el mundo condena a las mayorías a la penuria. Por eso invitamos a apoyar a quienes siempre defendemos la integración y los derechos de la comunidad migrante, a la vez que combatimos contra la discriminación y la xenofobia.
Nuestras listas, además de trabajadorxs, están integradas por compañeres activistas de diversas nacionalidades en representación de los distintos colectivos. Somos la lista 10R de Frente de Izquierda Unidad, que encabezan Alejandro Bodart en Provincia y Cele Fierro en Capital. Invitamos a les compañeres migrantes a acompañarnos con el voto y a organizarse con nosotres.
- Miguel Sandoval, peruano, militante de la Juventud del MST y candidato a concejal en General Rodríguez
- Liz Orué, paraguaya, militante del MST y candidata a concejal en Hurlingham