jueves, 25 abril 2024 - 07:51

Presupuesto 2023. El Frente de Todos aprobó el proyecto en Diputados con ayuda de Juntos por el Cambio

Como se suponía, en una jornada maratónica se dio la media sanción al proyecto de Presupuesto 2023 que Sergio Massa elaboró en conjunto con el FMI. La sesión que comenzó a las 14 horas del martes culminó cerca de las 6 horas del miércoles con la votación general de la ley de leyes, donde se observaron 180 votos a favor, 22 en contra y 49 abstenciones. El pedido del embajador de Estados Unidos, Marc Stanley se pudo ver en el resultado de la votación, ya que el Frente de Todos, con los votos de Juntos por el Cambio, aprobó en diputados un presupuesto de ajuste. Áreas como Salud, Educación y Vivienda entre otras son las principales afectadas. Dinero para la deuda, sobra.

Con la supervisión de Massa

Sergio Massa se hizo presente a lo largo de toda la sesión en un lugar ya habitado: el despacho de la presidencia de Diputados. Él, como gran parte de su equipo del Ministerio de Economía siguieron atentamente el debate para corroborar que se dé la aprobación de la hoja de ruta diseñada en Estados Unidos durante los viajes recurrentes que el tigrense tuvo en el último tiempo.

El presidente de la bancada del Frente de Todos, Germán Martínez mostró el espíritu del oficialismo: “Nosotros venimos a revindicar este presupuesto; es importante para el año que se avecina, tiene un valor muy especial”. Su frase representó el accionar de casi la totalidad del frente de gobierno. Más allá de algunas quejas, todos pusieron su voto positivo. Al iniciar la jornada, en una de sus tantas maniobras políticas, el diputado Máximo Kirchner, que no se hizo presente durante todo el debate bajó para apoyar el presupuesto de Massa.

Mientras se dan declaraciones públicas contra el rumbo de gobierno, como si no fueran parte, el líder de La Cámpora y sus diputados, como también el espacio de Juan Grabois avalaron una hoja de ruta que nada tiene que ver con la justicia redistributiva. A tal punto esto resulta evidente que varias figuras de Juntos por el Cambio reconocieron “una transformación del kirchnerismo”. La alianza opositora que gobernó con Macri como presidente aportó gran parte de los votos para que salga lo que el FMI reclamaba. La UCR, Evolución Radical y el espacio de Stolbizer fueron quienes dieron el sí a la votación en general, mientras que el PRO se abstuvo. Sin embargo, este último espacio, como acabamos de referir, lo hizo sin obstruir la posibilidad que salga el presupuesto, sino que también lo festejó.

El gobierno también logró sumar las voluntades del Interbloque Federal, Provincias Unidas, Ser, MPN. En tanto que Milei y su espacio votaron en contra, reclamando más ajuste que el previsto. Lo “inmoral” que remarcó el liberfacho es la inexistencia de un déficit cero que contenga más recortes en áreas claves, en momentos donde el país atraviesa una gran crisis en materia social.

Los únicos que mantuvieron una postura contraria a favor de los intereses de los trabajadores y contrario a esta estructura económica diseñada por el Fondo fueron los diputados del Frente de Izquierda.

Algunos ejes del presupuesto de ajuste

En otros artículos ya hemos repasado la esencia de lo votado durante la sesión de la cámara baja. Se mantiene una estructura inflacionaria como lo pactado en el acuerdo con el Fondo, donde el índice se estima en un 60% para fines del año próximo. Claro que, como lo estima el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del propio BCRA, la inflación en 2023 será más alta. Esta maniobra tiene como intención licuar aún más ciertas partidas en términos reales.

Además, también por lo estipulado con organismo de crédito para cumplir con el pago de la estafa macrista, se dio un recorte importante del presupuesto social del 21% en comparación con 2021 (último año donde se aprobó un presupuesto en el Congreso). Bajar el déficit es el imperativo categórico del Frente de Todos que practica la ortodoxia económica para llegar al tan exigido 1,9%.

Prioridad hay una sola y es pagar y pagar la deuda. Esta política se refleja en el aumento de la partida de servicios de la deuda, que alcanza el 16% de todos los gastos para el año próximo. A la par, Educación sufre un recorte que se sumará a un 5% ya recortado durante este 2022. Como expusimos en otro artículo: “La novedad se suma a las denuncias hechas por UNICEF en torno a los recortes realizados en los presupuestos destinados a la niñez y adolescencia (que están en un 51,5% por debajo de la línea de pobreza) por un 11,7% de las partidas asignadas al sector”.

Más ajustes se vislumbran en áreas como Asistencia social (-21,8%), Vivienda y Urbanismo (-56%), Seguridad Sociales (-7,9%). El Frente de Todos profundiza la orientación de ajuste y servidumbre al FMI con esta media sanción del presupuesto 2023. No hay relato que pueda ocultar estos recortes significativos en contra de los intereses de las mayorías trabajadoras.

Maniobras para atacar a la izquierda

Durante la maratónica sesión, también se discutieron en particular los artículos 100, 101 y 102. Los mismos eran los que, bajo una maniobra de por medio contra los trabajadores del Poder Judicial, buscaba gravar a los magistrados. La medida sin embargo no salió. Lejos de toda la propaganda que se quiso hacer donde se lo ubicó al FIT- Unidad como garante de los intereses de la casta judicial, el planteo de la izquierda clasista es claro.

Se solicitó que el gravamen solo sea para jueces y fiscales, no para los trabajadores. Nada tienen que ver los privilegios de quienes no son votados por nadie, que además tienen ingresos siderales de casi un millón de pesos por mes, con los salarios de los trabajadores judiciales. La posición era clara y lo sigue siendo, que los jueces paguen ganancias y los trabajadores no, ya que el salario no es ganancia y esto vale para todos los trabajadores que son afectados por este impuesto sumamente regresivo.

Entre otros de los articulados que se votaron de manera particular, la bancada oficialista, cediendo a pedidos de personajes como Espert e integrantes de Juntos por el Cambio, cedió la posibilidad de que el Ejecutivo pueda incrementar las retenciones. De esta forma, es el Congreso quien tendrá la potestad de aumentarle o no las alícuotas de retenciones a los diferentes sectores que han sido beneficiados a lo largo de este año. El Frente de Todos se desliga así, una vez más, de afectar realmente a los sectores concentrados.

Y como si el presupuesto no fuera de entrega, también se “aprobó un blanqueo de capitales, con la posibilidad de que se usen fondos no declarados para adquirir propiedades si es que se destinan a uso hogareño, ya sea de la propia familia o para alquilársela a otra. Se podrá invertir en inmuebles de hasta US$ 400.000. También se suma el sinceramiento de divisas en negro de empresarios que requieren comprar en el extranjero lo necesario para producir”.

Hay que enfrentar el presupuesto del Fondo

Al gobierno le queda un paso más, dar la media sanción faltante al proyecto en la cámara que preside Cristina Fernández de Kirchner. El acuerdo del gobierno y la oposición, para avanzar en este sentido, más allá de algún matiz por la velocidad del ajuste, es casi total.

Desde el MST en el FIT- Unidad insistimos en la necesidad de derrotar este acuerdo en la calle, movilizados. Lo que el gobierno de Alberto Fernández ha logrado aprobar no es más que la letra de un ajuste a aplicar, pero estos groseros recortes, en tiempos de crisis económicas, generan una alta probabilidad de que en su aplicación rebrote la bronca de los ajustados.

Mientras las diferentes centrales sindicales duermen la siesta y apañan estas medidas, desde la izquierda seguimos exigiendo un paro nacional y un plan de lucha para derrotar este plan de gobierno para cumplir por lo requerido con el FMI.

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