Mientras la inflación corre todas las semanas y la carestía de vida derrite los salarios, el gobierno oficializó un nuevo aumento en la tarifa de energía eléctrica. De esta forma, el servicio de luz, en febrero, llegará con un nuevo incremento.
La Secretaría de Energía fue quien publicó la Resolución 54/2023 en el Boletín Oficial, donde se detalla el aumento de los precios del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que tiene alcance a los usuarios residenciales (Nivel 1 y 3), pequeños comercios e industrias. De esta forma el gobierno se apronta a seguir reduciendo los subsidios de los usuarios, para cumplir con los objetivos fiscales que el FMI acordó con el gobierno del Frente de Todos.
Con la nueva “Reprogramación Trimestral de Verano”, período que contempla entre el 1° de febrero y el 30 de abril, el aumento para los usuarios residenciales, en promedio, será del 14%. En tanto que para los usuarios de Nivel 1, el aumento puede superar un 30%. Mientras que para las industrias y los comercios el aumento rondará entre el 10% y 9% respectivamente.
Si bien la suba ya estaba prevista, y el Gobierno plantee que es la última suba, especialistas del sector indican que aún continuará el ajuste tarifario ya que no estaría completado el proceso de segmentación. Tampoco se descartan aumentos en los tramos de transporte y distribución para financiar las ganancias de estas últimas (como Edenor y Edesur en AMBA, y las que operan en las diferentes provincias del país).
Volviendo a la situación de los usuarios, el porcentaje a recortar de los subsidios en esta oportunidad, se estima que será del 40%. Esta es una decisión del gobierno tomada desde antes de la asunción de Sergio Massa como ministro, ya trabajada previamente por Martín Guzmán. El mantenimiento de la ganancia de las empresas que prestan un pésimo servicio, como Edenor y Edesur o otras empresas de diversas provincias, a costa del encarecimiento de la tarifa para los usuarios, es una política de Estado. Los amigos del titular de Hacienda, José Luis Manzano, Daniel Vila y Mauricio Filiberti, festejan este nuevo tarifazo que demolerá aún más los ingresos de las grandes mayorías.
No quedan dudas que esta decisión, como ya mencionamos, también responde al acuerdo para pagar la deuda ilegítima con el FMI. Desde el gobierno trabajarán de todas las formas posibles para alcanzar un déficit primario de 1,9% del PBI, a costa de ajustar partidas que significan un ataque directo a nuestros bolsillos.
Con estos nuevos aumentos, como es obvio, seguramente se dará una nueva escalada de precios en el resto de los rubros. Ya que es obvio que la energía impactará en el precio final de cualquier producto que vemos en las góndolas. Volver a discutir los recursos energéticos y su estructura, es una necesidad inmediata. La lógica privatista heredada del menemismo, tiene que terminar. No puede ser tomado el servicio de luz como un nicho para un grupo de empresarios, tiene que transformarse en un derecho. La estatización de las empresas bajo el control de trabajadores y usuarios, para que funcionen mediante un sistema democrático de los mismos, es la única posibilidad para terminar con el modelo privatista.