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Para sorpresa de nadie, la central sindical descartó la propuesta de realizar un paro en el mes de diciembre. Al contrario, profundizarían el diálogo con el gobierno libertario.
Adiestramiento liberal
“No habrá ningún paro, no está en nuestra agenda” fue la frase que sintetizó la reunión. Pablo Moyano había barajado la posibilidad de que la central convoque a un paro nacional para el último mes del año, pero dicha posibilidad no fue bien recibida.
El encuentro se realizó en la sede de UPCN, donde además del triunvirato cegestista participaron Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Julio Piumato (Judiciales), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Sergio Romero (UDA) y Rodolfo Daer (Alimentación), entre otros.
La cúpula de la CGT ve mejoras en la economía y crecimiento de la oferta laboral. Nada dicen de calidad del trabajo, los despidos, ni de la pérdida del poder adquisitivo.
“Nuestra apuesta sigue siendo el diálogo, centrado en los ejes de desarrollo, producción y trabajo. Lo ratificamos y esperamos la convocatoria del gobierno”, sostuvieron desde el ala dialoguista, a la par que piden una mesa tripartita para consensuar el ajuste con el gobierno y el empresariado.
Ahora las luces apuntan a la Mesa Nacional del Transporte, que puede impulsar un paro nacional por medio de una acción unificada de los gremios del transporte.
Entreguista y traidora
La CGT está y se ve, no en la calle ni convocando a medias de lucha, sino buscando un mecanismo para transar con el gobierno de Milei y su plan motosierra.
A lo largo de este año actuó como contención, convocando a solo dos paros domingueros, espaciados y sin ninguna continuidad. Uno de ellos, duró menos de 12 horas. En medio del debate por la implementación de la reforma laboral, los entreguistas de la CGT conformaban mesas técnicas con el gobierno para pactar la perdida de derechos laborales.
Ante la entrega de la CGT es necesario construir por abajo el plan de lucha que hace falta, organizar en cada lugar de trabajo la fuerza necesaria para arrancarle de las manos traidoras de la central el paro que garantice la presencia de todos en las calles.
Además, es clave seguir construyendo agrupaciones clasistas en cada lugar de trabajo, para desde ahí poder enfrentar a la burocracia y luchar por las conducciones que necesitamos.