viernes, 23 mayo 2025 - 02:21

Mónica De Olaso, Alejandro Ford, Julio Matamoros. ¡Presentes!

“NOSOTROS SOMOS LOS QUE HACEMOS EL FUTURO”

El 11 de mayo de 1977, poco más de un año después del golpe militar, tres militantes del PST fueron secuestrados en el barrio de Tolosa, en La Plata. Posteriormente, fueron trasladados al centro clandestino que funcionaba en la Comisaría 5ta y luego llevados a “La Cacha”.

Mónica De Olaso, de 18 años y embarazada de dos meses, era estudiante y activista por el boleto estudiantil. Alejandro Ford, de 20 años, pareja de Mónica, trabajaba en YPF. Julio Matamoros, de 21 años, era empleado del Banco Crédito y socio patrimonial de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Los restos de nuestros queridos compañeros fueron encontrados en una fosa común y posteriormente identificados.

La madre de Alejandro, Elba Ford, una de las impulsoras de Abuelas de Plaza de Mayo, buscó incansablemente a su hijo y nietx. Falleció en 1998, antes de que se lograra la identificación de los restos de su hijo y nuera.

El golpe militar de 24 de marzo de 1976, que resultó en la desaparición y muerte de Moniquita, Alejandro, Julio y decenas de miles de personas más, así como en la apropiación de cientos de bebés, fue la profundización de un plan que ya se había gestado durante la democracia, bajo los gobiernos de Juan Domingo Perón e Isabel Martinez de Perón.

La represión fue particularmente feroz en las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada, debido al alto nivel de militancia política, sindical y estudiantil que allí se desarrollaba. Los grupos parapoliciales, surgidos durante el período democrático dentro del aparato estatal y de los sindicatos peronistas, y luego el accionar del terrorismo de Estado tras el golpe, buscaban controlar y sofocar las luchas generalizadas del movimiento obrero y estudiantil, así como su creciente capacidad de coordinación y organización política.

Con profundo dolor, pero también con el orgullo de saberlos compañeros, parte de lxs 30.400 que lucharon por un mundo socialista, compartimos fragmentos de una carta escrita por Moniquita a los 17 años, en los días del cruel golpe militar, dirigida a su pareja y compañero de militancia, Alejandro. Fue escrita un año antes de que ambos fueran desaparecidos. Esta carta representa el convencimiento político y la fuerza militante de una época que aún no se ha cerrado.

“….Con la fuerza que me da tu amor, puedo transformar el curso de las olas del mar. Es mas puedo transformar el sistema, mi vida y la tuya, nuestro camino, que son todos juntos un todo, una misma cosa compacta, sólida… Nuestra vida sin un caminoquedaríainútil. Otro camino que no sea transformar el sistema, sería, tarde o temprano, el fin de nuestras vida, de la mía y de la tuya.

Es por eso que estos días no voy a perder el tiempo. Ya tenemos el camino señalado, lo vemos claro y seguro. Solo nos faltan los zapatos para poder andarlo con pie firme y sin lastimarnos. Somos nosotros los que hacemos el futuro. Ya se que ahora tenemos los zapatos gastados. Ya voy a conseguir el par nuevo y calzármelo. Por vos, por mi, por nuestra vida y por la vida de todos los seres que están descalzos.

Esta carta es una promesa de lucha, pero también una promesa de amor real, profundo… Ale, mi amor, si me ayudas a atarme los zapatos, yo te ayudo a cambiarte la suela.  Con todo el amor que puedo sentir en mi cuerpo, para mi compañero eterno”.

Moniquita, Alejandro y Julio son parte de una generación que luchó con convicción por el socialismo. Su memoria sigue viva en cada paso de quienes continúan esa lucha. Exigimos justicia por ellxs y por todxslxsdesaparecidxs.

¡Compañeros y compañeras, siempre presentes!

¡Hasta la victoria, siempre!

*Nota realizada en base a la investigación de Diego Ferrari, sobrino de Moniquita De Olaso

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