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El presidente estuvo junto a Alfredo Coto, dueño de la cadena y Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredon, inaugurando un hipermercado en la ciudad de Mar del Plata.
Las palabras de Milei
“Se viene tiempos prósperos, libres y felices. Se terminó la época del chamanismo económico del control de precios y de los inventos nefastos como la Ley de Góndolas. Hoy, hasta un simio entiende que eso termina mal”, escupió Milei, festejando la desregulación con la que opera su gobierno.
Continuaba su discurso declarando que “estamos sacando los colmillos de ese Estado voraz del cuello de los argentinos, y veremos que cada vez que un argentino, entre en un supermercado, descubrirá que puede comprar más cosas a un mejor precio y de mejor calidad”.
Lejos de poder comprar más cosas, el poder adquisitivo de los trabajadores argentinos se redujo intensamente durante el gobierno de la motosierra. Si hacemos una comparación entre los salarios de septiembre del 2024 en relación a noviembre de 2023, podemos tomar dimensión de que el salario promedio cayó un -5,7%.
En ese sentido, el sector privado registrado observa una disminución del 1,5% y en el caso del sector público estamos hablando de una baja del 16,1 % del salario. Ni mencionar las jubilaciones, que en su haber mínimo con el bono están por debajo de la línea de pobreza.
Es decir, la realidad toma distancia de la fantasía liberal que repite en boca de Milei que existe una “recuperación del consumo” y que en estos meses se registró “un crecimiento muy por encima de lo esperado”.
El consumo, que cayó un 8,2% en la comparativa anual del primer semestre de este año en relación al 2023 no encuentra mejoría alguna y evidencia la demolición del salario y la brutal recesión en curso.
Sino, que se lo expliquen “los empresarios de bien”, como Joaquin De Grazia, presidente de Granja Tres Arroyos, que festejó la posibilidad de “futuro próspero” con las medidas de Milei, mientras preparaba 700 telegramas de despido para los trabajadores de la empresa.
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Además, el presidente se jactó de que “hoy no venimos a aplaudir a un político que inaugura una obra con sobreprecios como consecuencia de su inutilidad o corrupción”. Difícil ver a Milei desentenderse de la corrupción, mientras un senador aliado del oficialismo fue recientemente detenido en Paraguay por transportar 200 mil USD sin declarar.
Lavándose las manos, el presidente declaró que “lo de Kueider es un tema del kirchnerismo,se tiene que arreglar el kirchnerismo”. A lo que CFK respondió a través de una publicación en X: “Si hubiera sido mío no votaba la Ley de Bases, querido Javier. Te gusta el durazno, pero no te bancás la pelusa. Besis”, en un entramado de corrupción que salpica a ambos sectores.
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El presidente terminó su discurso dejando en claro que“el déficit fiscal no se negocia y la propiedad privada se respeta a rajatabla”, en paralelo a estas declaraciones, el 50% del país está inmerso en la pobreza.
En síntesis, mientras Milei le pide a los empresarios que no tengan miedo para invertir y dibuja una Argentina de fantasía, la realidad es cada vez más insoportable, signo de ello fue la movilización del 5 de diciembre donde la izquierda participó con una columna independiente.
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