El 25 de enero se cumplieron 24 años del asesinato de José Luis Cabezas y luego de tantos años seguimos exigiendo justicia, pues la impunidad sigue siendo la que prima en el caso del fotógrafo que tuvo el coraje de ponerle un rostro a las mafias que operaban en el país.
Apenas unos meses después nos sacudía la noticia de que Darío Amado, quien fuera el forense del caso, estaba por acceder a ser titular de la Cátedra de Medicina Legal de la Facultad de Ciencias Médicas de Universidad Nacional de La Plata. Esto generó el inmediato repudio no sólo de la familia de Cabezas y sus colegas y allegados, si no de los organismos y sectores de DDHH, pues el desempeño de Amado en el caso Cabezas fue en pos de encubrir a los policías implicados en el asesinato del reportero gráfico. Pero no sólo eso, Darío Amado también es conocido en los ámbitos académicos por ser un machista y misógino, que desarrolló su carrera dentro de la Facultad al amparo de Hoja de Roble, la logia docente más reaccionaria, elitista y de derecha, que no tuvo problemas en sostener a sujetos como Jorge Martínez, un Decano que dijo que “el hijo de un zapatero no puede estudiar Medicina”, o a Enrique Frutos Ortiz, otro Decano negacionista que tildaba a los estudiantes que militaban en los años 70 de terroristas y extremistas. O el más reciente caso de Enrique Pérez Albizu, Vicedecano que fue expulsado en el 2014 por haber sido denunciado de fraguar certificados de defunción en el centro clandestino de detención “La Cacha”.
Si el hecho de que un siniestro personaje como Amado se postule y sea tenido en cuenta para ejercer un cargo titular en la docencia (y nada menos que Medicina Legal) parece bizarro se hace aún más notorio cuando la otra candidata a ocupar el cargo es la médica forense Virginia Creimer, perita de la familia de Facundo Astudillo Castro, quien fuera desaparecido y asesinado en Pedro Luro y siempre ligada a las víctimas de violencia policial y a los organismos de Derechos Humanos.
¿Qué perfil profesional se proyecta para les futures profesionales de la salud al dar lugar a siniestros como Amado en su formación educativa?
Las denuncias públicas obligaron a las autoridades de la Facultad de Medicina a retirar el expediente de Amado del concurso, aunque el cargo quedó sin resolverse.
Esto demuestra que la impunidad sigue vigente y que la única forma de derrotarla es la movilización y la lucha. Poner en pie una comisión investigadora independiente que logre el castigo a todos los responsables de su asesinato y sus cómplices es una tarea pendiente para lograr Justicia por José Luis Cabezas.
Juan Bonatto