El día lunes 18 de abril se efectuó un paro por 24 horas en el hospital de Marcos Paz, en el área de enfermería. Organizado por las trabajadoras de salud del nosocomio, exigen un aumento salarial mínimo ya que perciben un sueldo mísero desde tiempos inmemoriales. Es el primer paro que se gesta en el municipio del sector de salud y municipal, en el cual la primera línea se organiza para reclamar por lo que les corresponde: un salario básico y mejores condiciones de trabajo.
Las y los enfermeros forman parte del personal de salud esencial, que estuvo en primera línea brindando su atención en pandemia. Desde el principio tuvo que hacer malabares para conseguir insumos básicos, como barbijos, y no los dejaban utilizarlos en el hospital hasta que el gobierno exigió el uso reglamentario de las mascarillas. Incluso, llegó al punto de encerrarlos en habitaciones donde no podían tener contacto con sus pares ni con los pacientes.
En el hospital no los consideran como profesionales de la salud, sino como meros auxiliares. Y en los medios de comunicación local también les endilgan ese título, excluyendo su título formativo. De las 71 trabajadoras que están actualmente, solo 15 están en planta permanente y las demás tienen jornadas laborales extensas por contratos leoninos.
Para darse una idea del atropello que reciben las trabajadoras de salud en el hospital de Marcos Paz, veamos su sueldo básico y totalmente precarizado: ronda entre $ 13 mil a $ 22 mil sin vacaciones ni bonos. Los enfermeros son violentados y amenazados constantemente para que no se movilicen y tampoco tienen delegados en los sindicatos.
Tras el paro, el gremio utilizó la atajada política en contra del oficialismo. Se «alió» con las enfermeras, pero dejaron ver su movida de burócratas sindicales que se aprovecha de los trabajadores para mostrarse en este caso como oposición política del intendente Curutchet. Pero con el paso de las horas se le cayó la máscara al sindicato. Veamos.
El gremio municipal SEM está comandado por dos facciones peronistas, quienes intentan dividir a los trabajadores y los despolitizan, ya que no buscan adhesiones ni sindicalización, sino que los asesoran de forma errónea con claras intencionalidades. Por ejemplo, se ejecutó el cese de actividades con una guardia mínima por parte de la jefatura de enfermería, pero no llamaron a otros trabajadores a que se sumen, como el personal de maestranza y camilleros. Les decían que no fichen la entrada, haciéndoles perder obviamente el día. Según ellos, si fichaban e iban a paro era “abandono de trabajo”, lo cual es totalmente erróneo porque se ejerce el legítimo derecho a huelga. Además, mientras las enfermeras pedían un mínimo de $ 47 mil (que no llega al salario básico de $ 86 mil), el gremio sostuvo que “era mucho lo que exigían”. Por tanto, tenía que bajar sus exigencias a $ 40 mil: un disparate.
Las y los enfermeros hicieron un corte de ruta durante varias horas, hasta que el sindicato quiso detener la protesta con maniobras y violencia física hacia el personal de salud que se manifestaba. El Ministerio de Trabajo, después de horas de corte, se notificó con un documento -que trajo el sindicato- pidiendo la “personería jurídica”, ya que se iba a generar una consolidación el día 19 de abril a las 8:00 hs. Pero el gremio “interpretó” que, para ello, debían detener el corte de ruta para llevar a cabo esa reunión, cuando en realidad el papel solo mencionaba que se tenía que presentar el sindicato con algún delegado de Enfermería. Tras la necesidad imperiosa del sindicato para que las enfermeras dejen la medida de fuerza, porque habían arreglado una reunión y para ellos eso ya era mucho, el presidente del gremio comenzó a violentar a las compañeras tanto física como verbalmente para despejar la ruta. Las trabajadoras decidieron cortar solo la calle del hospital, pero ya no confiaban en el gremio que decía una cosa y hacia otra.
Lo que exigen las enfermeras es un sueldo básico de $ 40 mil, que todos los profesionales estén en planta y que se cumpla con los bonificantes. Y si se llega a trabajar 7 horas o más, que se cuenten las horas como extra. De no llegar a un acuerdo, el hospital tiene que pasar a gestionarse en Provincia.
El martes 19/4 se efectuó la reunión con el Ministerio de Trabajo, donde se notificaron las demandas del personal de salud, y dentro de cinco días hábiles se esperan respuestas favorables. De no ser así, se efectuará una asamblea del personal de enfermería para definir los próximos pasos a seguir.
Rocío García