martes, 16 abril 2024 - 19:51

Malas noticias. Segunda ola y con mutaciones

Con 14 mil nuevos casos en 24 horas y récord en CABA, todos aceptan que estamos a las puertas de la segunda ola. La otra mala nueva es que también se confirmó la circulación comunitaria de cuatro de las variantes mutantes del Covid a nivel mundial.

Por si fuera poco, se confirmó que la Argentina sigue entre los primeros países en cantidad de muertos. Por último, ya es un hecho que la enfrentaremos sin vacunas en cantidad suficiente. El gobierno y la ministra Vizzotti aparecen desdibujados, sin plan y parecen temerosos de aplicar las medidas restrictivas necesarias y mucho menos el programa sanitario que reclamamos. Es que, como siempre, están priorizando los negocios en lugar de la salud, en este caso el del turismo de semana santa.

Ayer se confirmaron una serie de malas noticias para el desarrollo de la pandemia en el país. Se confirmaron 14.014 casos a nivel país y en CABA, superior al peor momento del año pasado. En cuestión de muertes la Argentina está empeorando, ubicada en el puesto 13° a nivel mundial a nivel de número absoluto de muertos por Covid-19, peor si se consideran las últimas 24 horas donde salta al puesto 11°. Lo que casi seguramente confirma que tenemos encima a la segunda ola es el crecimiento exponencial de casos en los últimos días, donde provincias como Mendoza que venían con crecimientos un poco más lentos que el AMBA, prácticamente duplicaron los casos: 313 en el último día. Es cierto que para que se confirme la entrada definida de una segunda ola habría que esperar una tendencia semanal o mayor, pero no es menos cierto que, como dijimos muchas veces, saltamos desde una meseta alta de casos que hace que la duplicación de los mismos sea más difícil de corroborar, aún si estuviéramos inmersos ya en la ola.

Variantes contagiosas

Pero las malas noticias no terminan allí. También se confirmó ayer que cuatro de las principales mutaciones a nivel mundial ya circulan en forma autóctona en el país. Se trata de las variantes Reino Unido, Manaos, Río de Janeiro y California. Y se está discutiendo si ya existe una mutación nueva “argentina” que, al igual que el resto de las mutaciones, también sería más contagiosa que la cepa original. Y si bien aún no está demostrado que estas mutaciones sean realmente más letales, no cabe duda epidemiológica que, al aumentar la transmisibilidad y los contagios, aumentará el número de enfermos graves y muertos.

Para peor, se confirma que a esta segunda ola la enfrentaremos sin la cantidad de vacunados mínimos necesarios, en un escenario donde las vacunas siguen llegando en carreta mientras el virus avanza por autopista. Así, hay provincias donde aún resta vacunar completamente al 30% del personal de salud y ni hablar de los docentes, adultos mayores y otros grupos de riesgo. Otra discusión aún no saldada es sobre la efectividad que tendrán las vacunas para protegernos de las cepas mutantes; y si bien se piensa que serían efectivas, por lo menos para evitar la progresión a casos graves y letales, la situación epidemiológica de Chile -donde se ha vacunado casi al 50% de la población y está en alerta epidemiológica máxima- hace dudar de esto.

Por último, el panorama internacional de la epidemia a nivel regional es más que preocupante. La mayor parte de los países colindantes están incendiados, como Uruguay, Chile, Paraguay y ni hablar de Brasil que es el foco mundial de la pandemia hoy. Esto hace suponer también que la progresión exponencial de casos en las próximas semanas será lo más probable.

Un gobierno incapaz de afrontar lo que se viene

Lejos del Alberto de hace un año, hoy el presidente aparece dubitativo, confundido, incapaz de tomar las medidas necesarias para frenar la ola. Otro tanto podemos decir del Ministerio de Salud, si alguien pensó que la renuncia de Ginés y la llegada de Vizotti significaría un cambio cualitativo y rotundo en el tratamiento de la pandemia, se equivocó.

Se la pasan anunciando reuniones, consultas con expertos, con ministros; pero de medidas concretas y efectivas poco. Es que de fondo sigue primando la misma lógica del doble discurso que recorrió el año pasado. Mientras se anuncian posibles restricciones, en los hechos se les garantiza a los empresarios del sector turístico que tendrán una semana santa normal, con todo abierto, aunque el altísimo riesgo de esto ya está por demás probado, más aún ahora en que cepas mutantes más contagiosas están circulando por todo el país.

La negativa a tomar nuevas medidas concretas sobre las escuelas y la presencialidad por temor a la reacción de la derecha es otro punto incoherente, ya que se insiste en que docentes y chicos concurran a las escuelas sin vacunación masiva y sin garantizar medidas de protección acordes, cuando no se cumplen los protocolos reclamados por docentes. Como si desearan agravar el mal humor, se pasa a teletrabajo a empleados de la administración pública central, con menos riesgo que los maestros.

Vacunar y tomar medidas

Ya lo dijimos mil veces y lo sabe todo el mundo, la manera más efectiva de hacerle frente a esta nueva ola y menguar sus resultados letales es aumentar cualitativamente la cantidad y el ritmo de vacunaciones. Ya que si bien algunos datos muestran que la gente vacunada también se contagia, parece cierto que lo hacen de forma más leve. No vamos a entrar aquí en disquisiciones sobre si la vacuna china es menos efectiva que la de Pfizer para prevenir contagios y por eso lo de Chile, solo diremos que en Argentina estamos muy lejos de alcanzar niveles de vacunación mínimos que puedan prevenir la progresión exponencial de contagios. Y esto es así no solo porque no nos mandan la cantidad de vacunas prometidas por contratos, acaparadas hoy por los países ricos, sino porque el gobierno y otros se niegan a aplicar la anulación de las patentes que protegen a cinco grandes laboratorios que las producen a un ritmo muy inferior a necesario. En Argentina, incluso, se da la paradoja que las vacunas que produce el laboratorio mAbxience van a México y luego no vuelven. Por eso protestamos ayer frente al laboratorio en Garín. Pero en el país hay muchos otros laboratorios públicos con capacidad de producir las vacunas, es imprescindible entonces anular las patentes y exigir que se socialice el conocimiento para su producción en masa.

Pero hay otras medidas a tomar de manera urgente. El multiplicar los testeos con identificación genómica ahora para detectar las mutaciones es vital. Con esto se podría establecer un sistema de seguimiento más preciso de la circulación viral y tomar medidas de aislamiento y restricciones más focalizadas y efectivas.

Son esas medidas de restricciones que el gobierno se niega a tomar las que se hacen también importantes en estos momentos. Alberto prefiere ceder a la presión de la derecha irresponsable y los empresarios en lugar de cuidar a la población. La libre circulación por todo el país de semana santa puede ser grave, donde se mezclarán los casos de distintas provincias, volviendo a sus casas y trabajos habituales muchos contagiados, como ya pasó últimamente con los vuelos del exterior que finalmente tuvieron que limitar, aunque tarde.

Por último, digamos que hay que reforzar el sistema de salud, porque si como se prevé, esta segunda ola es superior a la primera, será la única forma de poder fortalecerlo. Si no pasará como en Brasil actualmente donde el sistema está colapsado, con uno de cada 4 enfermos graves que muere sin haber podido recibir oxigenoterapia. Es imprescindible entonces avanzar en un sistema único de salud estatal, bajo control de los trabajadores para contar con toda la capacidad instalada, habida cuenta que ya hoy están ocupadas casi el 60% de las camas de UTI en el AMBA y peor aún en las provincias.

Para poder implementar estas medidas se necesitan todos los recursos económicos del país al servicio de la pandemia, ni un solo dólar debe salir a pagar deuda externa. Pero también hay que imponer un real y verdadero impuesto a la riqueza, donde las grandes fortunas y ganancias aporten de manera progresiva la plata necesaria para equipamientos, personal, vacunas, etc. No como el simulacro de impuesto que quiso implementar el kirchnerismo y que hoy todavía no paga más del 80% de los alcanzados, muchos de los cuales decidieron ir a la Justicia para no pagarlo.

*El autor de este trabajo es médico y parte del equipo de salud del MST y Alternativa Salud

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