martes, 21 mayo 2024 - 20:37

La Rioja. La presencialidad mata

El día martes por la tarde nos enteramos del lamentable fallecimiento del docente Marcos Guiaz, a causa del Covid-19. Se contagió dando clases presenciales ya que, pese a ser grupo de riesgo, se vio obligado a asistir a dictar clases. La bronca de toda la comunidad educativa apunta a un claro responsable: el Estado.

Crónica de una muerte evitable

La Rioja, al igual que todo el país, está atravesando la segunda ola con números muy preocupantes. En las ultimas semanas se viene registrando un promedio de 100 contagios diarios y al día jueves 15 de abril tenemos 1.420 casos activos, igualando los números más alarmantes de la primera ola. El sistema sanitario está al límite, con un personal insuficiente y agotado tras 380 días de pandemia y  con un 90% del sistema de salud ocupado.

Frente a la situación epidemiológica, el gobierno peronista de Quintela solo atinó a tomar algunas restricciones muy limitadas pero sin tocar los intereses de empresarios y privados, permitiendo el funcionamiento de empresas no esenciales, de bares y principalmente dando continuidad a la presencialidad escolar.

Al igual que lxs trabajadores de la salud, y demás ramas esenciales, lxs docentes tuvieron que afrontar el primer año de pandemia en pésimas condiciones, sorteando con sus propios recursos la desigualdad y falta de acceso a la conectividad de sus estudiantes. Todo esto, en una provincia que paga el tercer salario más bajo del país.

Sin embargo, el 2021 comenzó con el gobierno provincial y nacional presionando para recuperar la presencialidad. Así, las clases arrancaron el día 1 de marzo, agregando el trabajo presencial al ya desgastante trabajo virtual. Por otro lado, las pésimas condiciones edilicias y falta de recursos en las escuelas imposibilitan una verdadera adecuación a los protocolos. Por eso que los contagios se multiplicaran en educación era solo cuestión de tiempo. 

A la presencialidad forzada se le sumó una deficiente campaña de vacunación, con docentes no vacunados o que solo recibieron una dosis. Es así el caso de Marcos Guiaz, quien además padecía diabetes e hipertensión. Su fallecimiento se podría haber evitado perfectamente si el gobierno hubiese priorizado la salud de docentes y estudiantes.

La muerte toca las campanas en las escuelas de todo el país

Fernández y su gabinete miran para otro lado cuando se trata de los contagios en educación. Insisten en que “la escuela y las fábricas no producen contagios”. Sin embargo, en los 44 días que van desde que se retomaron las clases  ya son 35 las muertes por Covid-19 en educación, contando incluso la muerte de un estudiante.

A pesar del intento de desviar el foco de contagio de la presencialidad a otras áreas como el transporte público o culpabilizando a la gente por «falta de responsabilidad individual», lo cierto es que el virus no se propagó en los colegios antes gracias a la virtualidad. Hoy, a pesar de las condiciones de seguridad exigidas por la comunidad educativa, desde los ministerios hacen oídos sordos e insisten con sostener esta presencialidad insegura a como dé lugar.

Quintela y Martínez calladitos, calladitos… AMP y el Kelo que ladran, pero no muerden

Ni el gobernador ni su ministro de Educación, Ariel Martínez, emitieron declaración alguna ni repuesta clara desde el fallecimiento de Guiaz. Su indiferencia no hizo más que despertar la indignación de la sociedad y principalmente de les docentes, que ya se movilizaron dos días seguidos, con la intención de seguir en las calles exigiendo justicia y medidas de fondo para hacer frente a la segunda ola.

Párrafo aparte merece la (in)acción del sindicado AMP y su secretario “Kelo” De Leonardi. Desde el 2020, donde dejó pasar la paritaria docente muy por debajo de la inflación, hasta el 2021 cuando comenzó convocando a «paros virtuales», poco y nada tuvieron de efecto sus medidas en la lucha por el mejoramiento de las condiciones laborales. Tampoco se incluía el reclamo por más vacunas y el no a la presencialidad; y si hoy lo exige es por la presión de las bases, ya cansadas de la complicidad del sindicato con la política provincial. 

A pesar de todo, AMP sigue con un tibio plan de lucha de paros virtuales y entrecortados, sin ningún tipo de movilización definida democráticamente, ni responsabilizando al gobernador y al ministro.

Entre silencios cómplices y la (in)acción, una salida real

Desde Alternativa Docente y el MST en el FITU hemos acompañado las recientes movilizaciones exigiendo justicia por Marcos y seguiremos en ese camino, denunciando la responsabilidad estatal del gobierno y su ministro de educación.

A su vez le reclamamos a AMP que levante un plan de lucha real. Partiendo de llamar a paro total e indefinido hasta lograr suspensión provisoria de la presencialidad, en debate democrático con la comunidad, trabajadores, estudiantes y familias. Exigiendo también que se garantice la conectividad para todes, para que la virtualidad no profundice la desigualdad. Por otra parte, es necesario exigir un plan de vacunación y testeos masivos, con control y asesoría sanitaria, independiente de los gobiernos. Para todo esto, el gobierno nacional debe liberar las patentes y expropiar el laboratorio de Hugo Sigman, para producir y distribuir las vacunas sin criterios lucrativos, ni intereses capitalistas de por medio.

Para poder llevar acabo estas medidas es necesario seguir organizados y en las calles hasta ganar. Es la pelea que te invitamos a dar juntxs y de forma independiente de los gobiernos, los partidos patronales y de las burocracias sindicales cómplices.

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