En el marco del lanzamiento de la Mesa Nacional del Plan Estratégico para el Desarrollo Minero Argentino, gobernadores, empresarios, representantes sindicales y ministros, se reunieron el jueves 5 de noviembre. El encuentro se dio vía zoom y promete la falacia de “minería sustentable”.
Coordinada por el ministro de Desarrollo Productivo, Matias Kulfas, y el secretario de Minería, Alberto Hensel, esta nueva Mesa tiene el objetivo de ampliar la zona minera con nuevos proyectos extractivos en el país.
Con orgullo, el gobernador sanjuanino Uñac se refirió al proyecto Josemaría: “Es un proyecto de explotación de cobre y oro que tendría una inversión de 3.000 millones de dólares en lo relacionado a la etapa de construcción, y para la etapa de operación se prevén exportaciones por 1.700 millones de dólares anuales, que implicarán desarrollo económico para el país y nuevos puestos de trabajo para San Juan”. Intentando explicar los beneficios económicos y las posibles fuentes de trabajo.
Por su parte, Kulfas hizo hincapié en “una minería sustentable, con cuidado ambiental mediante la incorporación de las mejores tecnologías y con un Estado presente en la fiscalización” Además, el ministro declaró sobre el impacto de la producción minera a gran escala y los objetivos del gobierno para la misma: “minería inclusiva y sostenible, que capte inversiones y genere divisas”. Una falsedad total, ya que la actividad megaminera es responsable del saqueo y contaminación en pueblos como Jáchal en San Juan que sufre la consecuencia de más de tres derrames de agua cianurada sobre la principal fuente de agua: el río Jáchal.
Otro de los presentes fue el gobernador chubutense Arcioni, que expresó, en el mismo sentido del resto de los presentes, su interés es la extensión de la zona minera en su provincia y el país.
Modelo extractivista para el FMI
Sin pelos en la lengua y con orgullo, la Mesa minera busca que la profundización de los proyectos extractivistas aporte al “desarrollo sostenible”. Misma línea general de las políticas del Frente de Todos y su “crecer para pagar” al FMI.
En ese sentido se moverán las decisiones de este espacio que une a los gobiernos provinciales y el nacional con el lobby empresarial.
La paradoja de esto, es que provincias como San Juan, Catamarca y Jujuy que tienen experiencia en la actividad megaminera, son ejemplos de pobreza, falta de trabajo y contaminación ligadas al proceso.
Asambleas de vecinos y pueblos enteros que son los portavoces de la lucha en defensa del agua, denuncian las catástrofes que tienen que vivir al tener a multinacionales explotando montañas enteras que destruyen los bienes comunes en su totalidad.
Si contamina, no es progreso
Creemos que, si los objetivos de cualquier proyecto productivo no garantizan el bienestar socio ambiental, no son progreso sino saqueo y contaminación. La orientación extractivista de los distintos gobiernos para pagarle al FMI es clara. Además, toman las decisiones a espaldas de los trabajadores y con fuerte peso en beneficio empresarial.
Nos queda poco tiempo, por eso hay que invertir de manera urgente la agenda de prioridades. Prohibir la megaminería y toda actividad contaminante, poner fuertes castigos a las empresas contaminadoras, la reconversión laboral de sus trabajadores y ponernos al servicio de la remediación ambiental, son algunas de las medidas que hacen falta.
Junto con esto, para cada proyecto u orientación a tomar, es necesario que se realicen consultas populares con previa información clara para que realmente podamos decidir.
Ante los secretismos y las decisiones que toma la casta política junto a los empresarios, los pueblos resisten, se organizan y luchan. En ese camino va la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones que convoca este próximo 9 de noviembre a una gran jornada de lucha con movilizaciones, festivales y vigilias en todo el país con la consigna 9.11 Emergencia Socioambiental. La vida no se negocia.