Luego del lunes fatídico pos elecciones, donde el oficialismo de la mano del ministro candidato Sergio Massa decidió devaluar, se sobrevinieron nuevas malas. Como lo comunicó la Secretaria de Energía, Flavia Royón, en Radio Mitre, habrá nuevos aumentos en las tarifas de la energía eléctrica. Claramente que, este aumento, es una consecuencia de la devaluación del 22% antes mencionada.
La funcionaria, en la entrevista radial, admitió: “Vamos a estudiar cómo la devaluación afecta el costo de la energía eléctrica y va a haber una actualización”. Así, al 500% de aumento que se lleva durante los últimos 12 meses en la zona del AMBA, se sumaría otro tarifazo más. En concreto, quienes ya comenzaron a pagar boletas de entre $20.000 y $40.000 pagarán aún más.
Como todo Unión por la Patria la funcionaria busca demostrar los últimos aumentos y la propia devaluación como un mal que ya pasó y hay que aceptar. Por eso, luego de admitir lo comentado sobre la tarifa de luz, también se expresó sobre el aumento de combustible: “no va a haber más aumentos hasta el 31 de octubre”. No hay más, pero hay que admitir la última suba del 12,5% que conlleva como epifenómeno el aumento de todos las demás mercancías y, principalmente, en las góndolas de alimentos.
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Para justificar los aumentos y explicar por qué no se haría nada contra las petroleras Royón aclaró: “la cadena de combustibles está muy atada al valor del dólar” y, además, “los contratos con la petroleras están en dólares”.
Estas políticas claramente, como la devaluación, están atadas las directrices del “perno” del FMI, que dejó Macri, pero que Massa y el gobierno de los Fernández responde al pie de la letra. Las preguntas sobre cómo aparecen los Milei, pueden, en parte, encontrarse en medidas como estas. Es más, viendo lo que postula la fuerza La Libertad Avanza, podríamos decir que se asemeja bastante a esas políticas, ni hablar otra derechista como Patricia Bullrich. Ambos son amigos de las ideas de terminar con todo tipo de subsidio al consumo de los usuarios, y dejar que el precio de las tarifas recaiga sobre los usuarios estafados por las privatizadas.
Con las fuerzas pro patronales, abrazadas a los mandatos del FMI, no habrá cambios en la materia. Más bien vendrá un recrudecimiento en los aumentos de las tarifas. Es necesario un cambio político hacia izquierda, para poder confrontar políticas económicas que ataquen el bolsillo de los trabajadores y sectores populares.