viernes, 19 abril 2024 - 01:52

Economía. Atendiendo prioridades: el acuerdo con el Fondo se acerca

La semana inició con noticias en materia económica que resaltaban las reuniones de Martín Guzmán y su equipo en Washington. El motivo del viaje residió en el encuentro con los directivos del Fondo Monetario; Georgieva, la directora, principal objetivo. Como ante cada negociación con la institución imperialista, las declaraciones de los actores estuvieron delineadas por el secretismo.

Por la capital del imperialismo

Comenzando por la reunión que incluyó la participación de Julie Kozack (subdirectora del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI) y Luis Cubeddu (jefe de la Misión para Argentina), el ministro de Economía y Miguel Pesce (presidente del BCRA), como lo indicaron en un comunicado oficial, “abordaron aspectos técnicos de las negociaciones sobre un nuevo programa que reemplace al fallido stand by firmado por la administración de Juntos por el Cambio en 2018”. Aunque parezca menor, el cambio semántico del gobierno en su discurso comienza a demostrar lo obvio: las ansias por cerrar un nuevo acuerdo. De “estafa” a “fallido” hay un largo trecho en lo que respecta al acuerdo de U$S 45.000 millones que, así como llegó, se fugó.

Esta reunión que antecedió el encuentro con la directora del Fondo estuvo marcada por una discusión que es la bandera de Guzmán en su recorrido por Estados Unidos: la quita de los sobrecargos que el FMI cobra por interés de los préstamos. Sin embargo, a pesar de que el número uno del Palacio de Hacienda haya balanceado el encuentro con Georgieva como un “valioso encuentro con la directora gerente del FMI para avanzar en resolver la deuda insostenible con el organismo”, lo cierto es que los pedidos solicitados han encontrado la espalda de los burócratas del Fondo. Según la agencia Bloomberg, la junta directiva del FMI rechazó la solicitud de Argentina para discutir tal alivio.

Si nos remontamos al historial de Guzmán como negociador, los partidos ganados son cero. El pasado reciente demostró como se arrodilló ante los tenedores privados de deuda durante 2020, motivo por el que no es descabellado pensar que desistirá con su reclamo por las sobretasas que equivalen a US$ 1.000 millones al año.

La entrega es ahora

Culminados los cónclaves en Estados Unidos, Guzmán y Alberto Fernández comenzaron a realizar reuniones y posteriormente definiciones con el círculo rojo local. El primero, que participó mediante una grabación del Coloquio IDEA, definió: “Buscamos llegar a un acuerdo con el FMI que sea sobre la base de lo que es nuestra visión de cómo administrar la economía”. Toda una declaración de parte para llevar tranquilidad al empresariado local e indicar que la estafa heredada del macrismo se va a honrar.

Por parte del presidente las declaraciones fueron aún más claras que las del ministro. En su cuenta de Twitter, mientras ayer se encontró en un almuerzo con personajes como Marcos Bulgheroni; Marcelo Mindlin y Hugo Eurnekian, entre otros, polemizó con Clarín publicando lo siguiente: “Hoy nos encontramos con la tapa del diario Clarín que dice que, en esa reunión, anuncié que el acuerdo con el FMI se sellaría el año próximo. No fue así. Queremos lograr ese acuerdo tan pronto como se den las condiciones”.

Así como el progresismo testimonial se va esfumando del gobierno con la llegada de personajes como Manzur y Aníbal Fernández, la retórica económica de redistribución se está transformando en un claro mensaje de entrega. Lejos están quedando los cantos de sirena del Frente de Todos que calificaban al acuerdo Stand By solicitado por el macrismo como una estafa digna de ser investigada por la Oficina Anticorrupción. Al día de hoy poco se sabe de esa denuncia que pasó a un segundo plano, y se profundizó una línea política en la que se trata de imprimir una idea imposible de cumplir: hacer crecer la economía, resolver la pobreza estructural del país y pagar la deuda.

Para cerrar el acuerdo van todos

La Ley de Etiquetado Frontal no tuvo tratamiento por falta de Quórum en la cámara de Diputados. Tanto los integrantes de la bancada que hoy representa a Juntos, como sectores del peronismo se ausentaron de tratar la misma en defensa de la industria alimenticia. Sin embargo, como lo advirtió Diego Santilli hace poco tiempo, cerrar un acuerdo con el Fondo está dentro de la agenda de la oposición de derecha.

Todo el arco político tradicional, en una especie de frente único, se prepara a votar a mano alzada el nuevo acuerdo de Facilidades Extendidas que Guzmán está negociando en Washington. Contrariamente a lo que sucedió en el gobierno de Macri, esta vez el Fondo buscará plasmar como política de Estado un acuerdo que digitará la economía local por diez años más. Las debilidades de las coaliciones políticas que componen el régimen no dan garantías por sí solas de aplicar un programa como el que se exige.

Solo resta esperar para que se formalice la fecha del tratamiento de esta nueva entrega. En este marco es central seguir instalando como fuerza a la izquierda. Como lo vienen haciendo los candidatos a Diputados del MST en el FIT-Unidad Alejandro Bodart y Cele Fierro, es necesario que el frente electoral se instale como una alternativa en la calle, que denuncie este saqueo y pelee por la declaración de un default soberano. La movilización de los trabajadores y al juventud es la única vía para ponerle un freno a un mecanismo de saqueo que la última vez que se aplicó (en Grecia) dejó como saldo una reforma laboral que eliminó los convenios colectivos de trabajo (lo ocurrido en Toyota es una muestra), una reforma sanitaria que implicó despido de trabajadores (médico y enfermeros) y una reforma previsional que elevó la edad de jubilación hasta los 65 años.

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