Luego de 11 horas de debate, el Frente de Todos logró la sanción de la nueva reforma previsional con 132 votos a favor y 119 negativos.
El nuevo cálculo que no contempla a la inflación como ítem de actualización para las jubilaciones, sólo actualizará, trimestralmente los haberes jubilatorios con una fórmula que combina un 50% de la recaudación de la Anses y otro 50% de la variación salarial medida por la evolución de los salarios formales que realiza el Ministerio de Trabajo (RIPTE) y de los salarios que mide el Indec.
Así, el nuevo cálculo colabora en la pérdida de un 25% de ingresos en estos 3 años. Una muestra de que, para ajustar a los jubilados, no existe grieta alguna entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos de Alberto Fernández.
Como indicó el MST en el FIT-Unidad la única reforma previsional en favor de los ingresos de los jubilados, es aquella que recomponga el 82% móvil y una cláusula gatillo por inflación, y no una que favorezca los intereses del FMI.
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