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Las imágenes de lo sucedido en las últimas horas en la ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires son totalmente impactantes. El temporal ya tuvo como consecuencia 10 muertos, 1128 evacuados y pérdidas incalculables.
Un hecho sin precedentes
Durante la madrugada del viernes se desarrolló un temporal que afectó, entre otras, a las localidades de Coronel Rosales, Monte Hermoso y Patagones, pero sin dudas la más afectada fue Bahía Blanca.
Más de 400 milímetros de lluvia caídos en menos de ocho horas provocaron una verdadera tragedia climática. El viento y las lluvias no solo cortaron el suministro de los servicios e impidieron la circulación por las calles, sino que también cerraron rutas y arrastraron automóviles. El agua inundó cientos de viviendas, comercios, instituciones públicas y hasta el Hospital Penna, donde pacientes internados y niños recién nacidos debieron ser socorridos y trasladados.
Bahía Blanca se quedó sin luz, sin señal de celular, sin servicio de agua, con todos sus accesos cerrados y con la mayoría de las calles totalmente intransitables. En algunas zonas, metro y medio de agua llegó a ocupar las calles, y se tuvieron que suspender todas las actividades educativas, deportivas, sociales, etc. Se estima que la tragedia ya dejó un saldo de 10 muertos, 1128 evacuados y pérdidas incalculables. Siguen rigiendo alertas por lluvias fuertes en 10 provincias.
En la ciudad se encuentra el gobernador Axel Kicillof, al igual que los ministros Patricia Bullrich y Luis Petri. La ministra de Seguridad de la Nación declaró: “Estamos trabajando articuladamente con la provincia y la municipalidad”. Fuerte hipocresía de funcionarios obligados a tener que ir solo para no quedar mal, sin ninguna política preventiva ni dando ahora las respuestas que realmente hacen falta. Bullrich habló de promesas de $10.000 millones que estarían disponible la semana que viene. Mientras tanto que la gente haga lo que pueda. Como siempre, la población no les importa.
Por su parte, Carlos Bianco, ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, sostuvo que “el problema ahora es que baja el agua y, básicamente, hay que reconstruir una ciudad, darle contención y asistencia necesaria a todos aquellos que perdieron todo: la casa, los muebles, los recursos; es un trabajo muy doloroso y triste, y que requiere de muchísimos recursos. Vienen días complejos”. La provincia tiene numerosos recursos para afrontar esta situación. Y si hiciera falta más se puede poner un impuesto extraordinario a las grandes riquezas para afrontar todo lo que haga falta.
Tres elementos que cultivan esta tragedia
• La desidia estatal: Por un lado, nos encontramos con falta de organización y planificación estatal, así como también con la ausencia de obra pública necesaria para prevenir y mitigar los fenómenos climáticos.
• Negacionismo climático: El gobierno nacional milita un terraplanismo climático, donde niega la crisis que atraviesa nuestro planeta. Por tal motivo, abandonó los mínimos acuerdos internacionales que existían en esa materia.
• Extractivismo: Este modo de producción, basado en el saqueo de los bienes comunes, trae profundas consecuencias, afectando el balance natural y la capacidad de absorción de los suelos.
La ciudad del sur bonaerense, al igual que en 2023, cuando Milei los visitó para decirles “no hay plata”, vuelve a ser afectada por una catástrofe de magnitudes colosales. El colapso ambiental genera como consecuencias veranos cada vez más calurosos, inviernos más fríos y una mayor sensibilidad hacia los eventos climáticos extremos y recurrentes.
Es decir, las inundaciones, sequías e incendios que se vienen produciendo en nuestro país son parte de esos fenómenos extremos recurrentes que, combinados con la desidia y la falta de inversión estatal, traen resultados catastróficos. Luego, se actúa cuando el daño ya está hecho.
En este caso, fue la lluvia más potente desde que se tienen registros y afectó a casi toda la ciudad. Llamamos a la solidaridad efectiva y urgente con el pueblo bahiense, que está atravesando una situación crítica.
Desde los distintos gobiernos involucrados, deben volcarse ahora mismo todos los recursos necesarios para poder reconstruir la ciudad nuevamente y elaborarse medidas preventivas.
Además, es necesario dejar a un lado el negacionismo climático que se esgrime desde el gobierno nacional, pero que en las acciones concretas no existen grietas con los demás gobiernos. Por más progresistas que se vendan, todos se han disputado los negocios del RIGI, que poseen un impacto ambiental tremendo.
La crisis climática existe, y es necesario tomar medidas para mitigar sus efectos, o cada vez serán más recurrentes este tipo de tragedias climáticas.