sábado, 14 diciembre 2024 - 06:48

Atentado contra Cristina. ¿En defensa de las libertades democráticas o de la democracia burguesa? 

Una vez más repudiamos el atentado. A la vez, denunciamos la campaña política que se hace a favor de la “democracia”, “la unidad nacional” y “la paz social” a partir de este hecho. Por eso no fuimos a la Plaza de Mayo el pasado viernes. Esto no tiene nada de contradictorio: una cosa son las libertades democráticas y otra muy distinta el régimen que conocemos como “la democracia” (que sabemos tiene poca y cada vez menos de ella). 

La palabra democracia ha tenido un uso aristocrático desde que se acuñó en la antigua Atenas esclavista y hasta el día de hoy, como forma de organización siempre significó “la democracia de una clase social minoritaria impuesta a otra mayoritaria”. 

La democracia de la burguesía 

Frente a la autocracia de la nobleza, la burguesía rescató de la antigüedad nuevamente la noción de democracia y al ascender al poder impuso el nombre de democracia al régimen político con el cual consolidó su dominación política. 

Así es como al día de hoy en los planes de estudio, que la burguesía diseña para formatearnos para no cuestionar su hegemonía impuesta, se cuenta que la palabra se origina por la unión de los vocablos griegos: demos y cracia. Y de ahí la feliz conclusión de que la democracia es el gobierno del pueblo. Para terminar de fijar esta falsa ideología enseñan que el pueblo es una totalidad y, en consecuencia, la democracia es el gobierno de todos. 

Sin embargo, es difícil sostener que hay una parte de la población que se condena a sí misma a la pobreza y la miseria. Por la realidad cae la falsa ideología. La “democracia” en nuestro país hoy significa firmar un cheque en blanco cada cuatro años, e incluso ya ni siquiera ello (a Massa no lo votó nadie). Por supuesto que no solo es esto, sino también la teoría de la separación de los poderes y el equilibrio entre ellos, la supuesta igualdad ante la ley, entre otras mentiras. 

Las libertades democráticas 

Distinto al régimen democrático burgués son las libertades democráticas. Entre las más importantes de estas se encuentran la libertad de expresión, reunión, asociación, manifestación, representación y organización. 

Incluso, estas libertades en un régimen democrático burgués son relativas. Por ejemplo, en nuestro país hubo históricamente democracias que han proscripto partidos políticos o, como ahora, han impuesto pisos proscriptivos. Hubo más y menos libertad de prensa, etc. 

Esto es así porque, justamente, las libertades democráticas pueden ser también ejercidas por sectores que no están en el gobierno. Más aún, en esta etapa de decadencia del capitalismo en la cuna de la democracia burguesa (Francia) hay cada vez más condicionamientos a las libertades democráticas. 

Libertades democráticas vs democracia burguesa 

Por lo dicho anteriormente queda más que claro que defender libertades democráticas no implica defender la (anti)democracia burguesa. Es por ello que como revolucionarios nuestra tarea es defender y desarrollar las libertades democráticas más allá de los límites que le impone “El Estado de Derecho”. Por ejemplo, nuestro programa antiprivilegios sostiene que se tendrían que poder revocar mandatos o que los jueces se deberían votar en vez de que sean designados a dedo de manera vitalicia por el poder ejecutivo. 

Estas serían medidas de ampliación de las libertades democráticas y que van contra la democracia que nos impone la burguesía. 

Yendo al punto 

La marcha del viernes pasado y la utilización política que se está haciendo por el atentado pretende mezclar estas diferencias e intentar reconstituir la falsa ilusión de la “unidad nacional” en defensa de la “democracia” Porque, mientras se está marchando a la plaza de mayo, por otro lado el gobierno aplica otra gran injusticia para las mayorías populares reconociéndole a los sojeros un tipo de cambio a $200 dólares, recortando en salud y educación o permitiéndole más beneficios a las mineras. La inflación sigue comiendo nuestros ingresos y se recorta la ayuda social. Las diferencias sociales deterioran aún más las posibilidades democráticas reales. Por estas razones es que desde el FITU no fuimos a la marcha como equivocadamente hizo el NMas. 

¿Democracia vs dictadura? 

Desde un arco muy amplio se intentó (e intenta) agitar que con el atentado corre peligro “la democracia”, que la derecha fascista quiere suprimir la “democracia” y barbaridades por el estilo. Estamos lejos de que haya una derecha golpista organizada para perpetrar y sostener un golpe. El atentado cada día queda más claro que es más bien producto de lúmpenes no organizados políticamente en una fuerza consecuente, consciente y con un plan de gobierno para llevar adelante. Las propias impericias del atentado son muestra suficiente. También la reacción condenatoria de las fuerzas políticas de derecha. La burguesía y el imperialismo hoy no apuestan a esa salida. Por eso se las ingeniaron para correr al desgastado Alberto, que prácticamente se caía solo, para encontrarle la vuelta sin siquiera llamar a elecciones anticipadas. Por eso rápidamente todo el establishment y el propio imperialismo yanqui salió a bancar a Massa. Está tan inestable la situación política que no se pueden arriesgar a desatar una guerra civil. 

Por estas razones hoy no está en peligro la “democracia”, para nada. Además, la revolución del 82 contra la dictadura genocida sigue teniendo su peso y la derecha no tiene la bancada social para hacerlo. Muestra cabal de esto es la efímera vida del movimiento antipiquetero de Marra. Por supuesto esto no quiere decir no ser los primeros en enfrentar a los liberfachos y nuestro partido estuvo y estará a la vanguardia de ello. Pero, indudablemente, para enfrentarlos no hay que caer en los brazos del reformismo que ha mostrado en toda Latinoamérica que son los que le abren la puerta de entrada. 

E incluso para poder defender la memoria del pobre Trotsky de las manos del revisionismo oportunista del NMas: él siempre defendió las condiciones de organización de la clase trabajadora (libertades democráticas) frente al peligro del fascismo, no el fetiche de un régimen contra otro. 

Democraticemos todo 

Este régimen cada día menos democrático no va más. El 2001 ya había hecho una sentencia concluyente: Que se vayan todos. Hay que cambiar todo, hay que democratizar realmente todo. Por eso seguimos levantando la necesidad de discutir todo, de que haya una asamblea constituyente para desenmascarar a esta democracia trucha en el camino de lograr las condiciones de igualdad necesarias para que exista una democracia real. 

Bajo este sistema capitalista y bajo esta democracia burguesa es que está en peligro la democracia. De conjunto las instancias de decisión están cada día más restringidas: en el sistema político, en las organizaciones obreras, etc. Para pasar el ajuste van a necesitar restringirlas más aún, por ende, todos los que de una u otra manera o argumento no se opongan al ajuste están atentando contra las libertades democráticas. 

Si de verdad querés luchar por una democracia real, tenés que organizarte con nosotres que somos los más consecuentes en enfrentar en los hechos a la derecha y los únicos que realmente estamos dispuestos a desarticularlos de raíz suprimiendo las condiciones sociales de su existencia: liquidando la desigualdad social. 

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