En ocasión de la última Marcha de la Resistencia, el 3 de diciembre pasado, se entregó en la Casa Rosada un petitorio con más de 8.000 firmas dirigido al presidente de la Nación, solicitándole medidas para que se abran todos los archivos del terrorismo de Estado.
Fue una iniciativa del Encuentro Militante Cachito Fukman (EMCF), que acompañamos la gran mayoría de las organizaciones que integramos el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, entre ellas el CADHU y el MST en el FIT Unidad.
A fines de diciembre, en esencia, el gobierno nacional “respondió” que ya todo es conocido y está disponible (ver PDF abajo). Por supuesto no es así, dado que cada tanto, por acción de los familiares de detenidos-desaparecidos, de ex presos políticos o incluso de la casualidad, se encuentran nuevos archivos, materiales y pruebas en relación con la represión de aquellos años.
Además, como bien dicen lxs compas de la Cachito en sus redes, “limitarse al informe de la Conadep es negar los testimonios que ratifican que las nóminas de las personas secuestradas eran elevadas cotidianamente al Comando de Institutos Militares”.
Ante esa no respuesta por parte del gobierno y su Secretaría de Derechos Humanos, el jueves 4 compañerxs del EMCF volvieron a presentar una nota reiterando el pedido concreto a Alberto Fernández, presentación que acompañamos y cuyo texto reproducimos aquí:
Nuevo pedido por la apertura de los archivos
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 4 de febrero de 2021
Dr. Alberto Fernández
Presidente de la República Argentina
S / D
De nuestra consideración:
El 3 de diciembre pasado le presentamos a Ud. un petitorio, con miles de firmas, solicitando adoptar las medidas necesarias para la apertura de los archivos de la represión genocida. Tal pedido dio origen al Expte. EX-2020-84314346-APN-CGD#SGP y luego, con fecha 28 de diciembre, recibimos una respuesta de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Analizado dicho material, que consta de 34 páginas, le hacemos saber que esa respuesta oficial no cubre las expectativas ni responde al petitorio, toda vez que el material que nos remiten es de vieja data y, además, de público conocimiento. Es decir, nos responden lo que ya es sabido.
Cabe recordar que el material disponible en el llamado Archivo de la Memoria, al que se nos remite, ha surgido de los testimonios y materiales aportados por sobrevivientes y familiares, y, en unos pocos casos, es fruto de la casualidad, como lo hallado hace poco en dependencias de la AFI (ex SIDE), a escasos 50 metros de la Casa de Gobierno y tras haber permanecido oculto allí muchos años.
Por tal motivo, nos vemos en la obligación de reiterarle a Ud. nuestra demanda a fin de que disponga la apertura de los archivos del terrorismo de Estado, tanto del período 1974/75 como de la dictadura cívico-militar 1976/1983.
Como Ud. sabe, los tratados internacionales firmados por nuestro país, que tienen rango constitucional, obligan al Estado “a investigar y sancionar los delitos contra los derechos humanos cometidos por sus autoridades”, delitos que son imprescriptibles.
Nos mueve el interés de conocer la verdad y así lograr justicia para lxs familiares, madres, hijxs, hermanxs, sobrevivientes y toda persona que rechace la impunidad y el pacto de silencio de las FF.AA. y de Seguridad que perduran hasta hoy. Contar con esos archivos ayudaría, sin duda alguna, a saber el destino de nuestrxs compañerxs detenidxs-desaparecidxs, a enjuiciar a los responsables de lo sucedido y a que cientos de jóvenes apropiadxs recuperen su identidad.
En su carácter de Presidente de la Nación y Comandante en Jefe de las FF.AA., Ud. tiene la facultad de ordenarles formalmente a dichas fuerzas y a todos los organismos de inteligencia que, en un corto plazo, pongan a disposición suya y de todos los organismos de derechos humanos la información y los archivos aún no entregados.
Tal como lo dijimos en el petitorio, “está en sus manos permitir el acceso público a la totalidad de los archivos” y para ello “el Estado debe adoptar las medidas que sean necesarias”.
Por todo lo expuesto, quedamos a la espera de una respuesta favorable de su parte.
Sin otro particular, saludamos a Ud. atentamente.