viernes, 19 abril 2024 - 11:21

Alto curro. La publicidad no tradicional en Fútbol Para Todos

La denuncia, que por su importancia e interés reproducimos a continuación, fue presentada por el periodista Marcelo López Masías en el Juzgado Federal Nº 5, a cargo de la doctora Capuchetti, y en la fiscalía del doctor Stornelli.

Entre principios de 2010 y fines de 2015 se jugaron unos 3.000 partidos en el marco del programa Fútbol Para Todos, incluida la primera división del Nacional B y la selección argentina. De manera taxativa, el Poder Ejecutivo Nacional prohibió la publicidad privada en las tandas y dentro de la transmisión. Eso le generó al erario público pérdidas anuales por unos 200 millones de dólares por año: unos 1.200 palos verdes tirados a la basura en dicho período.

En esa época, en los campos de juego irrumpieron los carteles con tecnología LED y calidad full HD, que reemplazaron a los viejos carteles de aluminio y metal para los auspiciantes. Una productora de TV cautiva del poder, llamada “La Corte”, garantizó que durante 60 de los 90 minutos el vallado electrónico ingresaría de manera irregular e indirecta a la pantalla chica a modo de ráfaga. Los carteles luminosos se veían como telón de fondo del juego.

En resumen, les cerraron las puertas del deporte más popular del país a firmas nacionales e internacionales, pero les abrieron una ventana en donde las atendía un “bolsero” de publicidad amigo de la Casa Rosada, quien se quedó con 10 millones de segundos de publicidad no tradicional (pnt) aportados por 120 sponsors de primer nivel.

Todo esto ocurrió delante de nuestros ojos y está grabado en YouTube. Como cada segundo de pnt costaba entre 100 y 200 dólares, esta defraudación cinematográfica significa de mil a dos mil millones de dólares de ganancia limpia para un puñado de empresarios cercanos al poder. Toda la pérdida fue para el Estado y toda la ganancia para un pequeño grupo de estafadores.
Los términos de la denuncia son exclusiva responsabilidad de su autor.

10 millones de segundos de publicidad en TV pirateados por Fútbol Para Todos

En el principio, creó Dios los cielos y la tierra.
La tierra estaba desordenada y vacía. Las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: “sea la luz” y fue la luz. Génesis, la creación
La iluminación ha tenido un lugar destacado en el desarrollo de las civilizaciones.
Desde el fuego, primera forma artificial de reemplazar la luz del sol, hasta las luminarias que hoy se utilizan en los estadios deportivos.
En la actualidad, podemos transformar la noche en día y el alumbrado se ha convertido en sinónimo de civilización.
Luz y bienestar se conjugan en tal sintonía que suelen simbolizar los valores positivos. Como contrapartida, está la oscuridad que representa casi todo lo malo.
Desde Thomas Edison (quién presentó la primera lámpara incandescente o foco eléctrico) hasta nuestros días, la humanidad no ha hecho más que sumar luces al planeta. Hace poco más de una década comenzamos a disfrutar en los principales campos de juego de Argentina “la era de las Leds”.
La sigla LED proviene del inglés (Light Emisor Diod).
Gracias a esta tecnología, los carteles publicitarios, de tamaños impensables años atrás, lucen con eficiencia sus consignas aún en pleno día.
Pero, el avance de la ciencia puede servir tanto para el bien como para el mal.
Utilizadas con buenas intenciones, las pantallas electrónicas pueden salvarnos de la tiniebla.
Por el contrario, en manos del Kartell de la comunicación argentina, las Leds nos sumergieron durante años en la más profunda de las oscuridades económicas.

Capítulo uno: el método

En un país medianamente normal, la historia que nos aprestamos a narrar generaría una conmoción nacional.
Se convertiría en una suerte de Watergate y hasta podría “llevarse puesta” a buena parte de la administración que gobierna hoy desde la Casa Rosada.
Sin embargo, estamos muy lejos de esperar una repercusión siquiera cercana a la lograda por Carl Bernstein y Bob Woodward, los míticos cronistas que terminaron con la presidencia de Richard Nixon en 1974.
Por distintas razones, ni la prensa, ni la justicia, ni los políticos, ni los referentes sociales argentinos se conmueven o indignan ante los hechos más increíbles de corrupción que se registran en nuestras tierras.
Los hombres del Washington Post contaban con una fuente increíble: deep throat (garganta profunda).
Se trataba de una persona que les contaba con detalle la “inside information” con la que siempre sueña un periodista de investigación.
“Garganta” (Mark Felt) conocía desde adentro la corrupción del Partido Republicano gobernante gracias a su altísimo puesto en el FBI (Federal Bureau of Investigation).
Por lo tanto, todo lo que narraba era veraz ya que Felt se limitaba a describir situaciones de todo tipo que le había to cado conocer en primera persona.
A pesar de ser una fuente anónima (su nombre se conoció poco antes de su muerte) fue tan determinante para la historia norteamericana que su vida fue llevada al cine de la mano del consagrado actor Liam Neeson (El informante).
En Argentina, cada día, el noventa por ciento de los ciudadanos que utilizan un Smartphone aprovecha centenares de veces servicios completamente gratuitos tales como:
-mails,
-comunicaciones telefónicas vía internet,
-descarga de música,
-llamadas audiovisuales,
-descarga de filmes,
-servicios de mapas y GPS,
-ordenadores de tránsito en tiempo real,
-apps de citas amorosas.
Si tuviéramos que pagar por cada uno de ellos nuestros presupuestos mensuales se verían seriamente afectados.
El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, llegó a ser uno de los cinco hombres más ricos del mundo a pesar de que nunca les cobró de forma directa un centavo a sus usuarios. Situaciones similares ocurrieron con Kevin Systrom y Mike Krieger, los generadores de Instagram; el ucraniano Jan Koum, inventor de Whatsapp; Jerry Yang y David Filo, impulsores de Yahoo, o el israelí Uri Levine, inspirador de Waze.
¿Cómo lograron estas compañías financiar sus importantes gastos de infraestructura y personal?
Muy sencillo: tuvieron y tienen importantes anunciantes de empresas privadas que publicitan en sus redes.
En nuestro país, esa idea se llevó a la práctica en transmisiones deportivas pero bajo una forma prostituida, ya que fue el Estado nacional quien debió hacerse cargo de todos los gastos del supuesto “fútbol gratis para todos”.
Desde mediados de 2009, la Casa Rosada pagó por los derechos de transmisión del fútbol de Primera División sumas cercanas a los 160 millones de dólares anuales a la Asociación del Fútbol Argentino.
Si a esto le sumáramos los honorarios de los periodistas y locutores del FPT más los viáticos y sueldos de los responsables de la ejecución técnica del programa la montaña de dinero superó en distintos ejercicios los 200 millones de dólares.
¿Cómo se conformó el Kartell de la comunicación y cómo lograron que nadie notara su hábil jugada con las vallas Leds a lo largo de seis largos años?
¿Cómo lograron penetrar en todos los medios de comunicación audiovisual sin ser vistos?
¿Cómo pudieron a apropiarse de los torneos deportivos más convocantes?
Tuvimos la respuesta ante nuestra vista todo el tiempo en cada partido de futbol, en cada canal de televisión abierta, señales de cable y redes sociales.
Sin embargo, nunca supimos decodificarla.

Un poco de historia sobre fútbol, la TV y las transmisiones pagas

A partir de 1991, la empresa Torneos y Competencias adquirió los derechos televisivos de la AFA y creó un programa que tuvo la exclusividad de las imágenes más importantes de cada match.
Los hinchas, entonces, debían esperar hasta el domingo a las 22 para poder verlas.
Estábamos inmersos en la era de los “goles secuestrados”, como denunciara CFK para justificar la creación del programa Fútbol Para Todos. Mientras en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano todos podían ver gratis el programa “Fútbol de Primera” a través de canal 13, en el interior hubo que pagar durante años para poder ver los goles de los partidos.
El precio inicial que TyC Max pagó por los derechos del fútbol a la AFA fue:
-1,5 millones de dólares al año (1991)
-12 millones de pesos-dólares en 1994
-15 millones de pesos-dólares en 1995
-20 millones de pesos-dólares en 1996
-82 millones de pesos-dólares desde el 97 hasta el 2001
-en 2002, tras la devaluación, bajó a menos de 30 millones de dólares
-la cifra, ya “pesificada”, llegó a 268 millones de pesos (unos 60 palos verdes) en 2009, cuando fueran estatizadas las transmisiones por decisión de la presidenta Cristina Fernández.

Precio inicial que TyC Max pagó por los derechos del fútbol a la AFA

Año Precio (u$s millones)
1991 1,5
1994 12
1995 15
1996 20
1997 -2001 82
2002 -30
2009 70
Total 268 millones de pesos

La impunidad no es eterna

“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Pue des engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”, dijo Abraham Lincoln en la segunda mitad del siglo XIX.

En Argentina, muchos dirigentes de clubes de fútbol pensaron que el ex presidente norteamericano citado no estaba en lo cierto.
Por ello, intentaron que sus mentiras se volvieran eternas y su impunidad quedara consagrada para siempre.
Por suerte, no existe el crimen perfecto.
A partir del mes de febrero de 2010, el gobierno argentino, gestionador del Programa Fútbol Para Todos, decidió de forma taxativa que ya no se incorporarían “publicidades privadas” a las transmisiones de los partidos.
Por entonces, a los principales analistas deportivos y políticos les pareció que se trataba de un gesto de desmesura propia del ex presidente Néstor Kirchner quién por entonces era diputado nacional y estaba soportando el dolor producido por dos importantes derrotas:
-en 2008, contra el campo (por las frustradas retenciones móviles a la soja)
-en 2009, contra un outsider de la política como Francisco De Narváez (el santacruceño había liderado en vano la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires junto a Daniel Scioli y Sergio Massa).
Sin embargo, las razones de la mencionada prohibición decidida contra las firmas particulares eran muy distintas. Poco tenían que ver con las urnas y mucho se relacionaban con las cajas fuertes.
La Casa Rosada, que gastaba los citados 200 millones de dólares por año en la financiación del Fútbol Para Todos, quedaba con sus manos atadas a la hora de intentar algún tipo de recupero por parte de los auspiciantes acostumbra dos a participar de las principales competiciones televisadas.
La decisión se tomó de hecho, ya que no hubo normas administrativas específicas que respaldaran este freno tan ilógico como extravagante.
Concretamente: no existe un ejemplo siquiera similar en el resto de los países donde el fútbol es una pasión popular.
Se daba por tierra alegremente con la promesa del ex jefe de gabinete Aníbal Fernández, quien había señalado “el negocio dejó de ser de Clarín, ahora lo gestiona el Estado y con las ganancias que obtengamos vamos a financiar al deporte amateur”.
Todo fue una mentira, un sketch, fulbito para la tribuna, una mera mise en scène.
Para poder entender cabalmente la hábil maniobra el lector deberá ahora prestar especial atención.
En 2009, se produjo un cambio fundamental en la publicidad “estática” de los estadios deportivos.
Habían irrumpido las pantallas de Led que transformaron en dinámico lo que antes era poco menos que inamovible. Con apretar una sola tecla, ahora todo el estadio vería durante varios segundos la misma publicidad en las gigantescas vallas de más de 200 metros de extensión.
Las mismas se habían acercado como nunca a las líneas de cal que delimitan la cancha rectangular.
Los anunciantes privados, que tenían vedado su ingreso a las transmisiones más convocantes, fueron tentados por un par de empresas que tenían un pseudo monopolio de la situación comercial para “entrar por la ventana” al negocio de la pantalla chica ya que la puerta principal estaba tapiada ex profeso por el mismísimo Poder Ejecutivo Nacional. En resumen, se cambió la forma de irradiar las imágenes con los logos y consignas hacia las cámaras de TV. La firma “PEISA” (Publicidad Estática Internacional), a cargo de la cartelería, combinaba los mensajes de sus potentes Leds con las cámaras de la Productora La Corte, la responsable de mostrar el partido.
Entonces, el Fútbol Para Todos (que no quería permitir en el aire ni un segundo de anunciantes no oficiales) de repente aceptaba de buen grado que la imagen y los mensajes de esas firmas anteriormente vedadas se vieran en pleno desarrollo del partido durante las dos terceras partes del propio match.
El contrato con canales como América, Canal 9, la TV Pública, Canal 26, Crónica o C5N especificaba que el receptor de la transmisión no podía incorporar mensajes propios ni afectar en un ápice lo que dijeran y mostraran los profesionales contratados para cada evento.
Estuvimos frente a una comedia de tres actos.
⦁ El Estado nacional puso a lo largo de tres mil encuentros el 100% de los gastos del FPT y prohibió la participación privada en los auspicios. Esto le generó quebrantos por unos 1.200 millones de dólares en seis años.
⦁ Las empresas a cargo del trabajo técnico audiovisual que se contrataron desde la Jefatura de Gabinete nacional ajustaron su forma de emisión de las imágenes garantizando que durante 60 de los 90 minutos de juego se vieran al aire los carteles electrónicos con publicidad.
⦁ Unos pocos empresarios de la comunicación cartelizada se quedaron con todo el dinero de los anunciantes particulares a quienes les ofrecían una suerte de PNTs (publicidad no tradicional) para que sus mensajes pudieran desbloquear el cerrojo creado por el kirchnerismo. Gracias a esta salida ingeniosa, se generaron nada menos que diez millones de segundos de publicidad. El erario público no recuperó ni un centavo a pesar de la avidez de 120 sponsors por participar de transmisiones tan masivas.

Confesión de partes, el sincericidio de VHS

“Conforme aumenta la ganancia, el capital se envalentona. Asegúresele un 10 por ciento y acudirá donde sea necesario; un 20 por ciento y se sentirá ya animado; con un 50 por ciento será positivamente temerario; al 100 por ciento es capaz de saltar por encima de todas las leyes humanas, pero al 300 por ciento ya no hay crimen al que no se arriesgue”. Carlos Marx.

Es difícil imaginarse un negocio donde casi todo lo que se perciba sea rédito y prácticamente nada se le deba pagar al resto de los jugadores intervinientes.
En el Programa de Fútbol para Todos, el Estado nacional aportó (hasta la llegada de Mauricio Macri a la presidencia) el total de los gastos: dinero para los clubes, recursos para el despliegue técnico y dinero para los honorarios periodísticos.
Mientras tanto, la AFA y los clubes de Primera División percibían de PEISA una suma muy modesta por los derechos en el uso de las pantallas.
Los grandes ganadores eran los dueños de VHS Sports y de PEISA, a cargo del inédito sistema de Publicidad No Tradicional que le permitía mediante un sutil criterio técnico quintuplicar la comercialización de los segundos de publicidad por fuera del protocolo acostumbrado.
Facturaron entre 2010 y 2015 más de diez millones de segundos de publicidad aportados por más de un centenar de holdings económicos de primer nivel nacional e internacional.
Gracias a la creativa, aceitada y audaz combinación entre las transmisiones de TV estatales y las publicidades privadas que aparecían en anuncios electrónicos se quedaron con “la parte del león”.
VHS, en manos de Horacio Alberto D’Annunzzio, asegura aún en 2020 en sus páginas de internet que son “una nueva forma de comunicación”.
La firma explotó a partir de febrero de 2010, cuando el kirchnerismo decidió “expulsar” al capital privado del negocio.
Gracias al mecanismo que ya hemos descripto, estos “empresarios” se ufanaron públicamente por: quedarse en sus bolsillos con la gigantesca torta de propaganda privada mientras un Estado cómplice por acción u omisión pagaba la totalidad de los platos rotos del FPT.
En los párrafos siguientes del texto subido a la web la confesión es brutal ya que reconocen que ellos facturaron durante varios años publicidad privada de televisión durante los partidos del Fútbol Para Todos (insistimos con que esa chance estaba vedada por la Casa Rosada).
Prepárese para uno de los más torpes sincericidios por parte de VHS Sports.
“Hemos adquirido en estos diez años de experiencia (2010-2020) diversos sistemas que permiten introducir imágenes transmitidas en vivo o grabadas destinadas a la creación de secuencias gráficas que permiten insertar spots (piezas) con fines publicitarios o artísticos para realzar de modo comercial las transmisiones deportivas”.
En otras palabras, entre 2010 y 2015 hicieron trampa.
Se quedaron con los dividendos de los grandes anunciantes del deporte no permitiendo al Estado nacional recuperar un solo peso, a pesar de las promesas de Néstor Kirchner y su jefe de gabinete, Aníbal Fernández, en el inicio de esta estratégica “aventura” de financiar al fútbol argentino.
Todo está publicado online en http://vhs-sports.com/ y https://pbestatica.com/
En el viejo oficio de los bolseros de publicidad, la clave siempre consistió en comprar fuera de temporada o en momentos difíciles grandes paquetes de segundos de radio o TV para luego venderlos a precios muy altos cuando el mercado mostrara una recomposición.
Esa “avivada” siempre fue legal y estuvo relacionada con los lógicos términos de la oferta y la demanda.
Pero, en el caso del Fútbol para Todos, fueron necesarios varios protagonistas para generar una “tormenta perfecta”.
Se necesitaba contar con una mesa apoyada en al menos cuatro patas:
⦁ Dirigentes políticos venales, que le hicieran poner al Estado nacional todo el dinero para el fútbol, postergan do necesidades básicas de la gente como vivienda, cloacas, pavimento, salud y alimentación.
⦁ Directivos deportivos cómplices quienes sabían que dentro de los estadios de sus clubes se estaba llevando a cabo un saqueo a las arcas públicas. Estos personajes suelen desempeñarse durante el día en trabajos donde perciben uno, dos o tres mil dólares mensuales pero, luego, de noche (cual Dr. Jeckyll y Mr. Hyde) se transforman en hombres capaces de firmar operaciones por transferencias de jugadores y desembolsos de millones de dólares. No les tiembla el pulso a pesar de las diferencias de tantos ceros entre los recursos propios y los ajenos.
⦁ Un Kartell monopólico de las comunicaciones, que ideó este desfalco y fue capaz de mantener callada la boca de centenares de periodistas deportivos que tiene contratados en gráfica, radios y canales de TV.
⦁ Una justicia corrupta o desaprensiva que no tomó ninguna medida concreta para frenar el robo, a pesar de haber contado con todas y cada una de las pruebas que hemos ido enumerando.
A lo largo de seis años no hubo indolencia, no hubo impericia.
Ocurrió todo lo contrario.
A la actual casta gobernante se le puede adjudicar cualquier adjetivo descalificatorio, menos que sean unos des prevenidos. No hay inocentes o desatentos en este fraude, fueron todos cómplices.

Arcas en rojo en el Estado pero doble línea de pantallas LED en los estadios

El Fútbol Para Todos acumuló un déficit de 1.200 millones de dólares cubiertos por el Tesoro y deuda interna.
Entre 2009 y 2015, el programa que se anunció como autofinanciable terminó con un rojo equivalente al 98% de los costos previstos.
Por ello, debió echarse mano a recursos de la ANSES y el Banco Central, entre otros.
Así fue la evolución del déficit en dólares del FPT.
-en 2010, con el dólar a tres pesos con 60 centavos, se perdieron 148 millones de dólares,
-en 2011, con una divisa norteamericana estable, tuvimos rojo por 190 millones de palos verdes
-en 2012, se trepó hasta los US$ 246 millones de moneda estadounidense.
-en 2013, tras devaluación de nuestra moneda, se esfumaron 214 millones de dólares
-en 2014, tras otra nueva depreciación del peso, llegamos a 195 millones de verdes de pérdida.
-en 2015, la sangría superaría largamente los 200 millones de dólares.
Todo esto ocurría en el marco de una aceleración lógica en la pauta privada dentro de la cartelería Led.
El deporte más popular no era mejor que años anteriores pero, gracias a que ahora era universal (y que todos lo podían ver de manera gratuita) las audiencias crecían y clási cos como River-Boca superaban los 30 puntos de rating.
Los sponsors querían ser parte de ese fenómeno comunicacional pero, como ya hemos detallado, tuvieron vetado du rante seis años el ingreso por la puerta principal.
Por el contrario, les daban acceso por una ventana lateral previo pago de fuertes peajes al Frankenstein creado por el Kartell para quedarse con la pauta particular.
¿Cómo sabemos que la cartelería LED era todo un suceso? Muy fácil, los anunciantes ya superaban los 120 y se tuvo que recurrir a una segunda hilera de pantallas dentro de los estadios para poder cumplirles a “todos y todas”.
¿Cómo sabemos que los principales sponsors que ingresaban a la cartelería usaban agencias como VHS Sport?
Nada más sencillo.
Esta firma lo anuncia en su propia página de internet. Se trata de nada menos que 25 coincidencias: Presidencia de la Nación, Páginas Amarillas, OIL Combustibles, Movistar, Michelin, Hileret, Grupo Peñaflor, Despegar.com, Coca Cola, La Caja de ahorro y seguros, Bridgeton, BBVA, Banco Julio, Banco Hipotecario, Arnet-Speedy, Aerolíneas Argentinas, Aeropuertos Argentina 2000, Banco Santander, Rapipago, Quini 6, Powerade, Personal, Legislatura porteña, Adidas.

Aníbal Fernández y su tremendo «error» de calculo

“No existe el dinero público. Sólo existe el dinero de los contribuyentes”, repite como un mantra el conservadorismo inglés.

Hacia fines de 2009, el ex jefe de gabinete de CFK Aníbal Fernández sostenía que estaba buscando un “modelo de negocios” que permitiera la autosustentación del Fútbol Para Todos.
Preparaban la trampa para adaptarla a una ley.
Se había comprometido a que los privados pagarían una movida millonaria y que los dineros sobrantes servirían para el sostenimiento del deporte amateur y las competencias olímpicas.
Clarín y TyC no estaban del todo preocupados por la estatización del fútbol ya que ahora podrían sus cable-operadores emitir los partidos sin tener que pagarle una fortuna a la AFA por los derechos de transmisión.
Al mismo tiempo, se preparaban para un juicio descomunal contra el Estado nacional y la entidad que presidía Julio Grondona por los incumplimientos contractuales que generó la irrupción del FPT.
Pero, en la Casa Rosada no se mostraban inquietos.
Las potenciales demandas las pagaría la “caja boba” del erario público y el esfuerzo impositivo de los ciudadanos. La “gratuidad” de las televisaciones sería en realidad afrontada por las exacciones a que es sometido el conjunto de la sociedad argentina, que soporta una de las mayores presiones tributarias del subcontinente.
El propio Aníbal Fernández se encargó de contarles a los contribuyentes los motivos del cambio copernicano que daba su gobierno en apenas seis meses de gestión de este programa.
En lugar de tener ganancias extraordinarias descubrimos de pronto que habíamos ingresado a un sistema donde el Esta do perdería casi el 100% de su “inversión”.
Según Fernández, las pautas publicitarias de capitales privados del Fútbol Para Todos debían retirarse porque “daban muy poco” rédito en relación a los segundos de aire que reclamaban.
Señalaba también que la erogación de semejante masa de dinero se hacía en “beneficio de la sociedad”.
“Cuando hicimos la cuenta del dinero que nos aportaban los particulares, nos daba muy poco en relación a la pérdida de segundos que teníamos. Qué sentido tenía que el Estado haga ese pésimo negocio. Por poco dinero terminamos dando casi la mitad de los segundos”, dijo el entonces jefe de gabinete sin ruborizarse.
Y agregó: “Por eso tomé la decisión de no tener más publicidad privada, ya que el beneficio que reportaba era nada y perdíamos la mitad de los segundos”.
En una empresa privada, semejante “error” de cálculo motivaría el despido inmediato del gerente a cargo del malogrado plan.
Pero, mientras estuviera vivo Néstor Kirchner, Aníbal sabía que tenía sus espaldas cubiertas.
Unos meses más tarde, tras la muerte del ex presidente, fue eyectado de la jefatura de gabinete a las pocas semanas y debió retornar al llano.
De acuerdo con un estudio, de la consultora Search, en cada partido del Apertura de 2009 hubo 470 segundos de publicidad oficial, frente a los escasos 53 segundos de anunciantes privados.
En términos de facturación, cada cotejo tuvo más de medio millón de pesos estatales (572.175 pesos), y apenas 91 mil pesos de aportes privados.
No aclaró el ex intendente de Quilmes que su drástica determinación nunca fue refrendada por un decreto o una ley. Todo quedó en agua de borrajas y el “error” de cálculo del kirchnerismo le terminó costando a la caja nacional nada menos que 200 palos verdes cada doce meses.
El actual interventor de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio y frustrado aspirante a la gobernación bonaerense en 2015 llegó a decir por entonces, en diálogo con Radio Continental, que “la publicidad oficial es una obligación constitucional”.
Lo que no aclaró nunca el abogado y contador es que la divulgación de los actos de gobierno no debería costarle nada a la administración pública porque nuestras leyes de radiodifusión disponen una cantidad de segundos tan escalofriante como gratuita para el poder concedente.
Este sistema deficitario pergeñado por los K no tiene ante cedente alguno en el mundo.
Hasta las restrictivas cadenas de TV estatales europeas aceptan que haya durante algunos minutos pauta privada de propaganda comercial.
¿Por qué los argentinos debieron pagar por un deporte que no le gusta al 100% de la sociedad?
¿Por qué los aficionados a otros deportes como el básquet, el vóley o el hockey no tendrían un beneficio similar?
El Fútbol Para Todos pagó fortunas y postergó obras vitales mientras uno de cada tres argentinos quedaba sumergido en la pobreza.

Deberían declarar más de un centenar de CEOS y dueños de compañías patrocinadoras

En 2009, antes del golpe de volante que dieron los Kirchner y la AFA en la comercialización de la TV deportiva, Publicidad Estática Internacional facturaba unos 50 millones de pesos por año.
¿Cuáles fueron las principales marcas que decidieron aceptar el convite del Fútbol Para Todos y meterse de manera irregular en las transmisiones (ya que el dinero que aporta ron jamás llegaría al erario público)?
Allianz, Seguros Adidas, Aeropuertos Argentina 2000, ANSES, Autocrédito, Atma, Banco Julio, Banco de San Juan, Banco Ciudad, Banco Columbia, Bridgestone, Bonaqua, BBVA, Banco de Santa Fe, Banco de Entre Ríos, Banco Provincia Buenos Aires, Banco Hipotecario, Banco Nación, Brinco, Banco Macro, Centro del diagnóstico, Casablanca, Cata Chevallier, Cetrohogar, Credicoop, Claro, Cabal, Club San Jorge, Coca Cola, Credipaz, DirecTV, Disco, Despegar.com, Easy, Esco Efectivo, Si Flecha, Bus Firestone, Frávega, Galeno, Gatorade, Hitachi, Hileret, Instituto previsión social Buenos Aires, Ibupirac, Jumbo, Johnson Aceros, La Caja, Loma Negra, Legislatura porteña, Liderar, Lotería de la provincia de Buenos Aires, La Nueva Seguros, Lotto, Movistar, Marolio, Megaflex, Medife, Noblex, Net shoes, Nuevo Banco de Entre Ríos, Naldo Oil, Ospat, Provincia Seguros, Powerade, Plavicom, PDVSA, Pirelli, PCBox, Penalty, Polacrin, Pow, Plusmar, Pinturas Albion, Páginas Amarillas, Pioneer, Quilmes, Quini 6, Quimtex, Ribeiro, Ringo, Radio Belgrano, Rapipago, Raza, RCA, Roca Viviendas, Sica, Sinteplast, Stanley, Schneider, Siam, Sancor Seguros, Tarjeta Naranja, Tarjeta Shopping, Toyota, Telekino, Tersuave, TCL, Tol, Topper, Vantec, Venier, YPF.
¿Cómo pudo ser que al ex titular del AFSCA Gabriel Mariotto se le escapara esta increíble manada de elefantes?
¿Cómo pudo ser que haya pasado lo mismo con Martín Sabbatella, su sucesor en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual?
Fueron nada menos que 10 millones de segundos a lo largo de seis años sin que hicieran desde sus oficinas ningún tipo de objeción.
Fueron tres mil partidos con 3.600 segundos de publicidad no convencional en cada uno de ellos.
Hasta mediados de 2009, con la televisación privada, los sponsors sumaban un total de medio centenar.
En 2010, tras la prohibición expresa de “tolerar” firmas privadas, ese universo llegó a superar los 120 participantes.
Para detectar sus propios defectos son ciegos.
Pero para descubrir supuestos problemas en los demás se transformaban en verdaderos linces.

La “Rosadita” de Palermo funcionó seis años a full

Como vimos, la cantidad de anunciantes que pagaron por carcelería electrónica antes y después del Fútbol Para To dos tuvo una diferencia notable.
Resulta lógico pensar en una multiplicación de sponsors si tenemos en cuenta que el fútbol ya no era codificado (se había vuelto gratuito y universal) y que ya no se permitía el ingreso de empresas particulares en las tandas.
Sin embargo, el problema no era solamente cuantitativo. Estuvimos frente a un inconveniente netamente cualitativo. Fue llamativo cómo, repentinamente, decenas de firmas relacionadas con el Frente para la Victoria y la administración nacional K quisieron convertirse en auspiciantes del naciente Fútbol Para Todos.
La pregunta del millón es la siguiente:
¿Pedían los propios empresarios y comerciantes ingresar a las Leds o recibían “convites que no se podía rechazar” desde Balcarce 50 para volcarse a la nueva cruzada?
Veamos apenas 15 ejemplos:

  1. El holding chileno Cencosud se fanatizó con las transmisiones y compró publicidad en pantallas y también en los “publi-arcos” que van detrás de las metas.
    Allí se paga mucho dinero por el espacio ya que los logos de cada marca son tomados en cada ocasión que el balón se acerca a la meta de gol.
    Los trasandinos pasaron de una pequeña pauta en el Clausura 2009 a una participación más intensa desde 2010: Vea, Disco, Easy y Jumbo.
    La relación entre los vecinos y los Kirchner es de vieja data.
    Como se denunciara muchas veces, la familia de la ex presidenta Cristina Fernández compró grandes extensiones de terrenos públicos al municipio de El Calafate, Santa Cruz, en apenas 36.000 dólares (a siete pesos argentinos con 50 centavos por cada metro cuadrado).
    Posteriormente, vendieron esas enormes parcelas en más de dos millones de dólares a la firma de retail propiedad del empresario Horst Paulmann.
    El supuesto objetivo de Cencosud era establecer en la ciudad turística un supermercado pero, una década más tarde, nada de eso se ha concretado.
  1. Otro caso extraño fue el de Aeropuertos Argentina 2000, una compañía que no vende nada al gran público. Simplemente, se dedica a explotar la mayoría de los aero puertos privados de la Argentina, donde no tiene competencia.
    Si la rivalidad aparece, como en el caso de El Palomar, en provincia de Buenos Aires, el titular de AA 2000 irrumpe en los medios pidiendo su inmediata desactivación.
    ¿Por qué Eduardo Eurnekián (mal)gastó entonces tanto dinero en propaganda que no se le redituaba ningún beneficio concreto?
    Resulta que AA2000 recibió duros cuestionamientos por parte de IATA.
    La Asociación Internacional de Transporte Aéreo la denunció por las renovaciones sistemáticas que la firma recibió gracias a las gestiones kirchneristas en la explotación de 33 aerostaciones.
    Entre ellas, nada menos que la internacional Ezeiza y la metropolitana Aeroparque.
  2. Aerolíneas Argentinas, en manos de La Cámpora, también puso dinero en esta patriada y estampó su logo en las luces con calidad súper HD, a pesar de tener balances internos completamente teñidos de rojo.
    Lo hizo a pesar de que tuvieron la chance de utilizar los dos millones de segundos libres que disponía en las tandas del FPT la Casa Rosada, dueña de los derechos de transmisión.
  3. La presencia de la estatal YPF significó un despilfarro de recursos que tampoco termina de “cerrar”.
    ¿Por qué hacerle poner plata en vallas manejadas por privados a AA si la Casa Rosada tenía lugar de sobra para avisos de la empresa de combustibles de bandera?
  1. Menos aún se entiende la obsesión de los Eskenazi, empresarios favoritos de los K por auspiciar en el FPT (gracias a los santacruceños se quedaron con el manejo de YPF). Los dueños del Banco de Santa Fe, Banco de Entre Ríos, Banco de Santa Cruz y Banco de San Juan quedaron obnubilados por las luces electrónicas y decidieron poner bastante dinero para alegría del Kartell.
  1. Hablando de grandes bancos, el de la Provincia de Buenos Aires no es (aún) de los Eskenazi, pero compartió con ese conglomerado privado su devoción por los brillantes auspicios.
    Daniel Scioli, ex gobernador del mayor Estado subnacional, quiso aportar también su granito de arena y sumó con fe y esperanza a Provincia Seguros, la Lotería bonaerense y el Instituto de Previsión Social estatal.
  1. Mientras tanto, la minera Loma Negra, involucrada en la conocida causa “de los cuadernos” desatada por el periodista del diario La Nación Diego Cabot, fue otro de los mecenas en esta apuesta multicolor que adornaba los campos de juego.
  2. Otro grupo empresarial envuelto en escándalos kirchneristas, Sancor (practicó turbios negocios con el gobierno chavista de Venezuela), dijo presente con dos eslabones de su cadena: Sancor Seguros y Prevención ART.
  3. Un empresario que recibió una propuesta que no se podía rechazar fue Cristóbal López, el hombre sinónimo del juego de azar en Argentina.
    El chubutense se sumó con la misma vehemencia de los capitalistas K. Aportó a la petrolera OIL Combustibles.
  4. Junto al nombrado evasor de casi mil millones de dólares en impuestos internos, aparecía en la estática otro grupo productor de crudo sumamente cuestionado.
    PDVSA (Petróleo de Venezuela) fue denunciada en innumerables oportunidades por negocios espurios con las sucesivas administraciones K.
    No se entiende por qué destinaban tantos fondos a la publicidad interna de los estadios si apenas contaban con dos o tres pequeñas estaciones de servicio en toda la Argentina.
  5. Los juegos de azar provinciales, de gobiernos que estaban en sintonía con la Casa Rosada, pidieron pista y se lanzaron hacia el verde césped.
    Uno de los más claros ejemplos fue Telekino, de la provincia de Tucumán (José Alperovich).
  6. Otra novedad en materia de anunciantes internacionales la brindó el holding chino TCL, fabricante de electrónicos. Los asiáticos aprovecharon la buena onda que siempre existió entre el Dragón y los Kirchner e hicieron buena letra con el oficialismo nacional.
  1. Medalla y beso se llevó el Banco Hipotecario, de capi tal mayoritariamente estatal.
    Los muchachos se jugaron y aportaron lo suyo para esta gigantesca “vaquita” electrónica que pagamos “todes”.
  2. Otro lugar en el Olimpo quedó consagrado para las candidaturas políticas de los referentes del Frente para la Victoria.
    Sucesivamente, tanto el quilmeño Aníbal Fernández como el tucumano José Luis Manzur, el santafesino Omar Perotti, el porteño Carlos Heller y el lomense Gabriel Mariotto estamparon sus nombres y apellidos en la glamorosa propaganda política.
    ¿Les habrán hecho algún descuento?
    Lo raro es que, desde 2010, ya no habría nunca un lugar para anuncios como los de Gabriela Michetti y Nito Artaza aspirantes que habían ocupado las LEDs en las parlamentarias de 2009.
    “A los enemigos, ni carteles” parece haber sido la consigna.
  3. Por último, resultó extravagante la llegada del Banco Julio, una entidad con muy pocos clientes que nada tenía que ver con la masividad del Fútbol Para Todos.
    Su cartera siempre estuvo mucho más cerca de funcionarios vinculados al poder que de las barras que copan los para-avalanchas de las gradas.

Resumiendo:
⦁ Con el FPT la firma Publicidad Estática Internacional duplicó su cantidad de clientes.
⦁ Esos “nuevos” sponsors eran en realidad empresas estatales o bien firmas privadas que mantuvieron sólidos lazos con los tres gobiernos nacionales K. Por ello, nos preguntamos:
¿Se trató de flamante publicidad genuina volcada al interior de los estadios o estuvimos frente a un vulgar lavado de dinero?
Los recién llegados eran, en realidad, viejos conocidos de CFK y NK.
¿Qué hay de nuevo, viejo?

Un esquema para entender el entramado

“Los monopolios son malos, no solamente en la televisión. Son malos en todos los aspectos
porque convierten a los usuarios en cautivos”.
Cristina Fernández de Kirchner (sic).

En los deportes más convocantes del mundo se disputan dos pujas simultáneas.
Una es estridente y ocurre dentro del terreno de juego, cancha, tatami, circuito o pista de competición.
La otra es silenciosa pero mucho más millonaria.
Se practica en las adyacencias de los campos de acción. Allí, irrumpe el mundo de la publicidad y los grandes anunciantes que posibilitan que la rueda gire a gran velocidad.
Repasemos de manera breve cómo se fue escalonando el “plan” para apropiarse de recursos que debieron ser públicos.
-El 11 de agosto de 2009 la AFA rescindió el contrato por los derechos de TV con Clarín y Torneos.
-El 1º de septiembre de 2009 se creó el programa Fútbol Para Todos.
-A inicios de 2010 se decide prohibir la publicidad de empresas privadas en los partidos de Primera División.
-En esa época, irrumpe en escena VHS Sports, una empresa que se encargaría de la “publicidad virtual” que unía las vallas LED en el interior de los estadios con las cámaras de TV especialmente ubicadas para mostrar esas gigantescas pantallas.
-Según la Sindicatura General de la Nación, en 2009-2010 apenas se percibieron publicidades por 14,7 millones de pesos. Fue apenas el 2% de lo esperado inicialmente, cuando las tandas iban a aliviar las arcas públicas. En esta ocasión, vemos una vez más la “creatividad” con la que se mueve el kirchnerismo en el manejo de los fondos públicos.
Desde sus gestiones en Santa Cruz, los K invirtieron la frase “hecha la ley, hecha la trampa”.
Para ellos, el mundo funciona al revés y proclaman el “hecha la trampa, hecha la ley”.
En otras palabras: primero inventan el futuro ilícito y luego crean el “taparrabos” legal que los va a proteger jurídicamente en sus venideras andanzas.
¿Cuáles fueron los “jugadores” en este sistema que se extendió a lo largo de 3.000 cotejos?
AFA: acordó darle los derechos de TV del fútbol a la Nación, a cambio de iniciales 160 millones de dólares anuales. Pero, (como habían duplicado los ingresos con respecto a la suma recibida desde Clarín y Torneos) no les importó demasiado el escaso dinero recaudado por la estratégica comercialización de la publicidad estática interna a cargo de PEISA.
Casa Rosada: prometieron que el fútbol profesional daría ganancias y que el negocio ya no sería para Clarín. Dijeron que sobrarían recursos para apoyar el deporte olímpico. Pero, a los pocos meses, prohibieron la propaganda particular y todo fue pérdida, ya que Balcarce 50 pagó los derechos, los honorarios de los periodistas y todo el despliegue técnico. Fueron los grandes perdedores, a nivel económico. Usaron al programa FPT para hacer política (como reconociera la propia Hebe de Bonafini, una dirigente ultra K y titular de Madres de Plaza de Mayo).
La Corte: el despliegue técnico estuvo a cargo de los hermanos Monzonzillo quienes manejaron durante más de una década los aspectos técnicos de las transmisiones de los ex presidentes NK y CFK. Ellos, subcontrataban camiones de exteriores para generar las señales en cada cancha. Luego, controlaban que la cartelería LED quedara en sintonía con la nueva forma de emitir planos mucho más cercanos para que las pantallas gigantes se pudieran ver en todo momento.
VHS Sports: es considerada la gran “caja negra” de la política y el fútbol de primera en Argentina. En la práctica, le abría una ventana a todo el anunciante privado que tenía obturada la chance de ingresar en las transmisiones del más convocante deporte del país. Generaban montañas de dinero y le pagaban luego un parte al titular de Publicidad Estática Internacional, Carlos Abdo. En sus páginas web reconocíeron que ellos vendían espacios de TV durante la disputa de los encuentros.
Publicidad Estática Internacional: asumieron que implementaron esta nueva forma de propa ganda uniendo 60 minutos de imágenes de cada match con las vallas durante el propio enfrentamiento. Carlos Abdo, su titular, fue presidente de San Lorenzo. Tuvo que irse del cargo dos años antes porque los azulgranas casi descienden. Dejó al club con una enorme deuda de la entidad de Boedo con su propia empresa: PEISA.
Sponsors: Como estaban imposibilitados de pautar en las tandas del Fútbol Para Todos, ingresaban a las transmisiones a través de pantallas dinámicas que les permitían hacer ofertas puntuales o anuncios específicos cada fin de semana. Recibían facturas de distintas productoras ligadas a VHS y la propia PEISA.
Frente para la Victoria: fueron los grandes ganadores políticos de esta movida. El Estado gastó verdaderas fortunas en pagar los derechos y honorarios generados por el fútbol y los candidatos de esta agrupación eran los únicos que podían usufructuar de manera partidaria las vallas electrónicas ya que ningún candidato opositor pudo tener acceso a los carteles, algo que era muy normal hasta 2010.
Utilizaron esta enorme ventaja en los comicios parlamentarios de 2011 y 2013. También en los presidenciales de 2015.

Cómo se gestó la movida, paso a paso

“Cuando la estafa es enorme ya toma un nombre decente”, solía decir Ramón Pérez de Ayala,
un prestigioso escritor y periodista español del pasado siglo.

⦁ Se convocaba a los sponsors tradicionales del fútbol y se les decía que podían comprar paquetes de varias menciones por partido. Sus publicidades, gracias a la tecnología LED, podían incluir ofertas puntuales, algo impensable con el tradicional sponsoreo estático, basado en chapones pintados con los logos de las marcas.
⦁ Se acordaban las llamadas “ráfagas” y se les respetaba a rajatabla lo establecido gracias a una aceitada colaboración entre la empresa La Corte, los coordinadores de PEISA y los técnicos que manejaban el playlist de las Leds. En cada plano cerrado o abierto se “cumplía” con los patrocinadores. De esta forma, se violaban las directivas no escritas que prohibían este tipo de negocios con los particulares. Buena parte del dinero recaudado iba a las agencias publicitarias cercanas al poder.
⦁ No dejaron que las arcas públicas nacionales recuperaran ni un peso ya que se quedaron la porción mayoritaria del cuestionado “negocio”.
La “fiesta” duró hasta que el ex presidente Mauricio Macri decidiera terminar con esta modalidad pseudo mafiosa. Todos los involucrados sabían lo que estaba pasando pero prefirieron callar.

La perinola de fútbol a lo largo de 3.000 partidos

Entre los años 2010 y 2015 el Fútbol Para Todos televisó una cantidad muy importante de partidos si sumamos los torneos locales, la Copa Argentina, el Nacional B y el torneo de 30 equipos que se disputara luego de la muerte del ex titular de la AFA Julio Grondona.
Veamos un desglose de cada una de las competencias. El Clausura 2010 sumó 190 cotejos (10 por fecha en un calendario corto, de 19 semanas).
Estos guarismos se repitieron:
-190 en el Apertura 2010
-190 en el Clausura 2011
-190 en el Apertura 2010
-190 en el Clausura 2011
-190 en el Apertura 2011
-190 en el Torneo Inicial 2012
-190 en el Torneo Final 2012
-190 en el Torneo Inicial 2013
-190 en el Torneo Final 2013
-190 en el Torneo de Transición 2014. Hasta aquí, ya contamos 2090 disputas.
Luego, llegaría el torneo largo 2014-2015 con 30 equipos y un total de 450 encuentros (15 matches por semana y 30 fechas en juego).
La idea era, por entonces, que cada vez hubiera:
-más encuentros de fútbol en TV
-más gasto en técnicos y periodistas
-más mensajes en la pantalla chica a favor de los K que se jugaban la presidencia en 2015
-mayor rentabilidad para la cartelería LED.
A todo este despliegue, debe sumarse la Copa Argentina que sumó entre 2010 y 2015 un total de 378 partidos (desde la instancia de 32avos de final).
Ya contamos 2900 matches pero, como se sabe, el descenso de River y de Independiente hicieron que el Estado tam bién quisiera transmitir el Nacional B.
Por ello, el número final de contiendas gratuitas para el público aficionado a lo largo de seis años se extendió hasta las 3.000.
Como en la perinola, el “toma todo” fue para el Kartell y el “todos ponen” quedó en manos de la ¿incauta? Casa Rosada.
A valores de mercado, el botín a repartir pudo sumar varios cientos de millones de dólares (¿mil palos verdes?) en más de un lustro de “fiesta deportiva”.

Seis argumento en favor de la pauta virtual

“No es relevante si un campo de juego tiene o no pasto. Lo importante es que en las pantallas de TV parezca que existe el césped”. Joao Havelange, 24 años presidente de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (1874-1998).

A la hora de ofrecer sus servicios, D’Annunzio les esgrimía a sus potenciales clientes argumentos muy sólidos.

  1. Mientras la publicidad tradicional en las transmisiones de fútbol se coloca antes y después del partido, o bien en el entretiempo, la cartelería Led con los anuncios de empresas privadas permitía que la propaganda se pudiera apreciar durante el match. Eran una suerte de PNT que se incluía dentro de la “artística” del evento.
  2. Mientras la publicidad tradicional se emite una sola vez, la virtual se emite una y otra vez porque cuando se repiten los goles y las jugadas más importantes todo quedaba grabado en las vallas junto a la línea de cal. Durante la semana, las señales deportivas “regurgitan” los mensajes publicitarios en cada resumen del partido.
  3. Mientras la publicidad tradicional sólo se concentra en la TV, ya que cuando los partidos se llevan a la red no se colocan los spots que salieron en las tandas, en el mundo virtual se permite que canales de gran difusión como Youtube sean capaces de replicar infinidad de veces los contenidos de las Leds.
  4. Las imágenes de las propagandas aparecen también en revistas, diarios y medios gráficos a través de las fotos de cada match.
  5. Las leyes de radiodifusión de la Argentina establecen un máximo de 12 minutos por hora de publicidad. Sin embargo, según confiesa en distintas notas periodísticas el propio Carlos Abdo, de PEISA, ellos disponían de 60 de los 90 minutos de cada juego para insertar sus PNT.
    Ergo, incumplieron también las propias normativas nacionales sobre límites a la proporción entre artística y propaganda.
    En lugar de emitir 720 segundos de publicidad por hora, como indica la ley, ingresaron dinero por 3.600 segundos. En otras palabras, quintuplicaron sus ganancias.
    Por ello, fueron capaces de ingresar un total de 30 sponsors por partido. Algo inédito hasta entonces para la TV.
    Sin embargo, a pesar de este coto de caza exclusivo que el Estado y el Fútbol Para Todos le dejaron ex profeso a VHS Sports, esta firma no pudo generar durante esos años de gloria raíces sólidas y terminó sucumbiendo a poco de que el programa FPT se extinguiera.
    La aparición en escena en 2017 de TNT y Fox Sports en las transmisiones (con el consecuente regreso del fútbol codificado) hizo que la magia de D’Annunzio y sus socios desapareciera y marcharan rumbo a la convocatoria de acreedores en 2019.
    En el Juzgado Nacional de 1ª instancia en lo Comercial Nº 9 aterrizó el concurso preventivo bajo expediente Nº 13739/2019.
    VHS Sports S.A. dejará posiblemente un tendal, pero sus socios se quedaron con las extravagantes ganancias de un mercado artificialmente regulado que les permitió un monopolio dedicado al saqueo de fondos que debieron ser públicos para mitigar la sangría generada por la estatización de las transmisiones deportivas.
  6. Otra de las ventajas que aportan las vallas como vehículo publicitario está relacionada con que la visibilidad no es intrusiva dentro de la transmisión de los eventos.
    A menudo, los avisos que se colocan entre relato y comentario terminan conspirando contra el clima que crean los narradores de cada partido.

Imitando a la Bundesliga se pudo evitar el saqueo

¿Pudieron la AFA y el programa Fútbol Para Todos organizar la publicidad en las canchas de manera distinta?
¿No debieron conocer, por ejemplo, la forma de trabajar en esta materia de la Bundesliga alemana?
Veamos un solo ejemplo, el estadio del Borussia Dortmund.
Este club hace las veces de local en el Signal Iduna Park cuya construcción costó 200 millones de euros.
Fue rediseñado para convertirse en una de las subsedes de la Copa Mundial de Fútbol de 2006.
Con una capacidad de más de 80 mil espectadores, tiene las mayores graderías del país teutónico.
¿Qué tiene de rara esta moderna cancha?
El Borussia Dortmund fue, desde hace una década, el primer club en alcanzar diferentes “targets” globales gracias a las transmisiones segmentadas.
Como los partidos del campeonato germano se ven en más de 100 países, la entidad deportiva envía mensajes virtuales que se sobreimprimen en el campo de acuerdo al lugar que ocupe el receptor.
De esta forma, los alemanes ven en sus pantallas publicidades de marcas de su país y en su propio idioma.
Al mismo tiempo, los extranjeros reciben otro impacto pero, en este caso, desde propagandas de marcas globales. Esto significa que la cartelería se vende (y se cobra) de tres formas diferentes.
⦁ Para las decenas de miles de personas que asisten al partido.
⦁ Para los espectadores de la TV alemana.
⦁ Para los televidentes globales, en miles de ciudades de los cinco continentes.
En la actualidad, el armado de las transmisiones incluye también la realidad aumentada que genera oportunidades de venta en pantalla con animaciones, carteles y logos que físicamente no se encuentran dentro del estadio.
¿Por qué aún siguen insistiendo en Argentina con que el Fútbol Para Todos debe ser pagado, por ejemplo, por los fondos de la ANSES que deberían estar reservados a nuestros jubilados?
Los campeonatos argentinos son muy competitivos y sorpresivos en cuanto a sus protagonistas finales.
Están lejos de la monotonía de los torneos de la última década en Europa.
Son un claro ejemplo de ello: España (Real vs Barcelona), Italia (Juventus vs Inter), Francia (París Saint Germain); Alemania (Bayern Munich).
Estamos desperdiciando a la gallina de los huevos de oro. Los gobiernos y la AFA pudieron darles entretenimiento de calidad y gratuita a nuestros atribulados compatriotas, pero prefirieron el negocio particular y el saqueo de las finanzas públicas nacionales.

¿Por qué casi todos invisibilizaron el negociado de la cartelería?

Firmas privadas, gobiernos y empresas estatales invirtieron más de dos millones de segundos en vallas electrónicas en estadios deportivos solamente en 2015.
Se trataba de un año de comicios presidenciales y de renovación de casi todas las gobernaciones e intendencias de la Argentina.
¿Por qué entonces no se midió en el mercado publicitario formal esta comercialización tan evidente?
La movida alcanzaba a los televidentes por entonces varias veces por semana. Cada vez que había partidos de fútbol de primera, de ascenso o carreras automovilísticas aparecían las vallas en acción.
¿Por qué la renombrada Cámara Argentina de Medios no registró la propaganda en pantallas electrónicas cuando hizo sus balances anuales?
CAM señaló que en 2015 los montos destinados a la propaganda superaron los 3.000 millones de dólares distribuidos de la siguiente manera:
-la televisión se llevó casi la mitad de la torta (40,7 para la TV abierta y 7,8 para el cable)
-la vía pública alcanzó al 3%
-la radio, menos del 6%
-los diarios y las revistas, 3%
-el cine, 1.5%
-la producción de los avisos, 9%
Según dicha cámara, en esos doce meses la pauta creció un 40%, una cifra increíble, gracias a los decisivos comicios apuntados.
Por ello, como la publicidad política estaba prohibida (era el Estado nacional el que asignaba los espacios cedidos sin cargo a cada partido), las vallas en estadios deportivos burlaban todas las normativas vigentes.
Configuraron un atajo muy efectivo.
Desde las Leds se propiciaba de manera tan escandalosa como ilegal a favor de las candidaturas de Daniel Scioli para presidente y Aníbal Fernández para gobernador de la provincia de Buenos Aires, entre tantos otros.
Una vez más, nadie vio lo que estaba ocurriendo delante de millones y millones de tele espectadores.
Ni los periodistas, ni los allegados al deporte ni los especialistas en pautar medios se enteraron del enorme desfalco contra el dinero de todos los argentinos.

La mentira del «redireccionamiento»

Desde la segunda mitad de 2009 y hasta fin de 2015 la administración K utilizó más de dos millones de segundos de publicidad para difundir actos de gobierno y criticar a la oposición en el programa Fútbol Para Todos.
Si dividimos los 1.200 millones de dólares abonados por Balcarce 50 en ese período por los dos millones de segundos ocupados obtendremos una cifra extravagante: cada segundo de aire le costó a la Casa Rosada 600 dólares.
Mucho más que el precio del mercado (que tenía un piso de cien dólares cada segundo) si se vendieran los spots en las tandas.
“Esas transmisiones no están para hacer plata sino para hacer política”, dijo la titular de Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini en febrero de 2014.
Tal vez, tanto ella como muchos “cumpas” hayan compra do el argumento inicial de Néstor Kirchner y Aníbal Fernández en el sentido de que necesitaban que los mensajes llegaran al grueso de la gente ya que los medios afines al oficialismo (como Página 12, CN23, 360 y C5N) tenían una segmentación muy marcada de audiencia.
En otras palabras, sólo eran consumidos por los “propios”. “El Fútbol Para Todos fue una operación política tremendamente exitosa”, repitieron durante años en privado los dirigentes del Frente para la Victoria.
Mostraban como ejemplo el 54% de los votos obtenidos por CFK en 2011.
Dos años antes, sin el FPT, su marido NK había perdido las parlamentarias frente a Francisco De Narváez en la decisiva provincia de Buenos Aires.
Pero, como ya hemos demostrado en capítulos anteriores, la verdad fue otra.
El Fútbol Para Todos fue una nueva y jugosa caja para sacarle dinero al Estado nacional y entregarlo a “empresarios” amigos del poder.
Lo insólito fue el nivel de depredación ya que se quedaron con el 100% de la pauta privada: no dejaron que el erario público recupere prácticamente nada.
Se generó un gran sketch a principios de 2010 cuando el ex presidente Kirchner se habría puesto furioso al ver propagandas que no eran de la Casa Rosada en el entretiempo de un clásico Independiente-Racing,
Inmediatamente, se les comunicó a las cinco compañías que publicitaban sus productos en la tele el siguiente mensaje: “A través de la siguiente notificación nos dirigimos a ustedes para informarles que momentáneamente está suspendida la pauta particular”.
Eso fue todo.
El único que mantuvo su lugar en las tandas fue la empresa de camiones Iveco, el main sponsor de los torneos. Luego sería reemplazado por la fabricante de maquinarias agrícolas New Holland.
En el gobierno nacional que conducía CFK hablaron entonces de “redireccionamiento de los recursos”.
Aseguraron que los millones de pesos que se destinaban a pagar las publicidades oficiales en otros medios de comunicación iban a ahorrarse porque esos avisos pasarían a difundirse gratis durante los partidos.
Sin embargo, de acuerdo con un informe de la Fundación LED (Libertad de Expresión y Democracia) el gasto en la difusión de los actos gubernamentales se disparó justa mente a partir del berrinche del FPT tras perder las parlamentarias frente a De Narváez.
Los desembolsos pasaron de 649,6 millones de pesos en 2009 a 1.390,6 millones de pesos en 2013. Estamos hablando de un aumento de 114% desde el comienzo de FPT en años donde la inflación no era aún importante.
Año tras año, el gobierno incrementó la cantidad de espacios de propaganda destinados a propalar sus mensajes:
-89.289 segundos en 2009
-224.609 en 2010
-322.907 en 2011 (ya que se televisaba a River en el Nacional B)
-340.994 en 2012
-382.549 en 2013
-390 mil en 2014
-más de 400 mil en 2015, año de elección presidencial y de renovación de gobernaciones e intendencias en toda la Argentina.

Durante más de una década, los periodistas, los dirigentes políticos y el público en general “compramos” la idea de la desmesura K para quedarse con el monopolio del mensaje. Como ya hemos dilucidado, este fue el movimiento maestro de un mago que nos enseñaba una carta sostenida en la mano izquierda mientras con la derecha hacía un truco que pasaba desapercibido.
La gran mentira sobre la prohibición quedó al descubierto a pocas horas de la partida de los K de Balcarce 50.
En un partido de fin de año de 2015 entre River y el Hiroshima de Japón, Gatorade, Peugeot, Nike, Termidor y Ford hicieron punta en las transmisiones.
Luego, se sumarían más de cien grandes sponsors al circo del fútbol profesional ya liberado de vetos y prohibiciones. Quedaba demostrado que la caja del Estado nacional había sido vampirizada por un grupo de aprovechadores a lo largo de seis años.
El gobierno argentino llegó al ridículo de no permitir que tuvieran anunciantes particulares partidos de más de 30 puntos de rating (como los Boca y River).
En realidad, la pauta se llevó adelante con total eficiencia y el servicio se prestó a través de las vallas.
Pero, fueron los bolsillos de los miembros del Kartell los que se quedaron con la totalidad de la recaudación privada.

La revolución tecnológica que hizo millonarios a unos pocos «vivos»

“Los avances tecnológicos en las comunicaciones corren mucho más rápido que las legislaciones que controlan a la prensa”. Julio Ramos, creador del diario Ámbito Financiero.

Las ventajas de las pantallas Led son evidentes: la publicidad luce como nunca antes y hasta tiene una malla de goma que rodea a los carteles para que los jugadores no se golpeen.
Los grupos electrógenos garantizan autonomía y hasta pueden mantener carteles encendidos en un estadio a oscuras.
Se sumaron más espacios de publicidad en los terrenos de juego.
Por ejemplo, las alfombras en 3D que se ubican al costado de los arcos. Son los llamados “publi-arcos”.
También, están las “publi-metas”, unas colchonetas en forma de triángulo que se colocan también detrás de las porterías.
Los softwares de las Leds contienen un playlist con el orden y duración de cada cartel. Permiten ofrecer avisos de unos 30 sponsors distintos en cada partido.
Los eventos suponen hoy una demostración técnico-electrónica notable, ya que se despliegan equipos de profesionales que son los primeros en llegar y los últimos en irse de los estadios. Carlos Abdo, el titular de Publicidad Estática Internacional, asegura que “en lo único que nos parecemos a las grandes ligas europeas es en la cartelería”.
Tiene razón.
Pero: ¿por qué la AFA consigue que se inviertan fortunas en este aspecto menor del juego y no logra que se construyan estadios más modernos, con estacionamientos para miles de autos, baños adecuados, asientos para todos los espectadores y sectores de comercio acordes al año 2020?
¿Por qué avanza tan rápido este negocio de las pantallas y tan lento el resto de la infraestructura?
El propio Carlos Abdo lo explica en un libro propio que publicó en ocasión de cumplir su empresa 40 años (1979- 2019): “Publicidad Estática Internacional desplegó su cartelería y le ofreció su publicidad a la TV y al mundo”.
¿Más claro?
Los carteles en los estadios argentinos no se colocan para los asistentes al show futbolístico, sino para los televidentes que siguen las alternativas a través de la pantalla chica.
Luego, aclara Abdo aún más su concepto por si alguno mantiene dudas: “Nuestra empresa está presente en la Capital, en el Gran Buenos Aires o en cualquier ciudad del interior del país. Si la Selección argentina salió a representarnos por Sudamérica o por Europa, allí estuvieron los carteles. En el estadio más majestuoso o en la cancha más modesta del ascenso. En La Paz o en Puerto Madryn. En Los Ángeles o en Salta. En Asunción o en Mendoza. En Núñez y en La Boca. Siempre, donde esté la atenta mirada de la televisión de Publicidad Estática Internacional”.
Resumiendo: tenemos estadios propios del siglo XX con cartelería electrónica del siglo XXI porque el retorno en dinero que generan las Leds es tan monstruoso que amerita cualquier tipo de inversión, por importante que resulte.

Diez estatizaciones en 20 años, diez desastres económicos. El fútbol fue apenas un eslabón más

En las últimas dos décadas, el Estado argentino decidió la nacionalización de al menos diez grandes empresas y programas que estaban en manos privadas.
Los resultados no pudieron ser peores. Repasemos:

  1. En 2002, ante la desastrosa administración de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio por parte del hombre de negocios Sergio Taselli, se decidió su estatización en lugar de buscar un nuevo inversor.
    ¿El balance?
    En 2004 murieron asfixiados 14 mineros en lo que resultó la peor tragedia de la Argentina en ese tipo de actividad. Las máquinas estaban mal mantenidas y desataron un infierno de llamas y humo que terminaron causando el desastre.
    Años más tarde, se erigió en ese extremo del país una usina que funcionaría en teoría en base a carbón. Costó más de 1.500 millones de dólares y jamás generó electricidad.
    En 2020, enviaron a Río Turbio al ex jefe de gabinete Aníbal Fernández, todo un “experto” en materia de energía.
  2. El caso más escandaloso y oneroso fue el de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Según el ex ministro de Economía Axel Kicillof nuestro país no iba a desembolsar un solo peso por la expropiación ya que la española Repsol nos estaba dejando un pesado pasivo ambiental.
    Una década después, la compra del 51% de las acciones de YPF ya nos costó más de 5.000 millones de dólares y aún falta contabilizar varios juicios en el exterior que muy posiblemente se pierdan.
  3. Capítulo aparte para el Correo Oficial, que había sido privatizado durante el gobierno de Menem, en 1997. Fue una concesión que ganó Socma, la nave insignia del holding Macri.
    Terminó nacionalizado en 2003, a los pocos meses de asumir Néstor Kirchner. La decadencia de la empresa vino de la mano de la modernidad (ya que los correos se han vuelto virtuales). Pero, también aportaron su granito de arena los K quienes transformaron a la maravilla arquitectónica de Corrientes y Alem en un simple Centro Cultural a pesar de que fue construido hace casi un siglo con un sentido completamente diferente en el corazón de la ciudad de Buenos Aires.
  4. En 2006, fue el turno de Aguas Argentinas, la empresa dedicada a la prestación del servicio de agua corriente y cloacas en la CABA y algunos municipios del conurbano bonaerense.
    Fue estatizada bajo el mandato de Néstor Kirchner y re nombrada como Agua y Saneamientos Argentinos (AySA).
    El desplazado grupo francés Suez y la empresa española Aguas de Barcelona nos llevaron al Ciadi (el tribunal arbitral del Banco Mundial) y la aventura nos costó finalmente 250 millones de dólares.
  5. (Otro caso lo) tuvimos con la incorporación al Estado de Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor), en 2007.
    Funciona bajo el ala del Ministerio de Defensa y ya reparó con éxito (luego de las gestiones K) más de 50 embarcaciones.
    El 75 % de su facturación proviene del sector privado. Sin embargo, sus números se corrigieron sólo después de 2015.
    En manos del kirchnerismo, hasta diciembre de ese año, Tandanor perdía casi 50 millones de dólares por ejercicio. Entre los años 2013 y 2015 el astillero no presentó balances y tuvo una planta de empleados de 649 personas que se redujo luego en 200 trabajadores.
    Durante los años K hubo millonarias pérdidas por exceso de contratos, mano de obra ociosa y sobreprecios en la compra de insumos.
  6. En 2008, durante el primer gobierno de Cristina Kirchner, se produjo la reestatización de Aerolíneas Argentinas y Austral. Nuestra testigo fue una de las primeras once auxiliares de a bordo que tuvo esta última firma en sus inicios.
    La aerolínea de bandera había sido vendida a comienzo de los ‘90 a la española Iberia pero quebró en 2001. En un llamado a convocatoria de acreedores, pasó a ser parte del también español Grupo Marsans.
    Por esta expropiación, la Argentina debió pagar en el CIADI 320 millones dólares a Marsans.
    En 2019, se estima que perdió más de 500 millones de dólares. Tanto dinero como la ayuda alimentaria dispuesta por la Casa Rosada durante la pandemia.
  7. En 2010, fue estatizada la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea).
    La empresa había sido entregada en concesión por 25 años, en 1995, a Lockheed Martin Aircraft, uno de los mayores consorcios internacionales dedicados a la industria de la defensa.
    Durante las gestiones K, no se construyeron nuevos aviones en Fadea a pesar de que llegaron a sumar casi 1.600 empleados.
    Tras la partida del kirchnerismo del poder nacional, la fábrica comenzó a producir aeronaves con apenas 850 obreros.
  8. En 2013, se re estatizó el Belgrano Cargas y Logística, la empresa encargada del transporte ferroviario en el Norte de la Argentina.
    El tren que conecta al Gran Rosario con el extremo septentrional estaba en estado de semi abandono cuando CFK dejó la Casa Rosada.
    Según la Comisión Nacional de Regulación del Transporte apenas movía 841 mil toneladas por año.
    Cuatro años más tarde, en 2019, había triplicado esa cifra gracias al cambio de management en la empresa.
  9. Otra de las empresas que se nacionalizó, en 2012, fue la ex Ciccone Calcográfica.
    Todo ocurrió en medio del escándalo de corrupción del entonces vicepresidente, Amado Boudou, quien resultaría condenado a la pena de cinco años y 10 meses de prisión por quedarse con el 70% de las acciones de la imprenta.
  10. Como ya hemos explicado en las páginas precedentes, el Fútbol Para Todos en manos de Balcarce 50 nos ha costado 1.200 millones de dólares a lo largo de 3.000 partidos transmitidos.
    Además, el Kartell de la comunicación impidió el ingreso al erario público de un total de 10 millones de segundos de publicidad no tradicional.
    Las transferencias del Tesoro Nacional a este tipo de programas y empresas estatales le cuestan a la Argentina un 1,5% de su PBI.
    ¿Cuánto dinero se sumará si, finalmente, se termina sumando al gigante santafesino Vicentín a este largo listado de intentos empresariales fallidos por parte de los políticos del PJ?

El Kartell de la comunicación argentina

El término cártel deriva de la voz alemana Kartell.
Se refiere a un grupo de empresas que forman parte de esta organización conservando su propia personalidad jurídica, su independencia financiera y no manteniendo una administración en común.
El Kartell consiste en poner de acuerdo al conjunto de sus miembros para llevar adelante en el mercado una misma actividad, a menudo monopólica.
En el campo criminal, suelen establecer acuerdos de autoprotección entre todos para colaborar en la defensa mutua. En el caso de la comunicación argentina, existen distintas organizaciones que han conformado oligopolios con el fin de quitarle vestigios de competencia a lo que debería ser una lucha leal entre pares.
También, se ponen de acuerdo para apoderarse de fondos públicos gracias a un accionar extorsivo que lleva a los gobernantes poco transparentes a sucumbir ante los pedidos de estos grupos empresariales.
¿Qué les ofrecen los cárteles de los medios a los funcionarios públicos?
-Negocios “llave en mano”
-Factibilidad de obtener “retornos” en negro de la pauta publicitaria sobre actos públicos que ordena el Estado
-Diseño y planificación de campañas de comunicación con costos muy por encima de los que establece el mercado
-Asistencia legal y técnica previa a cometer los ilícitos
-Usina de facturas de empresas fantasmas
-Mediciones de rating que no son reales
-Provisión de testaferros
-Licitaciones fraudulentas
-Ingreso de fondos en paraísos fiscales
-Provisión de financieras para el cambio de cheques y divisas producto de las coimas.

Un negocio poco trasparente en manos de un empresario controvertido

Carlos Eusebio Abdo es un ciudadano paraguayo que llegó a convertirse en presidente del Club San Lorenzo de Alma gro.
Su compañía, Publicidad Estática Internacional, según el propio Abdo, nació como una sociedad de hecho junto a su esposa y siguió como SRL.
Más tarde, se creó una Sociedad Anónima y se transformó en una fuente de trabajo para sesenta empleados con oficinas en Puerto Madero.
Entre 2010 y 2012, Abdo dirigió la institución azulgrana pero su gestión terminó muy mal.
Fue una de las peores que soportaran los Gauchos de Boedo en toda su historia.
Tras tres ejercicios, el club ingresó en una debacle institucional que lo llevó a acercarse peligrosamente al descenso de la máxima categoría de fútbol.
San Lorenzo estuvo a pocos minutos de juego de descender al Nacional B frente a Instituto de Córdoba en un recordado duelo de “Promoción”.
Abdo debió abandonar con dos años de antelación su cargo de titular de la entidad, pero dejó detrás una profunda crisis económica, política y futbolística.
Cinco años más tarde, en 2017, el ex dirigente reapareció en escena para iniciar un millonario juicio contra la propia institución que tan mal había capitaneado.
Reclamó una supuesta deuda de dinero que dijo haber in vertido durante su pésimo desempeño.
Sus sucesores Matías Lammens y Marcelo Tinelli lo declararon persona no grata por sus cuestionables acciones pero esto no le interesó en absoluto a la Asociación del Fútbol Argentino que por entonces ya le confiaba de manera monopólica la publicidad estática de casi todos los estadios de los clubes de Primera División.
Abdo por entonces ya le había le había entregado la firma Publicidad Estática Internacional a su propio hijo, Federico.
¿Cómo se componía la fantasmal deuda que le reclamaba este ex presidente a su propio club?
La prestigiosa consultora Deloitte realizó una auditoría interna en la entidad con sede en avenida La Plata y reconoció que existía una obligación por 21 millones de pesos a nombre de Carlos Abdo.
Este monto (que superaba largamente el millón de dólares de la época) correspondía casi con exclusividad a contrataciones del propio ex titular azulgrana con Publicidad Estática Internacional ($ 20.988.089).
En otras palabras, Abdo hipotecó de manera tremenda al club “de sus amores” con la firma que encabezaba su pro pio hijo.
¿Tuvo en cuenta la AFA este nuevo e increíble conflicto de intereses de los dueños de PEISA? Por supuesto que no.
La “fiesta” de la publicidad virtual en la cartelería de las canchas continuó sin solución de continuidad.
Se decidió darle aún más poder al causante de tantos tras tornos en San Lorenzo.
Sus carteles perimetrales se convirtieron de Leds SMD (y) con las nuevas pantallas lograron una cobertura completa de más de 230 metros con tecnología de avanzada que es capaz de evitar el encandilamiento.
El mecanismo de robo de dineros públicos que se hizo a través de las modernas vallas era ya un rodado lanzado a más de 200 kilómetros por hora que nadie podría detener.

¿Cómo se dirá autoincriminación en guaraní?

En 2008, un año antes del lanzamiento de Fútbol Para Todos, cuando el kirchnerismo aún no había perdido ninguna elección (venía invicto a nivel nacional en 2003, 2005 y 2007), Carlos Abdo le explicó a la revista Noticias en qué consistía su negocio.
Ante la pregunta “¿Qué compran sus anunciantes?”, el empresario respondió: “Salidas al aire y segundos de televisión. Cuando un anunciante cumple la pauta estipulada, pasamos a otro anunciante en las Leds. Tenemos un convenio firmado con Torneos y Competencias por el que la transmisión nos tiene que dar una cantidad determinada de segundos de publicidad por partido. Entonces, el anunciante está seguro de que su marca será vista. En un encuentro de 93 a 94 minutos, tenemos asegurados unos 60 de propaganda”.
En el 2008, se trataba de una cuestión entre privados: Abdo y TyC.
No existía por entonces un conflicto de intereses.
Pero, a partir de la prohibición taxativa para la pauta privada que puso el gobierno nacional tras estatizar la difusión de los partidos, quedó claro que lo que Publicidad Estática Internacional estaba vendiendo iba completamente en contra de la mundialmente inédita decisión del kirchnerismo.
En otras palabras, el dueño de la empresa reconocía que la mixtura entre TV y cartelería LED era lo que atraía a las grandes marcas nacionales y extranjeras que habían sido excluidas completamente de las transmisiones del FPT.
A partir de la negativa del gobierno de CFK de incluir cualquier aviso que no fuera estatal, la única forma de ingreso que les quedaba a los particulares era colocar sus productos en las pantallas, durante los encuentros, a modo de PNT.
Resumiendo: les tapiaron el ingreso a un gigantesco negocio, pero les abrieron una pequeña ventana en un callejón lateral donde estaban PEISA y VHS Sports.
Para que no queden dudas acerca de la relación entre VHS y la Casa Rosada, adjuntamos un mail del viernes 5 de febrero de 2010 en el cual los miembros de la firma le piden al entonces subsecretario de Contenidos y Difusión, Alberto Scocimarro, una audiencia para explicarle las bondades de la “publicidad virtual”.
El siguiente material fue difundido gracias a las filtraciones de Wikileaks.

Pocos días después de la solicitud, el titular de VHS, Horacio D’Annunzio, se hizo presente en la Casa Rosada, DVD en mano, y le demostró a las autoridades gubernamentales cómo se podían utilizar cartelerías Led, avisos no convencionales y alfombras detrás de los arcos para poner propaganda en el aire del Fútbol Para Todos, sin recurrir a los spots de las tandas.
Con rapidez, el gobierno de Cristina Fernández anunció el fin de las pautas de empresas privadas en el mencionado programa.
A partir del mes de marzo de 2010, quedaba vedada para las empresas particulares anunciar en la caliente pantalla del deporte sin codificar.
Desde la séptima fecha del primer torneo de Primera División del mencionado año, ninguna empresa (salvo Iveco y luego New Holland, únicos sponsors del torneo) pudo poner un peso en las transmisiones.
Hasta 2009, la AFA negociaba los sponsoreos pero Julio Grondona delegó esa facultad en la Jefatura de Gabinete.
El mayor anunciante privado del torneo (Movistar, con una inversión de $ 7 millones) fue dado de baja en la sexta fecha.
La misma negativa se extendió al Banco Credicoop y al vino Toro.

El infalible cronómetro de Peisa

Los auspiciantes privados del FPT recibían luego de cada fecha de Primera División de AFA la “prueba” digital de que los segundos pautados en la cartelería se habían respetado con puntualidad. En el control central de La Corte, Fraga 167, Chacarita (donde se concentraban todas las señales emitidas por los tercerizados móviles satelitales) se apersonaba varias veces por semana cronómetro en mano un empleado de PEISA. A la hora de los partidos que disputaban los cinco grandes (Boca, River, San Lorenzo, Independiente y Racing) este sujeto tenía que medir la cantidad de segundos de cada auspiciante al aire.
Sin tapujos, les indicaba a los directores de cámaras de los hermanos Monzonzillo los planos que necesitaba de cada camión de exteriores para que nunca quedaran fuera de escena las rutilantes Leds.
Si un anunciante venía “rezagado” durante el partido y se necesitaba equilibrar su participación publicitaria, se llamaba al responsable del diagrama de avisos electrónicos y se le ordenaba que pusiera en las pantallas más veces a tal aseguradora o tal bebida.
Nada se ocultaba, todo era sabido por las decenas de personas que trabajaban en el programa FPT.
En algunos momentos, esta “ingeniería” se tornó muy complicada.
El 24 de junio de 2012 Arsenal se coronó campeón del Torneo Clausura 2012 tras derrotar en su estadio a Belgrano por 1 a 0 con gol de Lisandro López.
De esta manera, con 38 puntos, el equipo de la familia Grondona obtenía por primera vez en su historia el Torneo de Primera División en Argentina.
Don Julio estaba exultante, el club de sus amores llegaba a lo más alto y en la TV siete pantallas distintas, en simultáneo, mostraban la definición.
Casi todos los canales informativos y los de aire habían dicho presente para “ayudar” a la Casa Rosada en su cruzada deportivo-mediática. Los únicos excluidos eran, por supuesto, Canal 13 y TN:
Todo le sonreía al mandamás de la AFA. Afortunado en el dinero y también en el amor.

La Cámpora controla y se suma al negocio

En cada tanda de entretiempo, se emitían “avances” del programa ultra oficialista “6,7,8”.
En la práctica, eran meras propagandas de varios minutos dirigidas por los máximos representantes del Frente para la Victoria.
Siempre se criticaba a los opositores y se elogiaba a los propios.
En una ocasión, se llegó a repetir más de 30 veces la represión de la policía santafesina contra hinchas de Belgrano de Córdoba que habían visitado el estadio de Newell’s Old Boys en Rosario.
El objetivo era claro: esmerilar la figura del gobernador socialista Hermes Binner, uno de los principales rivales opositores de CFK en las presidenciales de 2011.
Pero, el interés de los K y el grupo La Cámpora iba más allá de lo político.
Máximo Kirchner colocó en el FPT a un ex compañero suyo de colegio en Río Gallegos, Rafael Cuello.
Este alter ego del hijo de la presidenta ejercía un seguimiento puntilloso de los negocios que se generaban gracias a las transmisiones deportivas.
También, la agrupación juvenil creó una plataforma web para que todos pudieran seguir los partidos desde internet. La cartelería tuvo una nueva forma de llegada a los fanáticos y los avisos no convencionales multiplicaron su efectividad.
En 2020, Máximo y los suyos están volviendo por sus fue ros e intentan la resurrección del formato gratuito.
La excusa esgrimida se relacionó con la pandemia de coronavirus: como los fanáticos no pueden ir a los estadios, debería ser una política de Estado llevarles el show deportivo hasta sus hogares.
El Estado se ofrecería, una vez más, como solventador y mecenas de la actividad futbolística profesional.
Para buena parte de los clubes de primera división, el ingreso televisivo representa entre el 50 y hasta el 70% de su facturación mensual.
En 2020, se muestran, más que nunca, fundidos y suplicantes. Están “al salto por un bizcocho”.
¿Prohibirán una vez más el ingreso de los sponsors particulares para renovada y completa felicidad del Kartell?

Horacio D’annunzio, el hombre clave

La relación de Raúl Jacinto Naya y Horacio D’Annunzio con el diario Clarín y el negocio de la TV se remonta a principio de los años noventa.
Naya tenía por entonces una vasta trayectoria en el campo audiovisual del país.
Como el Grupo de Ernestina de Noble no contaba con licencias de cables en la Capital Federal y quería desembarcar con Multicanal en la Reina del Plata.
Raúl y D’Annunzio les vendieron en 1992 la licencia de Video Cable Privado, una pequeña empresa familiar con apenas 3.000 abonados.
Desde 1991, Naya fue el presidente de VCP, siendo los directores titulares: Horacio Enrique Arduh, Osvaldo Raúl Arias y Horacio Alberto D’Annunzio. La sede social estaba ubicada en Avenida Córdoba 2036. En 2020, funciona allí la Casa de la provincia de Catamarca en CABA.
La nueva oferta de TV paga en manos de Clarín, Multicanal, comenzaría a comprar cables en el interior (gracias al arbitrario manejo que hacía de los derechos del fútbol). Luego, el holding absorbió la mitad de VCC (1998) y finalmente, se quedó con su máximo competidor, Cablevisión, en 2006.
Fue firmado por el entonces presidente Néstor Kirchner, quien se llevaba de maravillas con el holding.
El monstruo con más de tres millones de abonados se había consolidado porque sus ingresos ya no llegaban desde el mercado publicitario, sino de los bolsillos de las propias familias argentinas.

D’annunzio y el caso Ciccone

Horacio Alberto D’Annunzio mantuvo una importante relación de amistad y negocios con Nicolás Ciccone, otrora titular de la imprenta Ciccone Calcográfica.
D’Annunzio fue nada menos que el contador y síndico de la empresa gráfica más controvertida de la historia argentina.
A pesar de haber recibido entre mediados de 2009 y fines de 2015 más de 20 millones de pesos en materia de publicidad oficial por parte de la Casa Rosada, VHS Sports S.A fue en 2013 denunciada por el propio gobierno nacional en medio del escándalo de la empresa que debió ser estatizada.
Se acusó al titular de VHS Sports de haber cometido maniobras de vaciamiento de la imprenta.
Concretamente, Horacio D’Annunzio fue acusado por poseer una de las tres firmas responsables de haber acordado operaciones ilícitas, en pesos y en dólares, antes de la quiebra de Ciccone.
Las dos restantes fueron Bates Integrated Communications SA y la Cooperativa Mamakiya de Vivienda, Crédito y Consumo Limitada.
El fiscal federal que intervino en la causa, Federico Delgado, consideró que la figura decisiva en las operaciones ilegales fue justamente Horacio Alberto D’Annunzio.
Según el funcionario judicial, las maniobras sospechadas pudieron ser “manejos destinados a producir el vaciamiento de Ciccone Calcográfica y/o el ingreso al mercado financiero de dinero de origen ilícito”.
Por las manos de tan cuestionado personaje pasaron durante seis años completos las publicidades no convencionales del Fútbol Para Todos.

Un «farolito» que solo aportó oscuridad

En agosto de 2009, cuando se creó Fútbol Para Todos, el programa era una completa improvisación.
Se decía en un principio que los trabajadores de Canal 7 se harían cargo de la parte técnica y periodística.
Pero, en realidad, el canal estaba materialmente devastado y dicha misión era imposible.
La gigantesca desinversión en la TV Pública se debió a que se la había transformado en un depósito gigantesco de ñoquis y militantes políticos quienes se devoraban con sus sueldos y gastos más del 90% del presupuesto total asignado cada año a la señal.
No existía para encarar el FPT ni personal idóneo, ni camiones de exteriores y aún menos cámaras de última generación para transmitir los partidos con tecnología HD. Además de los ya mencionados 160 millones de dólares que se llevaba la AFA del erario público cada año, aparecieron verdaderas montañas de dinero colaterales para el personal y los “fierros”.
Todo se hizo por contratación directa, en el medio de una profunda oscuridad.
Según el manual de operaciones del kirchnerismo, la Casa Rosada siempre debía estar en una lucha contra enemigos imaginarios o reales.
Los K vivieron siempre de emergencia en emergencia y, de esa forma, justificaron la excepcionalidad y la arbitrariedad a la hora de darle a los privados con total generosidad los fondos públicos.
Las “cajas satélites” relacionadas con el fútbol estatizado provenían de:
-la producción de los partidos
-la contratación de unidades móviles
-los honorarios de algunos periodistas renombrados y otros desconocidos (pero militantes fanatizados)
El caso más emblemático fue el de la productora La Corte, la primera empresa que ingresó al programa.
Los contratos entre Balcarce 50 y los hermanos Monzonzi llo nunca llegaron por medio de una licitación.
Gabriel Mariotto, el primer coordinador del programa, lo confirmó en el Congreso, ante una pregunta del entonces senador radical Gerardo Morales:
“Sí, lo hicimos por contratación directa”, le reconoció sin tapujos al hoy gobernador de la provincia de Jujuy.
Esta práctica, amparada en la premura para sacar adelante las transmisiones, se transformaría en una costumbre.
La Corte no era una empresa audiovisual desconocida para el gobierno. Pegó el gran salto cuando comenzó a ocuparse de la señal Canal Rural.
Había llegado luego hasta Balcarce 50 de la mano de Miguel Núñez, el vocero de Néstor Kirchner.
¿Por qué fueron tan generosos Néstor y Cristina con estos dos hermanos?
La Corte tercerizaba casi todas sus operaciones, limitándose a “subir” al satélite las señales que les enviaban los móviles de empresas privadas: Recordvisión, Video Cuatro, VTS y Wayson.
Fútbol Para Todos tardó en tener su propia oficina en las avenidas Julio Argentino Roca y Belgrano de CABA. Para ello, nació “Farolito International Entertainment”, una empresa cuyos dueños en los papeles eran Víctor Tobi (yerno de Alejandro Romay) y Luis Cella, el histórico pro ductor de Susana Giménez.
Farolito logró contrataciones directas “por exclusividad” ya que la Casa Rosada alegaba que “son los únicos que pueden realizar este tipo de servicio”.
Pero, ocurría algo muy extraño.
La mencionada sociedad Farolito no tenía prácticamente antecedentes comerciales y mucho menos expertise en tecnología digital para desarrollar una tarea tan descomunal.
El capital inicial de Farolito fue el mínimo requerido por la ley. En otras palabras, era una típica “firma de portafolio”. Un cascarón vacío que iba a ser llenado por decenas de millones de pesos en los años sucesivos.
A través de esta empresa cobraron sus sueldos los principales referentes periodísticos del programa, como los relatores Marcelo Araujo y Julio Ricardo.
Con el tiempo, también lo harían otros colegas como Marcelo Benedetto o Miguel “Tití” Fernández. Entre 2009 y 2013, Farolito recibió por sus servicios más de ochenta millones de pesos.
¿Cómo sabemos que los costos que pagaba el Estado en materia de técnica y profesionales del periodismo deportivo eran exagerados?
Porque cuando el fútbol era privado los gastos de producción representaban entre el 10 y el 15% del valor del con trato.
Con La Corte y Farolito esos mismos gastos treparon hasta casi el 50% de los gastos de producción sin que mediara ninguna mejora sustancial en la calidad del producto que entregaron durante años los dueños de TSC (Clarín y TyC).

Dos de los jefes de gabinete nacional intervinientes, Aníbal Fernández y Jorge Capitanich, fueron procesados sin prisión preventiva.
¿De qué se los acusó?
Un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) determinó que solamente desde agosto de 2009 hasta fines de 2012 se detectó el uso de más de 170 millones de pesos sin rendir, sin contrapartida ni justificación, para contrataciones a empresas vinculadas al poder.
¿Cuáles fueron esas empresas? “El Farolito” y “La Corte”.
Según la investigación del recordado Leandro Despouy, los recursos de todos los argentinos se aprovecharon para generar una enorme caja sin control y un gigantesco espacio de propaganda política.

Capítulo tres: la pata política del «negocio»
La pauta oficial es la forma de blanqueo del dinero de los políticos

El Estado nacional, el de la provincia de Buenos Aires y el de CABA gastan cada año casi el 1% de sus dineros en campañas publicitarias.
Con un presupuesto cercano a los 80 mil millones de dólares cada doce meses, la Casa Rosada está desembolsando nada menos que 800 palos verdes para que se queden los medios de comunicación y los intermediarios de la pauta.
Se trata de sumas con las cuales se podrían construir, por ejemplo, cientos de kilómetros de nuevas autopistas o bien decenas de miles de unidades habitacionales para erradicar los asentamientos irregulares en el país.
Aunque parezca increíble, desde Balcarce 50 (al igual que ocurre desde cada provincia, municipio o comuna) se recurre de manera casi invariable a terceros que operan como “nexos” entre los funcionarios y los dueños de radios, diarios y canales de TV.
Seguramente, esas “agencias” parasitarias cuando lleguen las fiestas les entregarán como regalo a ambas partes alguna agenda del año por llegar con su logo estampado.
En el fútbol ocurre exactamente lo mismo. Cada jugador tiene un “representante” que opera entre las instituciones deportivas.
¿Para qué quieren personajes como estas entidades famosas a nivel mundial como, por ejemplo, Real Madrid y Boca Juniors?
La respuesta es obvia.
Se busca que el “manager” de los profesionales se lleve el 15 ó 20% del total de la movida.
Luego, seguramente a fin de año les devolverá las atenciones con una invitación a cenar o cajas de pan dulce y botellas de sidra.
La publicidad de radio y TV se ha vuelto abstracta.
Resulta casi imposible de medir y controlar en un 100%.
Los miles de segundos comprados por las generosas arcas públicas pueden mutar en escasos minutos reales en las tandas. El resto se esfuma hacia bolsillos que resultan fáci les de imaginar.
Las distintas leyes de radiodifusión del país establecen que como los distintos Estados son los dueños de las frecuencias, las radioemisoras y teleemisoras beneficiadas están obligadas a difundir una cantidad importante de avisos destinados a la población cada hora de manera gratuita.
¿Por qué no aprovechan los funcionarios de cada esfera de competencia esa ventaja y evitan gastar dineros que podrían servir para la asistencia social, la educación, la segu ridad, la justicia o las obras públicas?
Fundamentalmente, por dos razones:
⦁ Quieren la opinión favorable sobre sus personas por parte de los periodistas que trabajan para los distintos holdings.
⦁ Son socios de las agencias intermediarias que se quedan con la “parte del león”.
Pero, a pesar de las fortunas que se malversan, nada de esto les alcanza a los políticos corruptos y a los dueños de la cartelizada comunicación que existe en la Argentina.
Al extravagante 1% del presupuesto apuntado que se “invierte” en avisos hubo que sumarle durante seis años los 1.200 millones de dólares que se “fumaron” gracias a la estatización de la televisación de los encuentros deportivos.

Sacrificaron el dinero público, pero protegieron los negocios privados

Al referirse a las erogaciones que tendría que afrontar el Estado nacional tras la estatización de las transmisiones de fútbol, la ex presidenta Cristina Fernández dijo: “El 50% del excedente que genere la comercialización del fútbol por parte del Estado será destinado al desarrollo del deporte olímpico, porque el gobierno no busca hacer un negocio con el deporte, sino promover lo”.
Nada más lejano a la realidad. Todas resultaron pérdidas económicas para los argentinos.
Es más, mientras la Casa Rosada despilfarró 1.200 millones de dólares entre 2010 y 2015 en el FPT, el denominado programa de “promoción del deporte social y de alto rendimiento”, que estuvo bajo la órbita del ministerio de Desarrollo Social, en manos de Alicia Kirchner, recibió fondos por $ 1.464 millones. Siete veces menos que lo en tregado a la AFA, La Corte y Farolito.
Pero existió aún más insensatez.
¿Por qué en lugar de generar un producto competitivo hicieron desde Balcarce 50 que el partido más importante del domingo se jugara casi a las diez de la noche (inclusive, en pleno invierno) con el único objeto de poder competir con el programa Periodismo para Todos (PPT) donde Jorge Lanata denunciaba la corrupción kirchnerista?
El “gordo” les ganó casi todas las pulseadas en los aparatitos llamados “people meters” pero al gobierno no acusó recibo y siguió “sacrificando” al FPT en el altar de la polí tica partidaria.
Lo increíble fue que, según datos de Ibope, en los primeros dos años de emisiones se pasó de un Apertura 2009 con una medición de 9,4 puntos por partido en TV abierta a escasos 6,9 puntos del Clausura 2011
En 2013, las cosas empeoraron.
El promedio anual bajó a 5,77 puntos (6,84 puntos para Primera A y 2,94 puntos para Nacional B).
Para el año 2015, apenas la mitad de los equipos lograba alcanzar las dos cifras: River (23.88) y Boca (21.34) lide raban el listado.

Luego estaban Racing, Independiente, San Lorenzo, Newell’s, Rosario Central, Estudiantes y Vélez. El resto, apenas se quedaba en un dígito.
El gobierno había convertido a las tandas del FPT en un experimento “goebbeliano” que ahuyentaba al espectador (“miente, miente, que algo queda”).
La caída de los números durante el entretiempo (donde se usaban muy extensos “avances” del programa “6,7,8”) mo tivaba que entre el 80 y el 90% de los aficionados hiciera zapping durante el descanso de los jugadores. Esa movida fue medida por el llamado reach de Ibope.
Se llegó a contratar a un “relator militante” que resultaba insufrible para buena parte de una teleaudiencia que votaba en las urnas masivamente contra el Frente para la Victo ria (2013 y 2015).
Pero, a los “dueños de la pelota” nada de eso les importaba. Su verdadero “tesoro” seguía escondido bajo el formato de “publicidad virtual” durante los partidos.
A la vista de todos y sin que nadie se percatara.

Dos millones de segundos desaprovechados

Como hemos visto, los números del programa FPT fueron desastrosos para la economía argentina.
Pero, además, el tremendo gasto de dinero para obtener dos millones de segundos de propaganda en las transmisiones del deporte más popular del país fue casi en vano.
Veamos apenas cinco ejemplos:
⦁ Las fortunas invertidas en el FPT superaron largamente los presupuestos dedicados a la lucha contra la drogadicción y el narcotráfico. Esto ocurrió mientras Argentina lideraba a nivel mundial el triste ranking de consumo de cocaína per cápita.
⦁ Los fondos del programa se distribuyeron en los distintos clubes de fútbol con gran discrecionalidad. No ha habido mayores explicaciones ni información completa sobre estos repartos, argumentándose que se trata de entidades privadas. Según el periodista del diario La Nación, Alejandro Casar González, los clubes debían hacia finales de 2015 una cifra en dólares muy superior a la que tenían en 2009, cuando se estatizaron las transmisiones. Sus pasivos se habían duplicado.
⦁ Según la AGN, Auditoría General de la Nación, solamente en los primeros tres años del programa existieron más de 50 millones de dólares pagados “sin el respaldo de la orden de compra correspondiente”.
⦁ El contrato original de FPT contemplaba que en caso de existir ingresos netos por encima de los derechos de televisación, un 50% del excedente será transferido a la AFA, y el otro 50% será destinado al fomento de los deportes olímpicos. Como casi no se registraron ingresos, tampoco hubo excedentes ni transferencias.
⦁ La mayoría de los mensajes oficiales difundidos en el FPT no informaban a los ciudadanos acerca de sus deberes o derechos, de situaciones de emergencia o de campañas de interés público.

Mariotto imita a KIRCHNER en Skanska: “problemas entre privados”

Juan Gabriel Mariotto es un político, periodista y docente argentino que llegó a ser decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, vicegobernador de la provincia de Buenos Aires y luego presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA).
Para varios analistas políticos, se trata del “gurka” de la vicepresidenta Cristina Fernández.
Cuando estuvo a cargo de la entidad encargada de regular los medios de comunicación nacionales tuvo un cuestionable desempeño como contralor del Fútbol Para Todos Como hemos visto, al Estado nacional se le “escaparon” más de un centenar de grandes empresas que terminaron pautando fortunas a nivel privado sin que un solo centavo ingresara al erario público.
Consultado por los autores de la presente publicación sobre el notorio ingreso de marcas privadas a las transmisio nes “por izquierda” se limitó a decir: “es un problema entre los dueños de los carteles y la AFA”.
Lo extraño es que el ex vicegobernador sabía mucho sobre cartelería en estadios de fútbol.

Llegó a “contratar” a nivel personal los servicios de PEI SA y sus pantallas Led en momentos que aspiraba a repetir su cargo de vicegobernador de la provincia de Buenos Aires. En mayo de 2020, lejos del poder, Mariotto demostró que seguía siendo fiel al pensamiento del engaño para llegar al poder y a los negocios.
“Por suerte Alberto Fernández es un moderado y (en la elección) ganó la moderación. Si no hubiese sido moderao, no ganábamos. Si en el Frente todos nos moderamos, deja de tener fogosidad. Yo no me quiero moderar”. Kirchnerismo dixit.
El fin justifica los medios, según el ex titular de la AFSCA.

Capitanich: vender humo más allá de las fronteras

Hemos visto ya las autoncriminaciones en las que cayeron personajes como Carlos Abdo, titular de Publicidad Estática Internacional, y también Horacio D’Annunzio, responsable de VHS Sports.
De manera bastante torpe, explicaron en las páginas online de sus empresas que ellos ofrecían servicio de publicidad televisiva en los partidos del fútbol de Primera División de la AFA, algo que estaba prohibido por la Casa Rosada, titular de los derechos de transmisión.
También, vimos cómo el ex jefe de gabinete, Aníbal Fernández, incumplía con flagrancia su propia promesa de sostener la movida del Fútbol Para Todos con apoyos particulares.
Pero, pocas declaraciones públicas han sido tan claras y desafortunadas que las que hizo en 2014 el actual gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, en ocasión de ocupar la oficina contigua a la presidenta Cristina Kirchner (era de Jefe de Gabinete).
En otro sincericidio K, dijo Coqui que lo importante no era vender pauta de las firmas comerciales durante los partidos para recuperar dinero sino vender las imágenes de cada match al exterior.
En otras palabras, no quería que el Estado nacional reembolsara parte o la totalidad de los 200 palos verdes anuales promedio que le costaba esta aventura a la Casa Rosada.
Por el contrario, impulsaba que las firmas que le compraban propaganda a VHS tuvieran el beneficio de aparecer también en señales de cable del resto de Sudamérica, Europa y el mundo.
Si una empresa multinacional, por ejemplo, compraba segundos de propaganda en la cartelería de LED que existía en cada estadio argentino, se estaría asegurando que su firma de primer nivel internacional tendría también algún beneficio extra ya que los partidos de la AFA son muy atractivos para millones de fanáticos que viven en el extranjero.

El meteórico ascenso de la corte

Los personajes que aparecen en el Kartell que manejó las transmisiones del Fútbol Para Todos durante más de seis años tienen pesados archivos judiciales sobre sus espaldas.
⦁ Horacio D’Annunzio soportó también varias pesquisas por el escándalo de la imprenta Ciccone, de la cual era sín dico.
⦁ Cristóbal López, dueño de la productora La Corte termi nó preso junto a su socio Fabián de Souza por evasión de mil millones de dólares a la AFIP.
⦁ Carlos Eusebio Abdo fue criticado por la deuda que le generó a San Lorenzo cuando fue presidente de los azulgranas. El pasivo del “club de sus amores” lo había generado con su propia empresa, Publicidad Estática Internacional.
⦁ Julio Grondona fue acusado por la prestigiosa revista France Football por distintos actos de corrupción en la elección de las sedes de futuros mundiales de fútbol.
Pero, detengámonos unos momentos en repasar el historial de La Corte, la empresa creada por los hermanos Monzonzillo.
En los últimos 17 años, La Corte se hizo conocida por haber sido la encargada de la transmisión de los actos presi denciales y también haber sido productora de Fútbol Para Todos.
En marzo de 2015 la empresa fue adquirida en un 51% por el Grupo Indalo de Cristóbal López.
Durante los doce años y medio de gobierno de los Kirchner, La Corte tuvo un impresionante crecimiento económico y una expansión técnica notable.
Facturó tres mil millones de pesos por la transmisión de los partidos de Fútbol Para Todos generando costos que multiplicaban a moneda constante los gastos que afrontó el grupo Clarín y TyC hasta 2009.
La otra empresa notable de los controvertidos hermanos fue Prensa Satelital SA creada en marzo de 2004, a pocos meses de la asunción de Néstor Kirchner en la Casa Rosa da.
Para esta nueva aventura se unieron a Juan Carlos Demarco, quién trabajó más de una década (entre 1994 y el 2005) en las empresas Raúl Naya Producciones SA y Canal Rural Satelital SA.

El poder de la prensa, un «descubrimiento» de Cristóbal

La billetera de Cristóbal López estuvo siempre llena gracias a las fenomenales evasiones impositivas que perpetró desde la petrolera OIL Combustibles:
Según comprobó la justicia, esta firma se quedaba en sus bolsillos con los fuertes gravámenes al combustible que las expendedoras le retienen al consumidor en nombre de la AFIP.
Concretamente, López dejó de pagar el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC), para subsidiar la expansión de su imperio.
El empresario patagónico (quien le juró en su mansión de Rada Tilly, Chubut, al periodista Luis Majul en 2008 que jamás compraría un medio de comunicación) terminó por conformar uno de los holdings comunicacionales, de combustibles, de finanzas, de hotelería y de juego más grandes de la Argentina:
Repasemos las “joyas de la corona”:
-Ámbito Financiero
-Casino Club (con 12 casinos y 15 salas de slots)
-el barco-casino de Puerto Madero
-las tragamonedas del Hipódromo de Palermo
-OIL Combustibles con una refinería y 363 estaciones de servicio
-concesiones viales (rutas 2 y 11)
-el Banco Finansur
-el hotel Los Notros en El Calafate
-Radio 10, el canal de noticias C5N y FM La Mega
-la productora fundada por Marcelo Tinelli Ideas del Sur
-la productora Pensado para Televisión (PPT)
-la productora La Corte.

¿Vuelve el Fútbol Para Todos? ¿Vuelve el negocio de las LEDS?

Argentina es el país de Latinoamérica con más penetración del cable en los hogares: ocho de cada diez casas los disfrutan. Pero, si sumamos los “colgados” llegaríamos hasta casi el 90% de la población alcanzada por este servicio.
Sin embargo, hasta mediados de 2020, sólo el 10% de los hogares nacionales había contratado el Pack fútbol cuyo costo oscila en torno a los 10 dólares por mes.
Los números están muy lejos del 25% que pretendían los cableoperadores TNT y Fox, ganadores de la licitación que hizo la AFA.
¿Por qué ocurre esto?
Aún estamos muy lejos de las costumbres que imperan en Europa y EEUU donde los sistemas pay per view tienen un amplio desarrollo.
En materia gráfica, por ejemplo, diarios como el New York Times y el Washington Post suman verdaderos ejércitos de lectores que pagan por sus contenidos.
A pesar de tener que abonar, ambos gigantes del periodismo llegan a sumar un tráfico de cien millones de usuarios únicos cada uno por jornada.
En nuestro país, las cosas son bien distintas.
Una plataforma gratuita como Infobae, del periodista y empresario Daniel Hadad, supera cuantitativamente a holdings líderes como Clarín y Nación, ya que estos dos últimos pretenden cobrar para que se pueda acceder a sus ediciones online.
Resumiendo: por cuestiones económicas o culturales, nuestros compatriotas no quieren hacerse cargo de los paquetes Premium. Prefieren gambetas “maradonianas” en sitios gratuitos de internet con tal de ahorrarse los desembolsos para ver el fútbol codificado.
El avance de la tecnología jugó a favor de los hinchas en estos últimos años y posibilitó que casi todos pudieran apreciar lo que ocurre dentro de los estadios gracias a smartphones, pcs, laptops y tablets.
Las redes sociales, el streaming y el 4G crecieron muchísimo en el último lustro y eso conspira contra el negocio de los canales deportivos de pago.
En otras palabras, el “secuestro” de los goles que denunciaban desde la Casa Rosada en 2009, al momento de esta tizar las transmisiones, está muy lejano en 2020.
Las páginas que retransmiten los encuentros dicen que no están lucrando y que simplemente comparten por Facebook, por ejemplo, un material con sus propios amigos.
Se trata de una movida muy similar a la piratería que soporta el mundo del cine y de las series de canales como Netflix o Amazon.
Ante cada nueva prohibición y límite, aparece el ingenio del fanático.
Por ejemplo, grabar los partidos en tramos y viralizarlos por whatsapp.
¿Cuánto cuesta ver los torneos más convocantes en otros países, donde el fútbol se vive como una religión de fin de semana?
Si tomamos como ejemplo a España para la comparación podemos decir que Movistar cobra toda la oferta de fútbol de España unos 25 euros al mes.
Si los fanáticos quieren agregar los torneos internacionales deben pagar otros 25. El precio final: 50 euros mes. También en la península ibérica, Vodafone ofrece toda la oferta de fútbol (Liga, Liga 123, Copa del Rey, Champions y Europa League y ligas internacionales) por 18 euros cada 30 días.
A estos valores debe agregarse el costo del servicio obliga torio de Vodafone TV (fibra óptica, línea móvil y teléfono fijo) por 12 euros mensuales. El costo total asciende a 30 euros mensuales.
Para Orange, en tanto, el paquete de fútbol nacional español (Primera, Copa del Rey y Segunda) más el mejor fútbol internacional, cuesta 20 euros por mes.
En la “madre patria” la justicia es muy severa con quien quiera piratear los partidos.
En numerosas ocasiones la policía arrestó a los responsables de empresas que comercializaban y emitían contenidos de televisión pagos en forma ilegal.
Las presentaciones judiciales las hace la propia Liga de Fútbol Profesional y se llegó a detener al administrador de Roja Directa, acaso el portal más famoso para ver deporte online sin pagar.
En Inglaterra, mientras tanto, la Premier League consiguió un fallo de la Corte Suprema del país que hizo que ahora sea casi imposible transmitir partidos en vivo al margen de la ley.
Pero, la regulación es pobre todavía en Argentina ya que la ley de propiedad intelectual no incluye aún a las transmisiones vía web.
Esta coexistencia de lo legal y lo trucho (en una economía donde el 40% se mueve en negro) no es novedad en nuestro país.
En otras palabras, como ocurre con la música, el cine y las series líderes, pocos consumidores se quejan en esta geografía por la codificación del deporte.
Saben muy bien que podrán ver los partidos de fútbol de manera muy sencilla y a cambio de unos pocos megas de descarga.
Si la Casa Rosada vuelve con su idea de gastar fortunas para comprar una vez más los derechos a la AFA habrá que pensar que lo que se quiere es el retorno del “negocio” privado que caracterizó a los seis años de experiencia del llamado Fútbol Para Todos.
Sería una nueva estafa y defraudación al erario público.

El «Anton pirulero» de los protagonistas

“La indiferencia es el apoyo silencioso a favor de las in justicias”. Doctor Martín Luther King.

Al finalizar cualquier trabajo de investigación, llega el momento de otorgar el lógico “derecho a réplica” para las personas que fueron nombradas.
Llamativamente, casi todos los involucrados en esta investigación periodística quisieron conocer las potenciales preguntas que les íbamos a formular pero luego declinaron entregar sus respuestas.
Esperábamos que todos negaran los cargos pero lo llamativo fue encontrarnos con otro tipo de situación.
Los involucrados dijeron, directamente, desconocer quién era Horacio D’Annunzio, el hombre que manejó los hilos desde Lafinur 2920, casi esquina Las Heras, CABA.
El señorial edificio de tres plantas conocido como “la Rosa dita de Palermo” fue el centro de comando de toda la operación que hemos denunciado en el presente trabajo.
Por ejemplo, Carlos Abdo, de Publicidad Estática Internacional, pidió el cuestionario pero, en lugar de dar explicaciones, nos remitió a un libro que editaron en 2019, cuando la firma cumplió 40 años de trabajos ininterrumpidos.
El ex presidente de San Lorenzo negó conocer a Horacio D’Annunzio a pesar de que ambos eran casi los únicos que ofrecían de forma pública servicios audiovisuales para pri vados dentro del Fútbol Para Todos.
Como hemos visto, más de 20 sponsors de VHS Sport ocu paron las Leds que manejaba PEISA.
¿Puede Abdo no saber quién fue su mejor cliente a lo largo de seis años?
Por su parte, el ex titular de AFSCA, Gabriel Mariotto, también recibió un pedido de puntualizaciones pero, tras mostrarse colaborativo, ignoró la demanda.
Alicia López, otra de las veedoras judiciales en la entidad madre del fútbol nacional, dijo no recordar denuncias sobre la publicidad no convencional y se excusó de dar más detalles afirmando que estuvo apenas cuatro meses en esa función.
Mientras tanto, el publicista Raúl Naya negó vínculos ac tuales con Horacio D’Annunzio, su ex socio en Video Cable Privado de Capital Federal.
El bolsero se limitó a expresar que hace varios años que no se ven y no contestó los requerimientos que le formulamos sobre las propiedades y empresas que ambos compartieron. Capítulo aparte para los hermanos creadores de La Corte. Pablo Monzonzillo dijo desconocer la relación entre PEISA, VHS Sports, la AFA y el kirchnerismo.
Pero, como ya narramos, en el propio control central de la productora eran los empleados de Abdo quienes controlaban que la cartelería cumpliera con las “ráfagas” que se habían pautado a nivel comercial.
Finalmente, Horacio D’Annunzio declinó siquiera recibir las preguntas que teníamos preparadas para su empresa.
El único participante que cumplió con el “interrogatorio” fue Pablo Paladino, ex coordinador el FPT desde su inicio en 2009.
Se trata de un ex funcionario muy cuestionado ya que el arrepentido en el escándalo Fifagate Alejandro Burzaco lo acusó de haber cobrado coimas por cuatro millones de dólares.
El ex directivo de TyC, quien fuera detenido en EEUU y se acogió al programa de protección a cambio de delaciones, apuntó contra Paladino y Jorge Delhon como los supuestos cobradores de los sobornos.
¿Qué dijo Paladino?
⦁ Que el Estado nacional no tenía derechos sobre la publicidad estática ya que eso es potestad de los clubes y la propia AFA.
⦁ Que desconocía quienes eran Abdo y D’Annunzio porque se trata de empresarios que no interactuaban con la ad ministración pública.
⦁ Que la decisión de que la Casa Rosada pagara todos los gastos de este programa fue una determinación política. Resumiendo: las dudas e interrogantes que hemos planteado en la presente publicación están lejos de diluirse.
Por el contrario, se han confirmado casi todas nuestras graves sospechas sobre actos de corrupción por acción u omisión.
Con la excusa de que no existiría relación contractual ni comercial con los “capos” de la cartelería Led, el kirchne rismo intenta evadir sus responsabilidades.
¿Habrá que creer que a lo largo de seis largos años no se dieron cuenta que pasaban verdaderas manadas de elefantes multicolores por delante de las cámaras que ellos con trataban?
Estamos hablando nada menos que de diez millones de segundos de publicidad privada que se traficaron como tandas virtuales desde las Leds hacia la TV.
Todo esto, a pesar de taxativas prohibiciones emanadas desde lo más alto del poder político nacional.
¿Nadie se percató que hubo una defraudación escandalosa que privó al erario público de recuperar cientos de millones de dólares?
¿Nunca supieron que el verdadero Kartell mafioso que operó entre 2010 y 2015 se había apoderado de dineros que debieron ser públicos?
¿Habrá que suponer que fue para ellos inadvertida la llegada en bloque de más de un centenar de los principales sponsors deportivos de la Argentina y el mundo al sistema de publicidad no convencional?
¿Pasó desapercibido el proceso de duplicación en solo seis meses de anunciantes particulares?
¿No se daban cuenta que las “nuevas” caras publicitarias a partir de 2010 eran nada menos que empresas fuertemente ligadas al poder K?
¿Nadie vio nada en Balcarce 50 y Viamonte 1366?

El que calla, otorga

El cuestionario base que preparamos intentaba aclarar los numerosos puntos oscuros que hemos detallado.

  1. ¿Por qué se dijo en agosto de 2009 (declaraciones de Aníbal Fernández, jefe de gabinete) que el fútbol era superavitario y que las ganancias de las transmisiones estatizadas se destinarían al deporte olímpico pero luego se cambió de posición de manera radical?
  2. ¿Por qué se pagó a la AFA un valor dos veces y media superior al que pagaba el grupo Clarín y TyC? Fueron 600 millones de pesos (160 millones de dólares anuales) contra menos de 260 que abonaba TSC.
  3. ¿Por qué los gastos operativos del Fútbol Para Todos eran, proporcionalmente, mucho más elevados que los que pagaba TSC? Se pasó de 15% del contrato a cifras que llegaban al 40 y 50% de lo que recibía la AFA.
  4. ¿Por qué si, taxativamente, se dijo en enero de 2010 que las empresas privadas no podrían publicitar en el Fútbol Para Todos se permitió que empresas como Publicidad Estática Internacional y VHS Sports anunciaran en sus propias páginas de internet que ellos vendían pautas televisivas durante los propios partidos gracias a las pantallas LED que multiplicaban sus contactos con el público? Llegaron a publicar que garantizaban que durante 60 de los 90 minutos tenían asegurado que estarían al aire en TV, lo que permitiría el ingreso de 30 sponsors.
  5. Contabilizamos más de un centenar de empresas de primer nivel que ingresaron “por la ventana” o como PNT a los partidos de fútbol, ya que las LED y la publicidad virtual estaban ajustadas a la cartelería fija.
    ¿Alguna de estas firmas entregó dinero al Estado nacional con el fin de acotar el déficit que generaba en las arcas públicas este particular programa?
  6. ¿Antes de adoptar este sistema (donde el Estado paga todo y los anunciantes particulares no pueden ingresar con sus mensajes a las tandas) consultaron antecedentes internacionales? ¿Hubo algún país del mundo en los últimos años que haya funcionado con un sistema similar donde quedaba vetado el capital privado?
  7. ¿Qué rol cumplía Carlos Abdo y su empresa PEISA?
    ¿Tributaban a la AFA o también le reconocían dinero al Estado? ¿Por qué anuncian estas empresas públicamente que se dedican a la comercialización de espacios en TV cuando en realidad solamente tenía cartelería interna en los estadios? ¿Los pagos por el canon se hacen a la AFA o a los clubes por separado? ¿Son los clubes o la AFA los dueños de los derechos?
  8. ¿Qué rol cumplía VHS, una firma que facturaba (a través de distintos sellos) la mayor parte de la publicidad que ingresaba a la pantalla chica vía los anuncios en los Leds?
    ¿Se incorporaron nuevas empresas a las vallas debido a que no podían ingresar a las tandas del FPT?
  9. ¿El empresario Horacio D’Annunzio pagaba dinero al Estado por usufructuar de manera directa un show deportivo tan oneroso?
  10. ¿A la distancia, a diez años de la decisión de vedar y vetar el ingreso de publicidad privada al Fútbol Para Todos, piensa que fue esta una decisión acertada para el Estado nacional?

Epílogo y propuesta – una idea para salir de la encrucijada

A lo largo del presente trabajo nos preguntamos una y otra vez por qué ninguno de los sponsors denunció una movida tan irregular en la que quedaron involucrados.
¿Por qué más de un centenar de firmas privadas prestigiosas se prestaron a este sketch de PNTs que se facturaba desde empresas que nada tenían que ver con el Estado nacional (el único dueño de los derechos de televisación)?
La respuesta, en parte, ya la hemos adelantado: casi la mi tad de los sponsors tenían fuertes vínculos o recibían subvenciones de la Casa Rosada.
Otras, eran lisa y llanamente instituciones estatales,
Por el lado particular, consultamos a algunos CEOs de las firmas patrocinadoras (quienes pagaron fortunas por este “servicio”).
Nos aseguraron que ellos supusieron que las reglas del juego habían cambiado para siempre en la TV argentina y que el deporte gratuito se había transformado en un “derecho adquirido” por parte de los fanáticos. Asumieron que este sistema se prolongaría de manera ininterrumpida.
Ergo, había que acostumbrarse a ingresar al deporte favorito de los argentinos por la ventana si una firma determinada quería ser parte del show.
“Creímos que ningún presidente de la Nación se iba a animar a desarmar el Fútbol Para Todos”, nos confiaron.
De alguna forma, esperábamos este silencio generalizado y paralizante que suele caracterizar a los empresarios de nuestro país cuando las investigaciones rozan lo más alto del poder.
Por miedo, desinterés o complicidad, no existió receptivi dad para las denuncias.
La desaprensión se ha apoderado de la clase gobernante argentina desde hace varios años.
Sin embargo, la solución sigue al alcance de nuestras manos, más que nunca.
Se trata de una salida que implica lograr la gratuidad real de las transmisiones sin dinero aportado por el Estado y sin que los aficionados del deporte deban abonar paquete alguno.
A valores históricos, el real costo que hay que entregarle a la AFA y la labor técnico-periodística no supera en 2020 los cien millones de dólares anuales.
¿Cómo se podría conseguir una “síntesis hegeliana” para tomar lo mejor de los K (la gratuidad) con lo mejor del macrismo (que el Estado deje de pagar)?
El plan, adaptado a los avances del siglo XXI, es el siguiente.
⦁ El grueso de la recaudación debería provenir de los avisos de las tandas publicitarias de cada partido.
En total, suman 350 mil segundos por año.
⦁ La segunda fuente sería la publicidad no tradicional o cartelería en pantallas LED que sumaría una suerte de PNT durante las transmisiones.
Esto sumaría 360 mil segundos más.
⦁ La tercera forma de “monetización” provendría de la publicidad virtual.
Se trata de los avisos que la TV sobreimprime en el campo de juego.
En otras palabras, los asistentes a los estadios no la ven pero sí aparece de manera muy notable en las pantallas chicas dentro de los terrenos de juego.
Como vimos, estos avisos se pueden cambiar de acuerdo al destinatario de la señal.
Un sponsor para Argentina y otro para el resto de los países receptores.

⦁ En España, 19 de los 20 clubes de primera aceptaron el dinero que entregan las grandes casas de apuestas.
Pero, en Argentina no se permite esa fuente de ingresos genuina.
¿Por qué se niega esta chance si los sitios internacionales, de hecho, permiten apuestas sobre los partidos de la Super liga de nuestro país?
El 95% de los integrantes de la Liga Santander ibérica tiene algún acuerdo con empresas del mencionado rubro.
El único club de primera división que se resiste a asociar su nombre con una casa de apuestas es la Real Sociedad. La entidad deportiva vasca se debatió durante años entre aceptar o no la oferta de Betway, un holding británico con sede en Malta.
Entre los otros 19 equipos que llegaron a acuerdos figuran:
-la compañía con más presencia es Bet365, que tiene dos con diez: Athletic Club, Celta, Eibar, Espanyol, Getafe, Huesca, Rayo Vallecano, Betis, Valladolid y Villarreal.
-Betway suma tres: Alavés, Leganés y Levante.
-Betfair se anota con dos (FC Barcelona y Sevilla)
-Bwin logró apoyo de dos poderosos (Atlético y Valencia).
-finalmente, auspician sólo uno Codere (Real Madrid), Ma rathonbet (Girona) y El Dorado (Huesca).
Según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), las apuestas online en la península ibérica representan el 40% del total del gambling.
Solamente son superadas por los casinos que se despliegan por todas las geografías ya que se trata de una nación sumamente turística.
España cuenta ya con dos millones de jugadores activos. Una parte de ese dinero se la llevan los clubes de fútbol profesional, ya que esas entidades públicas y privadas ponen sus estrellas a disposición de las casas de apuestas.
La tajada que reciben no es desdeñable.
⦁ Este último paso significaría una gran novedad, a nivel mundial.
Como se sabe, en los entrenamientos y en los partidos de distintos deportes (hockey, fútbol, básquet, entre otros) los jugadores profesionales llevan un GPS para saber cuántos kilómetros corrieron, a qué velocidad lo hicieron y en qué lugar del campo se movieron.
Lo que nadie ha explotado aún es convertir a esos chips en “cámaras subjetivas” para ser desarrolladas con animaciones en post producción.
Traducido al lenguaje llano.
Podríamos visualizar cuál fue la mirada de cada jugador, por ejemplo, en un gol.
¿Qué vio el anotador en el instante preciso de la definición? ¿Qué vieron los defensores? ¿Qué panorama tuvo el arquero en la previa a soportar el tanto?
Todos esto nos lo entregaría la computadora que reviviría los momentos más importantes para deleite de los fanáticos.
Esto generará un nuevo material que daría lugar a más horas de TV y que nos daría también la posibilidad de acceder a una nueva cartelería (dibujada) para tener también sponsors en esta nueva forma de apreciar un encuentro.
Resumiendo: con estos cinco aportes diferentes, provenientes de la unión entre la propaganda tradicional y la del Siglo XXI, llegaríamos a generar el círculo virtuoso que nos permitiría una mixtura de masividad y gratuidad que sería única en el mundo deportivo.

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