viernes, 26 abril 2024 - 17:28

Actos y manifestaciones. Apostillas de un 9 de julio de campaña electoral

Mientras el presidente lanzaba su tradicional discurso al país en la provincia de Tucumán, los medios opositores señalaban la “importante” concentración de los empresarios del campo en San Nicolás y otros puntos del país. Mucha demagogia de campaña hablando del “amor a la patria” en el aniversario de la independencia. En tanto, a la vuelta de la esquina, la patria real se hunde con más de un 50% de pobreza.

En San Nicolás se juntaron los que están ganando

Muy lejos de los 65.000 participantes que se anunciaron desde el palco -y que en forma cómplice tomó Clarín inventando una serie de cálculos por metro cuadrado que cualquier foto aérea desmiente, incluso de los 10.000 que habría contado la Gendarmería-, los empresarios ruralistas tuvieron su acto que fue replicado en distintos puntos del país.

La figura más renombrada de esta acto “sin partidos” fue justamente la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, que emponchada y a caballo desfiló junto a los gauchos de Güemes. Pobre  prócer de la independencia, si supiera que su delegación iba encabezada por unas de las más consecuentes pro imperialistas… Pero con disculpas al señor lector, lo de consecuente es evidentemente un desliz de la tecla para la ex montonera, ex Coalición Cívica, ex, ex… ahora derecha dura del PRO.

Pero volviendo al mensaje central de los beneficiados por el negocio agro exportador, su documento, la Proclama de San Nicolás  fue muy claro:

  • Ninguna de las actividades productivas “pueden desarrollarse como nuestro país necesita con la presión impositiva y las leyes laborales actuales”. En resumen quieren menos impuestos para los empresarios y flexibilización laboral.
  • “Que el derecho a la propiedad está garantizado por la Constitución”. Se trata de su propiedad privada y no la de los trabajadores argentinos que ven día a día expropiados sus ingresos a favor de las ganancias de los grandes empresarios. O de la “propiedad privada” de empresarios amigos, como Vicentin, aun cuando roban y violan todas las leyes que ellos mismos defienden.
  • Que en la pandemia “es obligación del Estado compensar a aquellos ciudadanos que se ven forzados a mermar o sacrificar sus actividades productivas para preservar la salud de la comunidad como prestadores turísticos; gastronómicos; organizadores de eventos; entre otros”. Se trata de los “ciudadanos” empresarios; no así para todos aquellos changarines, cuentapropistas, comerciantes de barrio popular, trabajadores formales e informales, los nueve millones que se anotaron para cobrar el IFE y  van a trabajar sin ningún protocolo seguro o compensación.
  •  Que “la educación es un derecho inalienable y solo la presencialidad puede garantizar el acceso a ella a todos los niños del país.…”. Un “derecho” sin que estén dadas las condiciones epidemiológicas, sin protocolos sanitarios adecuados ni vacunas suficientes, con frío extremo, sin estufas, sin presupuesto para salarios, cargos faltantes e insumos necesarios.
  •  Que “ningún bono, aumento o beneficio otorgado por el Estado debe superar, en monto o porcentaje al otorgado al  personal de salud (que) es el principal afectado por la pandemia y debe ser reconocido no solo en forma simbólica sino también económica.” No dicen que le aumenten a los trabajadores de la salud, que en muchos casos ganan entre 30 y 40 mil pesos y a los cuales solo les han dado un miserable bono de 6 mil pesos.
  • Que “la única fuente de ingresos para el país es la exportación, y en cualquier medida que la obstaculice, la limite o la desaliente es absurda”. No importa si los precios de la carne y otros alimentos son internacionales y los sueldos argentinos están cada vez más devaluados. El “país” en este caso, si alguien no lo percibió aún, son sus bolsillos.
  • Que “el déficit que resulte de los impuestos que dejen de percibirse por las exigencias anteriores debe compensarse con una reducción del gasto público en general y del gasto político en particular”. No conformes con las grandes reducciones al “gasto” que viene realizando Guzmán, elogiado hasta por Cavallo en este punto, quieren más. O sea menos jubilaciones, planes sociales, inversión en salud y educación publicas. Y si realmente quisieran bajar el gasto político podrían apoyar las propuestas del FIT-U para que funcionarios y legisladores no ganen más que una directora de escuela.

Entre los dirigentes ruralistas que hablaron en la tribuna estuvo el presidente de la Federación Agraria, Carlos Achetoni, quien a su turno señaló que las “políticas embusteras” han llevado a que “cinco mil productores por año salgan del circuito”. El dirigente de una organización que dice representar a los pequeños productores agrarios, en vez de exigir retenciones diferenciadas, aumentando fuertemente la de los grandes empresarios, apoyó y defendió propuestas que benefician la concentración empresarial, en momentos en que se ha producido la tercera mayor cosecha de la historia y los precios de sus productos vuelan en el mercado internacional.

El discurso oficial progresista (para la tribuna)

A su turno, primero Axel en provincia de Buenos Aires y luego Fernández en Tucumán, se afanaron en hacer el discurso más progresista. Cuando le tocó el turno al presidente fue una escena de realismo mágico escucharlo decir que «nunca esperen que firme algo que arruine la vida de los argentinos, o que claudique ante los acreedores o los laboratorios» refiriéndose a Pfizer, a unos pocos días de haber firmado un decreto que aceptaba todas las exigencias del laboratorio yanqui.

Además, despotricó contra la deuda de 57 mil millones de dólares que contrajo Macri y señaló que  «estamos negociando con el Fondo”.  ¿Sabe Argentina que de acá a fin de año tenemos compromisos por casi 5 mil millones de dólares tomados por un gobierno que asumió esos compromisos hace dos años atrás?

 O sea que estamos negociando como vamos a pagar esa estafa. Justo el día que Guzmán viajó al G20 para seguir negociando con el Fondo, se juntaba en la misma reunión con Lagarde, la ex jefa del FMI que habilitó la estafa y no le mencionó una palabra de esta. Total, es más fácil ser un ministro de un gobierno “progre” que habla de lo lindo que sería un impuesto mayor a las multinacionales cuando a estas les regalamos el país.

Muchos analistas dicen que entre otros el discurso del presidente estuvo dirigido a Máximo, el que horas antes había criticado el DNU de Fernández. Disputan quién tiene el discurso más progre y soberanista en este 9 de julio.

Para completar, el llamado grupo “ultra K” 25 de mayo, que ya se había pronunciado por la suspensión del pago de la deuda mientras dure la emergencia sanitaria y la estatización de la hidrovía, ahora lanzó su tercer proclama pidiendo mayor intervención estatal en la minería y el comercio exterior para lograr “independencia económica” con «más justicia social, trabajo digno, salarios justos y producción nacional». Triste papel el que hacen estos dirigentes, que impulsan propuestas que este gobierno del Frente de Todos no va a cumplir, más allá de un discurso tramposo, y de paso le hacen de tapadera de “izquierda” a una política de hambre y dependencia.

Lo cierto es que con más gente que en los actos oficiales u opositores de la derecha y el empresariado campestre, miles y miles de argentinos se juntaron el día anterior en la avenida 9 de julio, frente al Ministerio de Desarrollo Social, porque el hambre y la falta de trabajo no se soportan más; otros ferroviarios tercerizados cortaron las vías del Roca exigiendo su reincorporación y el gobierno estuvo sin darles respuesta durante 6 horas, sin importar que otros tantos miles de trabajadores esperaban para tomar el tren en Constitución. Ese día, la propia Plaza de Mayo aún conservaba la protesta por la libertad de Milagro Sala. Un verdadero “día de furia” como lo describieron muchos medios en directo.

Y esto solo en la Capital, ya que en el interior del país muchos otros reclamos de los trabajadores se han sentido en estas horas, como el de la marcha de la salud de este mismo viernes 9 que reunió a más de 7.000 manifestantes y fue la más masiva marcha de los trabajadores de salud que se haya producido en 20 años en Mendoza, tal como describen los compañeros de Alternativa Saludde esa provincia.

En las calles, y no en discursos tramposos de campaña de los dirigentes de los viejos partidos políticos que con diferentes discursos defienden el mismo modelo, es donde en estos días se defendió la independencia y la soberanía nacional.

Como señaló nuestro compañero Alejandro Bodart, pre candidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires por las listas del MST en el FIT-U, en ocasión de la inauguración de local partidario de Lomas de Zamora: “Para tener soberanía, la riqueza se tiene que quedar en el país, no irse al bolsillo del 1% más rico”.

Para más información ver: https://periodismodeizquierda.com/9-de-julio-con-el-frente-de-todos-sigue-la-dependencia/?fbclid=IwAR0se-DB4YHJEd0hrVJRltP-pl9FNmpxz51Farid56LG8ocU2hZK6kLoWLU

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