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La propia vicepresidenta, Villarruel se quejó de las dos chirolas que cobraba, un desatino frente al salario mínimo vital y móvil, que está hoy en $279.700, peor aún si vemos la caída en el último año de los salarios, la mayoría de los ingresos de buena parte de la población se vieron disminuidos en términos reales. Y se habla de un desplome de más del 28% de los salarios de toda la población.” Las chirolas” más bien es lo que abunda.
Confesión de parte…
Milei en su discusión con Villarruel, explico que la mayoría de los argentinos ganaba un promedio de $400mil, enfatizando lo lejos que estaba la gente de las chirolas que cobraba Villarruel. En efecto el promedio de salario que se cobra en nuestro país deja al 95% de la población por debajo de los 2 millones de pesos. Sabiendo que la canasta básica hoy se encuentra en un millón. Es evidente que los salarios en nuestro país han recibido un golpe enorme.
Por un lado, el ajuste en las cuentas públicas hizo evidenciar una pérdida de poder adquisitivo a quienes reciben ayudas estatales y a aquellos que trabajan en el sector público y por otro, la política económica impactó directamente sobre los asalariados tanto registrados como no. La caída es generalizada y heterogénea. Según un informe de Fundar, antes de la devaluación de diciembre de 2023, el salario promedio del sector privado registrado se encontraba en su nivel más bajo de los últimos 14 años. La pérdida de poder adquisitivo, en el marco del cambio en la política económica a partir de Milei, representó la mayor caída mensual de los últimos 30 años.
Quienes fueron los más afectados
Los más perjudicados fueron los trabajadores del Estado y los sectores que aun reciben subsidios. Por la vía de las paritarias sus salarios crecían, según los gobiernos provinciales, a ritmo de la inflación, pero siempre con porcentajes basados en últimos salarios 2023.Si bien la inflación es más baja, no dejo de existir, es en dólares, es más alta en promedio sobre alimentos, el rubro que más consumen los sectores populares.
El sector privado también tuvo su golpe, principalmente en el sector de Transporte, cuyos ingresos cayeron 21,4% entre diciembre pasado y septiembre; en el caso de los asalariados no registrados, los llamados informales o “en negro”, el promedio de la caída de los primeros 10 meses de la nueva gestión respecto al período diciembre 2022-septiembre 2023 fue del 19% y en la medición punta a punta entre noviembre de 2023 y septiembre, del 13 por ciento.
En tanto, en los extremos de todos los sectores de la población que perciben algún ingreso, se encuentra a quienes cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH), con un crecimiento real del 27%, y los beneficiarios del Plan Volver al Trabajo (ex Potenciar), con una caída del 46% en promedio. Son los más perjudicados, mientras que los más “beneficiados” fueron los bancarios, que solo perdieron 0,3 por ciento.
A rio revuelto…
En este contexto de salarios promedios que rondan los $400mil, y un salario mínimo vital y móvil de $279mil, sumado a una reforma laboral de hecho que precariza cada vez las condiciones de trabajo y de vida, las empresas y grupos económicos ofrecen salarios todavía más bajos que el promedio, y con más carga horaria, o full time. Ya lo dijo Adorni, ¿si alguien quiere trabajar por menos … porque no lo puede hacer?
En este escenario y frente a cierres de fábricas, despidos, crece la desesperación, y la necesidad de trabajar de lo que sea. Y como sea. Y allí es donde muchas empresas ven una nueva oportunidad de ir mas allá de la precarización actual, ensayar formatos de semi esclavitud. Principalmente como oferta a jóvenes. Pedido ya, o los rapi son una manera de “ser tu propio jefe” y morirte de hambre, pero ahora además hay más contratos hiper temporales, respondiendo a la liberación de contratación, por mucho menos que las dos chirolas que gana Villarruel.
Mientras la CGT veranea en tranquilidad, seguramente las chirolas que ellos ganan les alcanza para vivir.