viernes, 22 noviembre 2024 - 08:02

Frente al ataque al sector. Rebeldía cultural

El nuevo gobierno y sus anuncios del protocolo, DNU, y Ley Ómnibus activaron al colectivo cultural en todo el país. Unidxs por la Cultura, que venía de ganar la lucha por los fondos de cultura en 2022, surgió como factor de reagrupamiento, organización asamblearia, movilización independiente de todo poder político. El paro del 24 es un punto de inflexión que tendrá al sector en primera línea reclamando la continuidad de la lucha contra todo el ataque de Milei.

En el Capítulo III del proyecto de “Ley Ómnibus” se condensa artículo por artículo la finalidad de desmantelar, desfinanciar y liquidar las instituciones nacionales que fomentan a la cultura. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional del Teatro (INT), el Instituto Nacional de la Música (INAMU), la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), los Medios Comunitarios, el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA) y el Fondo Nacional de las Artes (FNA) son el tejido institucional creado a partir de leyes algunas centenarias y otras menos.

Presentan el cierre y el desfinanciamiento de estos organismos como parte necesaria de un objetivo fiscal. Bajo el argumento de “plata no hay”, atacan las asignaciones específicas generadas dentro del propio ecosistema cultural. Es una mentira nada inocente, ya que saben muy bien que el sector no sólo se autofinancia, sino que genera enormes cantidades de puestos de trabajo y divisas de la exportación de su producción, altamente respetada a nivel internacional. Quedó demostrado que el impacto económico del sector incluso a nivel federal es positivo en el PBI.

En segundo lugar, buscan eliminar una identidad cultural que se genera, gracias al apoyo estatal, de manera federal y relativamente plural. Quieren eliminar la libre expresión y producción independiente de todo tipo. A cambio de eso, quieren mercantilizar la cultura, transformarla en nada más que un bien de consumo y generación de ganancias de unas pocas empresas multinacionales.

Elitización de la cultura

Una cultura privatizada y mercantilizada es una cultura para pocos. Las medidas de Milei eliminan el acceso, ya menor al que aspiramos, que tienen la inmensa mayoría de los argentinos a la cultura, al cine, al teatro, a la música, al espectáculo, a fin de cuentas, al ocio.

Tiene sentido, este gobierno no quiere ningún ocio para las masas trabajadoras de nuestro país. Nos quiere trabajando 16 horas por día por un pago que nos mantenga apenas vivos. La cultura, en su concepción, es un bien de lujo para los ricos, acomodados y privilegiados. Contra todo eso, luchamos por defender el acceso a la cultura como un derecho social y a la expresión cultural como una característica humana necesaria.

La cultura organizada

Venimos de semanas de asambleas masivas y extendidas por todo el territorio nacional y de una jornada de cacerolazo nacional en la que tomamos las calles de todo el país, desafiando y derrotando una vez más el protocolo antiprotestas de Bullrich y Milei.
El contraste que marcamos desde Unidxs con los principales sindicatos del sector, enrolados en la CGT es que no han movido un dedo ante semejante ataque. Por eso Unidxs ha surgido como principal referencia de la cultura en lucha.

El 20 de enero realizaremos una masiva asamblea frente al Congreso para preparar la intervención de los trabajadores y estudiantes de la cultura en el paro nacional del 24 de enero y definir el plan de lucha para dar continuidad a la pelea.

Exigimos a la CGT y la CTA que den continuidad, pero sus conducciones no son garantía. Por eso, aunque confluyamos el 24 y sigamos exigiendo, vamos a tomar en nuestras manos la intervención en la movilización y construir una hoja de ruta más allá de la misma, empezando por asambleas en todo el país, y la propuesta de un Carnavalazo Cultural y una Marcha Federal con acampe en Plaza de Mayo.

Es fundamental consolidar este movimiento de carácter nacional, democrático y en las calles. Tiene que abarcar toda la Argentina, tiene que estar en las calles presionando y tiene que decidir todo con la participación asamblearia masiva.

Por eso mismo, Unidxs decidió participar de las reuniones convocadas por la CGT, del Plenario del Sindicalismo Combativo y de la propia movilización del paro del 24, de forma independiente.

La salida es colectiva

Así como nadie se salva solo, la respuesta unitaria y en las calles de todos los sectores contra el tamaño ataque de Milei es necesario y urgente. La cultura es todo y no se negocia, y una pelea consecuente para enfrentar el culturicidio dependerá de una lucha global contra Milei y su plan que incluya la coordinación con los sectores de trabajadores movilizados. Defender los derechos conquistados que permiten la posibilidad de que un sector de la cultura independiente y en gran parte precarizada se desarrolle no implica defender el statu quo; está en nuestra hoja de ruta gravar a las plataformas, avanzar en la democratización y control de los organismos ya existentes para garantizar que el apoyo a la cultura sea verdaderamente federal, inclusivo, diverso y con perspectiva de género. Nuestra lucha de fondo es por una cultura y un arte libre, empático con las necesidades de las mayorías.

En última instancia esto solo es posible sacándonos de encima toda esta matriz de capitalismo explotador, neocolonial, extractivo, patriarcal y culturicida. Por eso, apostamos a organizarnos y construir político-culturalmente en colectivo, y así potenciar la rebelión cultural que hoy está en la primera línea.

Ingrid Urrutia -Delegada General ATE INCAA y Unidxs por la Cultura

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