jueves, 14 noviembre 2024 - 10:21

CFK en Río Negro. Notas sobre una conferencia que llamó a respetar la deuda con el FMI

El pasado viernes 10 de marzo en Viedma -Río Negro-, Cristina Fernández de Kirchner (CFK) dio una conferencia en la Universidad Nacional de Río Negro. Una actividad que se gestó, por parte del rector, Anselmo Torres, para entregarle el Doctorado Honoris Causa a la vicepresidenta en nombre de la casa de estudios. La exposición que brindó CFK se tituló: “¿Hegemonía o consenso? Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI, crisis de deuda y fragmentación política”, la vicepresidenta dio un discurso que estuvo dividido en dos partes bien marcadas.  Así, una disertación con pocos invitados, tuvo a la dirigente del peronismo opinando sobre la actualidad del país.

Como ya es costumbre en el último tiempo, principalmente en el caso de los integrantes y funcionarios que responden a CFK, la alocución estuvo hecha por alguien que pareciese fuera del Frente de Todos. Sin tirar dardos directos a Alberto Fernández, la vicepresidenta practica una gimnasia imposible, la de negar el gobierno de su designado.

Además, como era esperable, el discurso también apuntó contra la justicia. No sólo por su comportamiento y el hecho de haber llevado a cabo reuniones con funcionarios del gobierno de CABA y dirigentes empresariales de Clarín en Lago Escondido, sino por el fallo que un día antes salió contra ella misma. A partir de este argumento dijo que no hay: “un estado democrático”. Es cierto que parte de la Corte y de la justicia en general trabaja en tándem con sectores de Juntos por el Cambio, pero también es cierto que esa misma justicia o “Partido Judicial” (según CFK), no fue modificado un ápice durante los gobiernos de ella y el de Néstor Kirchner.

Otros puntos centrales del discurso que queremos presentar en una serie de notas sobre la conferencia son: La deuda con el FMI, la explotación de nuestros bienes comunes, la precarización laboral y el llamado a un consenso político con sectores de la coalición de Juntos por el Cambio.

Nota 1: no se discute, al FMI se le paga

Durante su exposición CFK dejó algo en claro, dijo que: “no hay catástrofe más grande para la Argentina que la que se produjo con el endeudamiento”. Una frase que hizo mención al préstamo Stand By que tomó Mauricio Macri con el FMI y que, para quien escribe, es una verdad, sin cuestionamientos. Es cierto que la introducción al país del organismo de crédito y el desembolso de esa estafa, profundizó la crisis económica y social del país.

Sin embargo, la verdad de la vicepresidenta no es más que una media verdad, ya que luego enunció una frase que expresó un deber moral de todos los gobiernos que la tuvo como pieza fundamental, pagar sin importar cómo se generó la deuda. Sus palabras fueron: “Por supuesto que si te dieron 45 mil millones de dólares lo vas a tener que devolver. No tengo una cuestión dogmática ni ideológica con el Fondo Monetario Internacional”. Esta es la falsedad más grande de todas y ni siquiera por una cuestión ideológica o dogmática. Se conoce internacionalmente la doctrina jurídica de Alexander Sack de la Deuda Odiosa, que indica los siguientes rasgos para considerar a una deuda como tal:

  • “La deuda debe haber sido contraída contra los intereses de la nación, o contra los intereses de un pueblo o contra los intereses del Estado.
  • Los acreedores no pueden demostrar que no podían saber que la deuda había sido contraída contra los intereses de la Nación”[i].

Cualquiera que repase el curso de los 45 mil millones de dólares que el FMI le entregó a Macri, sabe que los mismos, en gran medida, se utilizaron para garantizar la fuga de capitales, por lo tanto, califican como una estafa. Volviendo a lo dicho por la presidenta, su deber moral, el pagar, redunda en una nueva creación ideológica que busca instalar: con el FMI la justicia social no está en peligro, se puede pagar y crecer, además de distribuir.

Una mentira por completo, una apología a una institución imperialista que no se cansa de saquear a las poblaciones. Grecia podría ser un ejemplo cercano para cualquiera, donde se ve concretamente que la fórmula que quiere instalar CFK no existe, más bien todo lo contrario. Las largas estadías del FMI en cualquier país sólo cultivan y cosechan más desigualdad y pobreza para los trabajadores y sectores populares.

Sin embargo, hacer esto para CFK, es: “parte de la responsabilidad institucional”. Por tanto, para la accionista mayor del Frente de Todos, es una responsabilidad política cumplir con el FMI y los tenedores privados, a pesar de que el país cuente con una población total que se encuentra hundida en más del 40% de la pobreza.

Nota 2: la salida es con nuestros bienes comunes

Desde los ’90 a esta parte, con el menemismo, el kirchnerismo o ahora el “albertismo”, el peronismo en todas sus facetas ha sido la punta de lanza del extractivismo como modelo económico. Un pasaje de la parte final de la charla que dio CFK, deja en claro las intenciones de profundizar este modelo: “En Perú tienen el Banco Central rebosante de dólares, y exportaciones mineras por más de 50 mil millones de dólares. Es algo que también nosotros vamos a tener que abordar seriamente. Chile exporta 40 mil millones de dólares por año en minerales nada más y la cordillera es la misma de un lado y del otro”.

En consonancia con lo que había dicho Kicillof en la semana, en la apertura de sesiones en Provincia de Buenos Aires, CFK volvió a alentar la necesidad de avanzar en proyectos como la exploración off shore en la costa argentina, la intensificación del fracking en Vaca Muerta, y la explotación de las reservas de litio. Tiene una inconsistencia sin igual al denunciar la “reprimarización” de la economía, pero alentar la intensificación de este modelo.

Como ocurre con la deuda, el saqueo ambiental de estas actividades en el país, ha demostrado con la experiencia que, cuando se intensifica, los trabajos son más precarios, como los derechos laborales también. Es algo que la propia vicepresidente afirma, pero insiste en defender el modelo.

El pasaje de “Wado” de Pedro por Expoagro y estos dichos de Cristina, adelantan que el modelo que atenta contra nuestros bienes comunes, que en épocas de ola de calor motivan el cambio climático y el calentamiento global, no se va a modificar un ápice del proyecto kirchnerista.

Nota 3: la precarización laboral se profundizó en los último 4 años

Cristina Fernández, con diferentes cuadros, detalló que: “Es cierto que hay crecimiento y que hay creación de trabajo, pero son precarizados y de muy bajos salarios”. Pero esto, no puede ser un mero comentario de una espectadora de la realidad. CFK, su fuerza, es parte del gobierno y parte responsable de la creciente pauperización de los trabajadores.

No nos cansaremos de insistir con este dato. Con el Frente de Todos es que los trabajadores han pasado de representar del 52% al 43% del “valor agregado total”. Mientras que, los empresarios, en el mismo tiempo analizado (2016 a 2021), ha pasado del 40,2% al 47% de la torta. Esta desigualdad que comprende parte de la experiencia de Cambiemos y años de gobierno del Frente de Todos, según la investigación del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) y el área de Economía y Tecnología del Flacso, se profundizó con más fuerza con el peronismo en el poder.

Seguramente, en estos meses, la brecha se ha ido acrecentando. Y todo se debe a cumplir con quien para ella se puede convivir, el FMI. Es resultado del acuerdo con el organismo de crédito que los salarios en Argentina se han devaluado producto de la alta inflación. Además, ha sido política de Estado, en connivencia con las burocracias sindicales, acordar paritarias por debajo del índice inflacionario.

En el último tiempo, esto ha sido obra y gracia del ministro de Economía, Sergio Massa, quien CFK apoya casi de forma incondicional. A tal punto de no dedicar una crítica al plan económico que aplica, el mismo que derrite los ingresos no sólo con paritarias a la baja, sino con la reducción de subsidios en algunos servicios y tarifazos en otros.

Por tanto, al crecimiento económico se lo llevan 4 vivos porque hay responsabilidad y autorización política para que ocurra, cosa que, más allá de un discurso que puede presentarse como crítico, es el gobierno fundado por la propia CFK quien lo permite.

Nota 4: ¿unidad con la derecha?

Volver a hablar las condiciones de cogobierno con el FMI, es una necesidad que aclamó CFK. Y, para tal tarea, no piensa nada más ni nada menos que una unidad con un sector de la oposición de derecha. Para no falsear su discurso, aprovecharemos este pasaje del mismo que manifiesta las formas del régimen político patronal en un futuro gobierno: “Se puede gobernar bajo dos formas, por hegemonía democrática o por consenso. Ahora, si no tenemos hegemonía democrática y tampoco tenemos consenso… que te ayude tu hermano”.

No es ninguna novedad, Cristina viene insistiendo hace tiempo con el llamado amplio a una unidad nacional con un sector de la coalición de Juntos por el Cambio. Una manifestación del terror que le tiene, no a la fragmentación política, como lo quiso llamar, sino a la deslegitimación de las principales coaliciones responsables del deterioro de vida de grandes franjas de la población. Por eso afirma que: “Yo estoy convencida de que es necesario acordar. Hay que sentarse a hablar, sin adjetivaciones, sin estereotipos ni clichés”.

Seguramente, de cara a las elecciones, en donde ella se ve “proscripta” y por tanto dice que no va a participar, a pesar del artificial operativo clamor, va a ser una línea política que se vuelva a poner en la mesa.

En síntesis, pactar con los responsables de la vuelta del FMI, parece ser, para CFK, la estrategia para terminar con el sufrimiento social. Un chiste de mal gusto, más después de un “yerro” como pactar con Alberto Fernández, hoy su primer enemigo interno.

Nota 5: la salida es por izquierda

No hay manera de terminar con la actual crisis repitiendo recetas ya fracasadas. Mantener al FMI en el país, pagar estafas, un gobierno de unidad nacional entre los partidos tradicionales, son todas experiencias históricas que nos han traído hasta el presente, sin ningún resultado favorable para los trabajadores y sectores populares.

En este sentido, el único consenso que necesitamos es el de aunar fuerzas entre los de abajo para ponerle fin a un plan de ajuste que, como queda expresado literalmente, está pactado defenderlo entre ambos frentes que se dicen separados por la “grieta”.

Es hora de fortalecer una salida por izquierda, como alentamos desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad. Fortalecer una alternativa de los trabajadores, para los trabajadores, es la única garantía para terminar con el calvario fondomonetarista. Es la forma para terminar con un sistema que nos hace pagar deudas ilegítimas, que impiden la resolución de nuestras necesidades sociales.


[i] Deuda odiosa. CADTM

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