Compartimos a continuación unas palabras de Marcela Leguizamón, militante del MST en la regional Norte, quien recuerda a Sonia Colman en su aniversario de fallecimiento. Una militante inclaudicable, que siempre puso como prioridad de su vida la lucha por un mundo más justo.
A 15 años de tu absurda partida, partida que decidió un policía de la bonaerense. Decirte Sonia querida, decirte que estas presente, siempre presente. Como aquel día en que con nuestras hijas de 4 y 7 años entramos a la catedral de Pilar un 12 de octubre, luego de que una terrible tormenta tirara un transformador en el barrio Monterrey de Derqui. Acudimos como estábamos para advertirle a los vecinos del veneno que se había derramado, se lo llevaban con su calzado al interior de sus casas. Juntamos gente en una esquina, prendimos cubiertas y con las nenas cubiertas de hollín paramos y tomamos un colectivo junto a varios vecinos indignados. Forzamos nuestra entrada a la iglesia en donde estaban reunidos el intendente y los concejales de ese momento con el obispo de Buenos Aires. Nos expulsaron, pero nos afirmamos diciendo: “quien me va a echar de la casa de Dios”. Ateas, firmes e incorruptibles nos plantamos y logramos arrancarles la construcción de dos salas de emergencia para Derqui.
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Tenemos tantas charlas que dimos en las escuelas, improvisando con nuestras cartulinas y mapas del veneno, las ganas de concientizar acerca de este flagelo, los cortes de ruta. Las idas y venidas en bici juntando muestras clandestinas, fotos, las persecuciones enfrentando al poder de Edenor y al poder político de Pilar. Compartimos logros, Edenor perdió un juicio millonario tras nuestra querella en el juzgado federal de Campana y ese abrazo infinito, luego de entrar a la cámara baja de Diputados. Con barbijos y carteles, desconcertando a todos los presentes, representantes del ENRE, Edenor y diputados, que recibieron de nuestras manos los análisis del agua y el suelo con sus verdaderos valores. A quienes no les quedó alternativa y formularon el primer bosquejo de ley de prohibición del PCB ASKAREL en todo el país (aunque permanecerá en nuestras napas de por vida). Nos hemos reído tanto, hemos llorado, nos contamos nuestras cuita, nos acompañamos por el socialismo.
Me enseñaste tanto, me cebaste tantos mates, me iluminaste con tu ser y en medio de mi depresión me tomaste de la mano y sacaste lo mejor de mí. Hoy te extraño, extraño tu voz, tus caricias, tus ganas de superación, pero lo que más extraño es tu sonrisa capaz de derribar los muros del absurdo y la intolerancia. La rebeldía se dibujó en tus labios, siempre. Te llevo en mi corazón: Sonia Colman, ¡Presente, ahora y siempre!