Del norte al sur del país. Más de 600 mil censistas para 15 millones de hogares en una jornada que, ya se anticipa, va a reflejar los números de una realidad social cada vez más dura para trabajadores y sectores populares.
El Censo Nacional 2022 consta de un cuestionario con 61 preguntas: 37 relativas a la estructura poblacional, 24 sobre la estructura de las viviendas y hogares. A su vez, se enfocan en conocer los aspectos relativos a la ocupación, educación, obra social y acceso a la salud, sobre migración y orígenes. Con la incorporación de la visibilidad de las distintas identidades, un logro de años de luchas del movimiento LGBTI+.
El enorme trabajo de profesionales y censistas contrasta con el destrato que reciben, con precarización y bajos salarios. Hace meses, las y los trabajadores del INDEC y quienes hacen posible el trabajo censal necesario, llevan adelante protestas ante la falta de reconocimiento salarial al enorme trabajo que tienen, antes, durante y después del censo. Reclamos sin respuesta del director del Instituto, Marcos Lavagna, quien expresa públicamente que “este censo es un punto de inflexión, queremos hacer cambios muy grandes a futuro”. Irónicamente, sin cambiar el presente de los trabajadores de su cartera.
En el correr de las horas, con la incorporación de la tecnología digital para acelerar los plazos de respuesta, también se han visto desigualdades estructurales muy grandes para acceder a las mismas. Además de denuncias de quienes recorren los hogares: sin viandas ni comida, en muchos casos sin elementos propios para realizar el censo, en ciudades del interior con dificultades de acceso a las viviendas. Radiografía de una desigualdad conocida.
Como anunciaron los funcionarios del gobierno nacional sobre los resultados del censo, serán “una gran herramienta para luego diseñar las políticas públicas que mejoren la realidad de los argentinos”. La realidad es que, ante los datos alarmantes y ya conocidos (ver nota), no hay políticas públicas que estén orientadas a revertir ese camino, sino todo lo contrario. Las muestras son: el ajuste en curso a medida del FMI, los ingresos de los trabajadores y sectores populares perdiendo poder de compra y paritarias de miseria.
Los resultados del Censo Nacional 2022, que serán anunciados en los próximos días, serán sin duda una herramienta fundamental para conocer parte de la estructura desigual del país. Por eso, es necesario que se fortalezca un proyecto político que busque revertir tal situación, como hoy sólo lo propone el Frente de Izquierda Unidad.