Este martes 3 de noviembre, Pilar se vistió de verde en reclamo por la aprobación del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito este 2020.
Desde hace días, se vienen realizando varias acciones en distintas partes del país y en particular en la provincia de Buenos Aires, por lo que consideramos que en Pilar también resultaba imprescindible salir a las calles para luchar por todas nuestras reivindicaciones y derechos cercenados, con las medidas de distanciamiento social y bioseguridad necesarias.
Por eso, desde Juntas y a la izquierda, junto a la Asamblea de mujeres de Pilar y distintas organizaciones estuvimos presentes en la plaza 12 octubre de Pilar frente a la Iglesia donde se realizó un pañuelazo con radio abierta, actividades artísticas y callejeras.
En la radio abierta, nuestra compañera Natalia Espasa intervino y aclaró que: “No queremos ningún otro proyecto, no queremos ninguna modificación, es una urgencia y no puede seguir postergándose más, el gobierno usa la pandemia como argumento para demorar su prometido proyecto que encima no es el de la Campaña, nosotras defendemos a rajatabla el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto desde hace 15 años, construido colectivamente por las organizaciones en lucha y que logró media sanción.”
En Argentina las niñas abusadas son forzadas a gestar y a parir, hecho que califica como tortura. Se les niega su derecho a la interrupción legal del embarazo -contemplado en el Código Penal desde 1921- a la salud integral, a la educación sexual integral y a vivir una vida libre de violencias. Las obstaculizaciones y discriminaciones se recrudecen aún más en los casos de mujeres y niñas de los pueblos originarios.
Las presas por abortar sufren la estigmatización y las rejas que disciplinan su decisión. Sin contar con la atención adecuada, son sometidas a maltratos por profesionales e instituciones de la salud retrógrados que actúan en complicidad con agentes de la Justicia, la policía y los medios de comunicación.
En este contexto de emergencia sanitaria, se profundizan los obstáculos en el acceso a la salud sexual y (no) reproductiva. Los equipos sanitarios que hoy atienden las interrupciones legales del embarazo redoblan sus esfuerzos para garantizar este derecho, pero no alcanza.
Por eso es urgente, es prioridad y es esencial legalizar el aborto voluntario. La penalización del aborto contempla una sanción discriminatoria hacia quienes podemos quedar embarazadxs sin desearlo, lo cual contradice los Tratados contra la discriminación por género a los que Argentina suscribe.
La negativa a sancionar la ley que reclamamos y la insistencia en sostener un marco jurídico que cotidianamente muestra sus limitaciones pone en riesgo nuestra salud y nuestras vidas. Las internaciones por complicaciones de abortos inseguros suman más de 49 mil anualmente, lo cual presiona aún más al sistema de salud. En la pandemia los abortos son una urgencia real que debe atenderse.
Para finalizar la actividad, luego de la radio abierta realizamos un pañuelazo frente a la Catedral de Pilar exigiendo la separación de la Iglesia y el Estado, ya que las iglesias tienen un rol activo de presión al poder político, hacen lobby para evitar el tratamiento y aprobación de la ley y la correcta aplicación de la ESI (Educación Sexual Integral) en todos los niveles. Levantamos nuestros pañuelos verdes en reclamo de aborto legal ya, con el proyecto de la campaña ¡Es ahora y es urgente! Real aplicación de la ILE (interrupción legal del embarazo), no queremos que ninguna piba más muera por abortos clandestinos ¡Niñas no madres! No al pago de la deuda: la deuda es con nosotras no con el FMI.
Junto con todos estos reclamos, nos hicimos eco de las luchas que mujeres trabajadoras y de los sectores populares vienen protagonizando: tierra para vivir, ni desalojos ni represión; viva la lucha de enfermería y de todo el equipo de salud.
Ni la pandemia ni la crisis son razones para postergar el derecho al aborto.
Seguiremos organizadxs, en las calles luchando por todas nuestras reivindicaciones hasta hacer posible lo necesario. Estamos convencidxs de que hay que salir a las calles, porque es allí donde vamos a lograr imponerle al Congreso Nacional lo que nos corresponde: el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, para que no haya ni una sola muerta más, ni una más obligada a ser madre, ¡porque la maternidad solo puede ser si es deseada!
Corresponsal zona norte.