El pasado viernes 25 de marzo, un grupo de jóvenes fue golpeado y 6 de ellos detenidos tras una denuncia por ruidos molestos. Les jóvenes se encontraban reunidos en una casa ubicada en el departamento de Godoy Cruz con el fin de estrenar un video musical.
A solo 24 horas de una marcha multitudinaria en conmemoración de la última dictadura militar, la policía de Mendoza, fiel a sus métodos represivos ingresó a la vivienda sin orden judicial, golpeando y deteniendo a les jóvenes. Fue un claro ejercicio de violencia institucional, pisoteando una vez más todo tipo de derechos democráticos, ciudadanos y humanos.
Como ya nos tiene acostumbrades, la policía de Raúl Levrino nuevamente abusa de su poder contra la juventud y la cultura local. Lamentablemente la persecución y represión a la juventud, trabajadores y ambientalistas son una constante desde hace tiempo. Como sucedió con los docentes y ambientalistas procesados por defender la educación y el agua de Mendoza. O en el 2020 con la represión a los trabajadores estatales que reclamaban aumento salarial, y a los jóvenes skaters que pedían la reapertura de un espacio público.
Este gobierno que prohíbe centros culturales, reprime la cultura y la libertad de expresión con el código contravencional, también persigue y reprime en casas particulares. Y decimos: no son algunos policías sueltos, es el sistema político y de seguridad que está a disposición de cuidar a los grandes empresarios y amigos de poder, y que persigue a les pibes de los barrios, y a las expresiones culturales, políticas y sindicales disidentes con este sistema desigual.
Por eso desde el MST en el FIT-Unidad repudiamos enérgicamente al ministro de Seguridad Raúl Levrino y al gobernador Rodolfo Suarez, por ser los responsables políticos directos del accionar de los efectivos de “seguridad”. Y llamamos a todas las organizaciones políticas sindicales y sociales a movilizarnos contra este accionar represivo, que empieza por los jóvenes y después irá contra los trabajadores y demás sectores que luchen por una vida digna y se movilicen contra el ajuste que exige el FMI.